PACTOS CON ERC Y JUNTS

El PSOE estalla contra Page pese a matizar sus críticas: “No aporta nada, solo da artillería al PP”

Los socialistas entienden que una guerra abierta con el barón castellanomanchego supone un desgaste compartido y que la estrategia de diferenciarse no debe pasar por hacerle el juego a la oposición

La mayoría de barones han cerrado filas con Ferraz y dejado solo al presidente del Castilla-La Mancha

El presidente del Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a sus homológos de Andalucía (Juanma Moreno) Comunidad Valenciana (Carlos Marzón) y Murcia (Fernando López Miras)

El presidente del Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a sus homológos de Andalucía (Juanma Moreno) Comunidad Valenciana (Carlos Marzón) y Murcia (Fernando López Miras) / Europa Press

Iván Gil

Iván Gil

Ferraz ha dicho basta al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Las reprimendas de la dirección socialista no se deben solo a sus declaraciones del pasado miércoles, cuando situó al partido "en el extrarradio de la Constitución” por los pactos con los independentistas, sino a una forma de actuar que ha agotado su paciencia. No es por una frase en concreto, según argumentan fuentes de la cúpula de Ferraz, sino porque “cada vez que viene a Madrid” busca “notoriedad” atacando a su partido. Las mismas fuentes asumen que Page es una voz discrepante, pero advierten que la estrategia utilizada para desmarcarse “no aporta nada” ni para su propio rédito político ni para el partido. “Solo da artillaría al PP”, lamentan.

El afán por buscar la centralidad, en línea con la sociología electoral de su territorio, siempre estuvo detrás de las posiciones de Page. Algo que entienden en Ferraz, pero siempre y cuando no se caiga en asumir el discurso de la derecha por el efecto acabaría siendo el contrario al buscado. De ahí que pongan el ejemplo de los choques en el espacio a su izquierda, entre Sumar y Podemos, que dañan a todas las partes. Las matizaciones del barón castellanomanchego, primero asegurando que es Puigdemont quien quiere arrastrar a su partido a los márgenes de la Constitución y después aclarando que “mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas" dan cuenta del efecto del “toque” de atención. En las últimas horas no ha habido conversaciones, según confirman tanto desde la dirección como en el entorno del barón socialista.

La dirección no va a dar más pasos y descarta la apertura de un expediente o sanciones. Los resultados electorales de Page, uno de los tres barones que conserva el poder tras las últimas autonómicas y el único que lo hace con mayoría absoluta, son un blindaje. Con todo, el mensaje parece haber sido recibido después de los reproches lanzados por el secretario de Organización, Santos Cerdán, y la vicesecretaria general y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. El primero le afeó que asumiese los postulados del PP al no diferenciar el terrorismo en sus críticas a las enmiendas pactadas con ERC y Junts en la ley de amnistía.

El Gobierno considera que en el 'procés' no hubo terrorismo, tal como se conoce, y defiende amnistiarlo a excepción de los casos en que “de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos”. La número dos del partido y del Gobierno le pidió a Page reflexionar tras cargar con dureza contra sus posiciones. “Una estrategia en la que la notoriedad se hace a partir de la discrepancia no es el camino”, señaló la también ministra de Hacienda.

El reproche más rotundo en las filas socialistas fue el lanzado por el ministro de Transportes, Óscar Puente. El también miembro de la ejecutiva desde la remodelación ratificada el pasado domingo, respondió que “quien está en el extrarradio del PSOE es Page, desde hace bastante tiempo". Es decir, que la suya es una posición absolutamente residual dentro del partido, a pesar de que el viraje sobre la amnistía llevada a cabo por Sánchez ha sido brusco y poco pedagógico.

Frente de barones

Los socialistas entienden que una guerra abierta con Page supone un desgaste compartido y que la estrategia de diferenciarse no debe pasar por hacerle el juego a la oposición. A nivel discursivo, pero también de posiciones políticas tras hacer frente común con los presidentes populares de Andalucía (Juanma Moreno) Comunidad Valenciana (Carlos Marzón) y Murcia (Fernando López Miras) en materia de financiación autonómica.

“Un poco incongruente y estéril querer reunirse entre aquellos que están de acuerdo en un mismo modelo de financiación dentro de su partido”, respondía este jueves el portavoz del PSOE en el Senado y líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, sobre la propuesta de una micumbre entre estos cuatro presidentes. “Con quien tiene que hacer una cumbre para esto es con Ayuso y Rueda", le respondía al presidente andaluz, porque "son los que discrepan en el PP del modelo que nos parece justo para Andalucía”. Tras ello ponía en valor la comisión de trabajo planteada por Pedro Sánchez al líder de la oposición, en aras de buscar un consenso con todo el PP, la única vía que sopesa el Gobierno para empujar una reforma del modelo de financiación.

La visibilidad y la moderación pueden buscarse sin “decir cosas tan duras”, explican desde el partido. La mayoría de barones han cerrado filas con Ferraz y dejado solo al presidente del Castilla-La Mancha, por acción u omisión. Ni siquiera el líder de los socialistas en Aragón, el también crítico por los pactos con los indepentistas Javier Lambán, ha salido en su defensa o compartido sus argumentos.

Democracia interna

El 'expresident' valenciano, Ximo Puig, en los pasillos del Senado, defendió este jueves que en su caso “siempre he pensado que el interés general está por encima del interés personal. En mi vida política, jamás he intentado hacer daño a mi partido para beneficiarme. Lo fundamental es que cada uno adopte el papel institucional que le corresponde y que sea leal con su partido. Es importante saber que lo que se está valorando es la necesidad de reencontrarnos, trabajar juntos, mirar hacia adelante y no hacer frentismo”.

Desde el PSOE-M, su secretaria de Organización, Marta Bernardo, censuró que “el ruido no hace bien” y que el espacio para resolver las críticas planteadas era la convención política celebrada por el partido el pasado fin de semana en A Coruña. Un cónclave al que no acudió Page por tener agendado un viaje institucional a China.

En la cúpula de otra federación socialista subrayan la necesidad de rebajar el ruido y sustanciar estos debates de puertas hacia adentro. “El partido es democrático y la democracia hay que respetarla cuando ganas y cuando pierdes”, señalan desde una dirección territorial en referencia a la línea “avalada por la militancia y nuestro comité federal”.