CONTACTOS CON VOX Y CS

Malestar en el PP con Cayetana Álvarez de Toledo por su cercanía a otros partidos: "Busca su expulsión"

La diputada se mantiene como el verso suelto del PP: presentó en un foro a Espinosa de los Monteros, coincidió este viernes con Arrimadas en un acto en Cataluña y se saltó la disciplina de voto en un asunto lingüístico clave

En Génova reconocen la "incomodidad" y en el grupo parlamentario las "dificultades" de lidiar con su perfil, pero el partido rechaza la idea de una expulsión, "aunque parece que lo busca"

Inés Arrimadas y Cayetana Álvarez de Toledo.

Inés Arrimadas y Cayetana Álvarez de Toledo. / TONI ALBIR.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

La tensión entre el PP y Cayetana Álvarez de Toledo, diputada por Barcelona en el Congreso, ha ido en aumento durante las últimas semanas. Al malestar surgido por romper la disciplina de voto en un asunto lingüístico sobre Cataluña le siguió la presentación de un foro en el que el invitado estrella era Iván Espinosa de los Monteros y este viernes un encuentro con Inés Arrimadas.

El PP se opuso en bloque a la propuesta de Vox en la Cámara Baja que pedía aplicar ya el artículo 155 de la Constitución en lo que respecta a la lengua para garantizar la enseñanza en castellano en esa comunidad. Ciudadanos sí lo apoyó.

Es un debate sensible en mitad de la estrategia de Alberto Núñez Feijóo en Cataluña y la defensa del bilingüismo cordial que apuesta por que todos los ciudadanos hablen catalán y castellano por igual, y después elijan su lengua habitual. El PP sí ha sido contundente advirtiendo de que irá a la justicia siempre que se vulneren los derechos de los catalanes pero, al mismo tiempo, pretende dejar de inflamar la situación en el plano político. La orden a los diputados fue votar en contra, pero Álvarez de Toledo se lo saltó y en esta estrategia difiere mucho de la línea oficial.

La condición de ‘verso suelto’ de la exportavoz en el Congreso hace que muchos de sus compañeros de escaño no se sorprendieran de su decisión. Tampoco lo hicieron meses atrás cuando votó en contra del acuerdo alcanzado entre PP y PSOE para designar los candidatos del Tribunal Constitucional, entre los que estaba el polémico Enrique Arnaldo. Álvarez de Toledo será sancionada con la cuantía económica correspondiente por la nueva ‘rebelión’. En realidad, la diputada por Barcelona siempre ha tenido una opinión nítida en contra de la disciplina de voto de los grupos parlamentarios.

En el partido se ha extendido la sensación de que “está forzando situaciones difíciles” y “momentos muy incómodos” en busca de algún escenario más extremo. Algunos dirigentes, también en Génova, creen que “busca su expulsión” o contar con una excusa de calado para su marcha.

Hay diputados que creen que podría aparecer en las listas de otro partido en el futuro, teniendo en cuenta que arranca un nuevo ciclo electoral y no está nada claro el hueco que tendrá con los conservadores. Ella siempre ha mantenido que está en el PP. Y, de hecho, recientemente tuvo una reunión en la calle Génova que enmarcó “en la normalidad” de formar parte de un grupo parlamentario, a pesar de que en la dirección aseguran que la interlocución con ella es muy escasa. 

LOS RECADOS A FEIJÓO

Quienes tenían la creencia de que la Álvarez de Toledo está buscando “tensionar” y “poner en un aprieto” a la dirección, como sostienen a este diario, se reafirmaron días después de aquella votación con su intervención en el Club Siglo XXI al lado del portavoz de Vox en el Congreso. “Ninguna discrepancia me impide coincidir con Iván ni con Vox. A otros sí. Hay quienes no quieren mostrarse con Vox, ni manifestarse con Vox, ni votar con Vox; pero en cambio están encantados de gobernar gracias a Vox. Eso se llama hipocresía y es un feo vicio político”.

Las declaraciones fueron un jarro de agua fría en Génova y otros dirigentes territoriales de la formación, que reprochan con dureza a la diputada lanzar esos mensajes y alentar las críticas contra el partido del que ella también forma parte. Los mismos dirigentes insisten en que optaron por “no responder”, “ni entrar al trapo” porque entienden que eso la situaría en un foco mayor y que no beneficiaría en nada al partido. 

También hubo otro dardo que en la dirección situaron directamente contra Feijóo. Cuando Álvarez de Toledo reprochó a quienes “son cordiales con el desleal PNV, el golpista ERC o incluso con Bildu”, pero “prohíben ser cordiales con Vox”. “Si acaso solo en secreto”, zanjó.

El mismo día de ese foro se había conocido que el líder del PP y Santiago Abascal se habían visto la semana anterior en un encuentro sin ninguna publicidad ni imágenes. Los dos dirigentes conversaron durante más de dos horas en un hotel madrileño. El reproche de la diputada popular volvió a molestar en la formación, igual que la ironía al hablar de la “cordialidad”, especialmente en lo que respecta a los nacionalistas vascos, a los que Feijóo tiene toda la intención de acercarse pensando en la aritmética que necesitará en las próximas elecciones generales. 

Al encuentro compartido con Espinosa de los Monteros (del que la propia Álvarez de Toledo manifestó sentirse lejos en muchas cuestiones: “Yo soy liberal, Iván lo es bastante más que su partido, pero menos que yo” o “su partido es nacionalista español y a mí el nacionalismo no me gusta” fueron algunas de sus frases) se sumó este mismo viernes otro acto compartido con Inés Arrimadas y el dramaturgo Albert Bodella en la conmemoración de la manifestación constitucionalista del 8-0 de hace cinco años en las calles de Barcelona, y que fue un punto de inflexión en la contestación a los independentistas.

Boadella, igual que Andrés Trapiello, son amigos en común de Álvarez de Toledo y dirigentes de Ciudadanos. Esta semana también acudieron las dos diputadas por Barcelona a la presentación del nuevo libro del escritor madrileño, como exhibieron en redes sociales. En el partido naranja reconocen que ven a la popular “más cercana” al ideario de su formación que del propio PP. E insisten en que la sintonía “por muchos motivos” y especialmente en lo que tiene que ver con Cataluña, “es casi total”.

En ese acto, en presencia de Arrimadas, Álvarez de Toledo pidió a Feijóo que si llega a la Moncloa "despliegue el Estado en Cataluña" y busque un "proyecto de reafirmación constitucionalista" con suficientes recursos. Advirtió de la "decadencia" que puede seguir persiguiendo a Cataluña tras tantos años de procés (el mismo día en el que se confirmó la salida de Junts del Govern), y lanzó su diagnóstico: "Tengo la sensación que parecemos ratones en una noria española, una cosa que pasa porque seguimos tratando al nacionalismo como animal de compañía e interlocutor único".