CASTILLA Y LEÓN

Francisco Igea denuncia insultos y amenazas por criticar a la extrema derecha

Cuando caminaba hacia el colegio de médicos de Palencia cuando un coche se ha parado a su lado

Francisco Igea, en el Hospital de Palencia

Francisco Igea, en el Hospital de Palencia / EFE/ Almudena Alvarez

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El ya exvicepresidente de Castilla y León Francisco Igea ha denunciado este miércoles insultos y amenazas de un ciudadano anónimo por sus críticas a la extrema derecha. El único procurador de Ciudadanos tras las elecciones autonómicas del pasado fin de semana ha publicado un mensaje en sus redes sociales contando lo sucedido.

Ha sido, según su relato, cuando caminaba hacia el colegio de médicos de Palencia cuando un coche se ha parado a su lado. "Después de llamarme gilipollas me ha amenazado si no dejo de meterme con la extrema derecha. Que bonito país se nos está quedando", ha concluido.

Igea es un político muy activo en las redes sociales y este martes y con las negociaciones para formar gobierno recién iniciadas, publicó otro mensaje en Twitter en el que subrayaba que el PP tiene que "hacerse mayor" y que si quiere gobernar necesita construir una mayoría parlamentaria "estable" y, a su juicio, tiene dos opciones: "O pacta gobierno con Vox y acepta sus exigencias o busca un acuerdo amplio".

Según el ya exvicepresidente regional, las grandes reformas que necesita Castilla y León precisan de "un acuerdo amplio" y, en su opinión "es la hora". El comentario del dirigente naranja eran una respuesta a las palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, que tras conocer los resultados electorales ha avisa en reiteradas ocasiones al Partido Popular de que "o pacta con Vox o con el PSOE".

Las conversaciones postelectorales están casi en su fase inicial en Castilla y León, pero PP y Vox han esbozado ya sus planteamientos: en el caso de los populares quieren gobernar en solitario, sin dar "ni un paso atrás" en materias como la igualdad y el Estado de las autonomías, mientras que Vox insiste en pactar un gobierno y el PSOE pide un cordón sanitario que aísle al partido de ultraderecha antes de hablar de una posible abstención socialista.