GOBIERNO DE COALICIÓN

Sánchez planifica el semestre europeo de 2023 para apurar la legislatura

El Consejo de Ministros nombra a la directora de la oficina que coordinará la presidencia española en la UE

El Ejecutivo orilla la hipótesis de un adelanto electoral para que las generales coincidiesen con las autonómicas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / Reuters

El clima electoral parece haberse instalado en la política española. El pulso entre el PSOE y Unidas Podemos por la reforma laboral, la eventual construcción de una alternativa progresista liderada por Yolanda Díaz o las declaraciones del jefe de la oposición, Pablo Casado, que considera agotado el ciclo actual, alimentan la hipótesis de que el Gobierno podría estar tanteando la posibilidad de adelantar las elecciones generales para hacerlas coincidir con las autonómicas y municipales en el denominado 'supermayo', en 2023. El Ejecutivo no solo dice descartar que esta opción esté sobre la mesa, sino que, superado el primer trámite de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha comenzado ya a preparar el semestre de la presidencia española de la UE, comprendida entre julio y diciembre de ese año. El Consejo de Ministros nombró este martes a la directora de la oficina que coordinará esa labor, María Aurora Mejía Errasquín.

Es trabajo de la presidencia de turno planificar y presidir las reuniones del Consejo Europeo y representarlo en las relaciones institucionales con el Parlamento y la Comisión. En el caso español, se añade que Pedro Sánchez será el último jefe de Gobierno que ocupará ese cargo durante todo el semestre antes de las elecciones al Parlamento Europeo, en mayo de 2024. Su presidencia, por lo tanto, llegará en un momento en el que los socios necesitarán alcanzar acuerdos y en el que la maquinaria europea estará a pleno rendimiento.

En este contexto, a nadie se le escapa que la presidencia de la UE constituirá un escaparate internacional para Sánchez que podría perder si adelantase las elecciones generales de diciembre de 2023 a mayo. La Moncloa ni siquiera contempla esta hipótesis, aseguran a este diario fuentes gubernamentales. Algunos barones socialistas han aconsejado al presidente del Gobierno en esa misma dirección: aprovechar el impulso del semestre europeo para proyectar liderazgo y descartar el adelanto electoral.

Escenario post PGE

El Ejecutivo trabaja, pues, con la idea de apurar la legislatura y llegar hasta diciembre de 2023. El equipo de colaboradores del presidente prepara ya el nuevo escenario que se abrirá en enero, tras la aprobación de los Presupuestos, una segunda parte del mandato en el que Sánchez tratará de poner en valor la idea de "recuperación justa", apelando a los valores socialdemócratas. Con las cuentas públicas aprobadas y las reformas laboral y de pensiones validadas -tienen que estarlo antes de fin de año-, el Gobierno cree que se adentra en un territorio distinto, en el que el dependerá algo menos de sus socios parlamentarios en votaciones claves. A fin de cuentas, con los Presupuestos aprobados Sánchez tiene un salvoconducto para mantenerse en la Moncloa hasta el final de la legislatura.

La nube más preocupante en este horizonte es el problema energético, el impacto de la creciente factura de la luz. A pesar de las dificultades para reducirla, por la Moncloa confía en que en los próximos meses podrá conseguirlo, cuando la UE logre establecer un mecanismo para comprar gas de forma centralizada y poder negociar así a mejor precio. En todo caso, el Gobierno defiende que Sánchez cumplirá el compromiso de que la factura de la luz sea la misma a final de año que en 2018, descontada la inflación.

El reto para Sánchez es remontar en las encuestas los próximos meses para llegar a 2023 en condiciones de superar la suma de PP con Vox, un objetivo complejo por el auge de Casado tras las elecciones de la Comunidad de Madrid, el pasado mayo, y por la fortaleza que la formación ultra muestra en los sondeos de forma sostenida. El líder socialista depende, también, de qué ocurra con el espacio electoral que representa Unidas Podemos. El PSOE ha asumido que necesita que Yolanda Díaz coseche un buen resultado tras el adiós de Pablo Iglesias para poder reeditar la coalición y revalidar en la Moncloa. Fuentes del entorno del partido morado sitúan las encuestas de Díaz en torno a 4 millones de votos. Los mejores resultados de los morados fueron en su primera cita a unas elecciones generales, en 2015, cuando obtuvieron 5,2 millones, rozando los 5,5 cosechados por el PSOE.