TRAS LA RETIRADA DEL ACTA

Podemos Canarias pide dejar vacío el escaño de Alberto Rodríguez, como ocurrió con Torra

La dirección de Unidas Podemos barajó esta posibilidad pero quedó después descartada por lo ajustado de la artimética parlamentaria

El diputado Alberto Rodríguez en un pleno del Congreso.

El diputado Alberto Rodríguez en un pleno del Congreso.

Un escaño vacío en el Congreso de los Diputados como gesto de protesta. Es lo que piden abiertamente desde Podemos Canarias tras la retirada del acta de Alberto Rodríguez, una opción que también se ha debatido en la ejecutiva de Unidas Podemos, donde finalmente ha quedado descartada. Esta estrategia, que buscaría darle un carácter simbólico y reivindicativo al asiento parlamentario, sigue la estella de la llevada a cabo tras la inhabilitación del ex president de Catalunya, Quim Torra. En aquel caso, JxCat renunció a suplir al líder catalán para "no hacer el juego a la represión", tal como explicó en su día Albert Batet, presidente de la formación en el Parlament catalán. En esta ocasión, los argumentos son similares a los entonces empleados.

El portavoz del grupo parlamentario Sí Podemos en Canarias, Manuel Marrero, compartía este lunes una publicación en la que se pedía abiertamente no ocupar el escaño del canario para denunciar la situación, después de que la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, le retirase el acta de diputado tras su condena del Tribunal Supremo a 45 días de prisión, conmutables por una multa, y una pena accesoria de inhabilitación especial. La decisión de la socialista, a quien Podemos ya ha pedido la dimisión, llegó después de dos escritos emitidos por el presidente de la Sala Segunda del Supremo, Manuel Marchena, urgiendo a la ejecución de la sentencia.

"Yo no correría ahora la lista para suplir el puesto de Alberto. Dejaría el escaño vacío para recordar “ in situ” la ignominia. Porque ocuparlo sería blanquear el desatino, la tropelía, la artimaña", defendía el artículo difundido por el portavoz de Podemos Canarias. Desde la dirección de la federación de Podemos se reafirman en esta propuesta, al considerar que Rodríguez es "irremplazable". "Prefiero que se quede el escaño vacío", aseguran estas fuentes a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, que insisten en visibilizar de esta manera "que el escaño nos lo han quitado".

Este mismo debate se ha producido ya en la dirección de Podemos, que finalmente habría descartado esta hipótesis por dos motivos principales. En el partido gusta la idea de convertir el escaño vacío en un símbolo, con el objetivo de convertir a Rodríguez en una suerte de 'mártir' de los poderes fácticos y las presiones judiciales y, por otro lado, añadir presión al Partido Socialista, cuya dirigente fue en último término quien ejecutó la decisión de retirarle el escaño.

Un planteamiento que reproduce la lógica independentista de enero de 2020, cuando fue JxCat quien renunció a susituir a Torra poniendo en jaque la frágil mayoría del Govern de coalición que mantenía con ERC. En este caso, a diferencia de aquél, los morados parecen haber dado carpetazo a la idea, no por motivos políticos, sino pragmáticos.

Alberto Rodríguez, Diputado de Podemos

Alberto Rodríguez, Diputado de Podemos / Cristóbal García

El primero de ellos es la ajustada aritmética parlamentaria en una legislatura en que el Gobierno de coalición deberá negociar voto a voto con los partido minoritarios el apoyo a medidas de calado como los Presupuestos Generales del Estado o la reforma laboral, cuando ésta llegue a presentarse tras la desavenencias en la coalición. Dejar a Unidas Podemos con 34 escaños en lugar de 35 le llevaría a perder peso a nivel parlamentario, y también a nivel de Gobierno, donde contarían con un voto menos del socio minoritario de la coalición.

La segunda razón que esgrimen desde la cúpula morada para abandonar la idea del 'escaño vacío' es la falta de control sobre los llamados a suceder a Rodríguez en la lista electoral. El número dos de Unidas Podemos en Santa Cruz de Tenerife es Fátima González Bello, de Izquierda Unida, que actualmente ejerce como docente en la isla y que ha aceptado incorporarse en el Parlamento, aunque todavía no hay fecha para la toma de posesión. Desde Podemos admiten que no tienen poder orgánico sobre los siguientes dirigentes en la lista, que fueron elegidos en primarias, de manera que les resultaría muy complicado trasladar a todos los candidatos la petición de renuncia en bloque al puesto que podrían ocupar en el Congreso.

El que sí gana control parlamentario es, precisamente, Izquierda Unida. Con la incorporación de González Bello pasará a tener seis diputados de los 35 totales, ganando dos representantes desde las elecciones generales. Inicialmente estaban el ministro Alberto Garzón, Enrique Santiago y Roser Maestro, además de Joan Mena, dirigente de Esquerra Unida; el pasado verano abandonó su escaño la diputada por Sevilla María Márquez, que volvió a la docencia, y su lugar lo ocupó el diputado de IU Miguel Ángel Bustamante. Así, González Bello ser la sexta dirigente de la formación que obtendría un hueco en el Parlamento, aumentando el peso del partido dentro del grupo Unidas Podemos.

La posibilidad de dejar vacío el escaño de Rodríguez va en línea con la campaña lanzada en los últimos días por la dirección morada, que se ha volcado en bloque con el dirigente canario para denunciar la situación: primero contra la "injusta" sentencia, que le condenaba a 45 días de prisión y pena accesoria de inhabilitación especial, y después contra los movimientos del Supremo requeriendo la ejecución de sentencia; la denuncia de "presiones" y las acusaciones de "prevaricación" le valieron a la secretaria general del partido, Ione Belarra, un rapapolvo por parte del Consejo General del Poder Judicial.

La última muestra de la indignación de Podemos fue contra Meritxel Batet, que el viernes comunicó a Rodríguez la retirada del acta. Poco después de esta decisión, Podemos anunció que presentaría una querella por prevaricación. Finalmente matizaron que sería Rodríguez quien la iba a presentar, aunque el propio interesado no estaba al tanto de esta decisión. En las últimas horas su defensa, encargada al abogado Gonzalo Boyé, que ya defendió a Carles Puigdemont, ha confirmado que no se presentará dicha acción contra la socialista, y que centrarán su estrategia en un recurso al Tribunal Constitucional, primero, para elevar después la causa al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).