Las CCAA ante el nuevo Gobierno (X): Sánchez y Aragón, cinco años sin amor

No va a ser fácil para Pedro Sánchez ganarse el cariño de Aragón. El presidente encara la nueva legislatura con el lastre de tener que contentar a un territorio despoblado fuera de las fronteras de Zaragoza, que denuncia tener las peores carreteras de España y sueña con que el nuevo modelo de financiación autonómica se adapte a los criterios de dispersión que configuran Aragón. No será sencillo reconciliarse con Aragón porque en la comunidad impera un sentimiento de olvido.

La comunicación entre el Ejecutivo central y el autonómico está rota desde hace años. Lo prueba el hecho de que la reunión bilateral Aragón-Estado lleva sin celebrarse un lustro pese a que el Estatuto de Autonomía recoge que debería convocarse cada seis meses. Más si cabe sabiéndose que el PSOE mandaba en ambos gobiernos y que Pilar Alegría se convirtió en la primera ministra aragonesa. No ayudó la fría relación entre Pedro Sánchez y Javier Lambán, uno de los barones más críticos que siempre apeló a su voz propia para defender Aragón contra viento y marea. Esa será otra guerra, porque Lambán dará un paso atrás en 2025 como jefe de los socialistas aragoneses con la incógnita de su sucesión, lo que promete reabrir la herida del Beirut aragonés entre Zaragoza y Huesca.

Parece que la relación no va a mejorar en los próximos años. El popular Jorge Azcón le ganó las elecciones a Lambán y gobierna en coalición con Vox. En sus primeros 100 días en el poder, que se cumplen este fin de semana, Azcón ha ganado enteros como barón autonómico en un PP cada vez más federal. Y lo ha hecho con una oposición frontal a Pedro Sánchez desde las riberas del Ebro, llevando “el mayor golpe de la historia de la democracia”, en referencia a la amnistía, a las siempre caballerosas Cortes de Aragón, algo que solivianta a una oposición que le exige un discurso centrado en el territorio. De hecho, Azcón ya prepara un recurso de inconstitucionalidad contra la ley junto a Alejandro Nolasco, uno de los cuatro jinetes-vicepresidentes autonómicos que acompañan a Santiago Abascal en su cruzada contra Sánchez.

Para revertirlo, tendrá que ser esta la legislatura de un empujón definitivo a la reapertura de la conexión ferroviaria con Francia a través de Canfranc, del corredor Cantábrico-Mediterráneo, de la autovía entre Teruel y Madrid. Aún esperan en las tierras turolenses la llegada de las ayudas al funcionamiento empresarial en las tierras despobladas que Sánchez pactó con Teruel Existe. Son algunos de los grandes proyectos que el diputado de Sumar por Zaragoza, Jorge Pueyo, ha reclamado en el pacto de gobierno entre Yolanda Díaz y Sánchez. Habrá que esperar a los presupuestos generales del Estado para ver si se convierten en papel mojado o si hubiera sido mejor apostar por una afianzar la condonación de la deuda al modo Baldoví.