NUEVA TEMPORADA POLÍTICA

Sánchez orilla al IBEX y convoca a ciudadanos anónimos para abrir el curso en Moncloa

El Gobierno invita a medio centenar personas que se han puesto en contacto con Presidencia para expresar sus inquietudes o lo han hecho en las visitas abiertas a Moncloa

Pedro Sánchez en una visita a Cruz Roja.

Pedro Sánchez en una visita a Cruz Roja. / David Zorraquino / EFE

Pedro Sánchez cambia a los empresarios por españoles normales y corrientes y este año no abrirá el curso político en Moncloa con los grandes popes del IBEX. Tampoco es que estos puedan quejarse, el Ejecutivo de coalición les ha tenido siempre cerca. Pero, ahora, "el Gobierno de la gente", la campaña lanzada por el PSOE para volver a la calle y defender su gestión, se materializará también de manera institucional. Fuentes del Ejecutivo han informado esta tarde que el presidente abrirá la temporada política el próximo lunes 5 de septiembre, en un acto que tendrá a ciudadanos de a pie como protagonistas. En él podrán exponer "sus inquietudes y propuesta de forma directa y pública", aseguran.

Se ha invitado a medio centenar de personas que a lo largo de esta legislatura, o bien han escrito al presidente para trasladarle sus inquietudes y reflexiones, o se han interesado en su funcionamiento a través del programa de visitas Moncloa Abierta. Los escritos que los ciudadanos trasladan a Sánchez, explican en Moncloa, constituyen un termómetro adelantado del ánimo de la opinión pública y ayudan a identificar problemas, tendencias y también posibles soluciones.

Esas comunicaciones escritas cobrarán ahora voz y serán sus propios autores quienes plantearán sus reflexiones al presidente, que intervendrá explicando las prioridades del Gobierno para los próximos meses, apuntan. El espíritu de esta convocatoria es el mismo que en Ferraz ha guiado la organización de 30 mítines, desde este mes hasta septiembre, con Sánchez y sus ministros para estar "cerca de la gente".

VOLVER A LA CALLE

Gobierno y PSOE buscan así reconciliarse con la calle en un momento en que las encuestas no le son propicias y apuntan a una ligera ventaja del PP. Es un instrumento para sacar a sus votantes de la abstención -la parroquia progresista está bastante desmotivada frente a una derecha muy movilizada- pero también de relacionarse con el electorado sin filtros. En Ferraz y en Moncloa se quejan de que la gestión del Ejecutivo llega a los ciudadanos muy distorsionada porque los populares ponen en el foco en quién les apoya en el Congreso, en alusión a ERC y EH Bildu- y no en el contenido de las medidas. Por eso se ha optado por un contacto más de base, como el que supone el foro del próximo lunes.