Opinión | SEVILLA

Zapatero, padre espiritual de los socialistas

El PSOE se queda en el abismo si Pedro Sánchez se marcha y eso lo debía saber el secretario general antes de publicar su carta

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero durante la presentación de su libro ‘Crónicas de la España que dialoga’.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero durante la presentación de su libro ‘Crónicas de la España que dialoga’. / Europa Press / Diego Radamés

La llamada de José Luis Rodríguez Zapatero a la militancia socialista a movilizarse y salir a la calle en defensa de su secretario general es muy elocuente. El expresidente se pronunciaba en esos términos en los micrófonos de la Ser y dejaba claro, como ha hecho en las últimas campañas electorales, que el padre espiritual de la militancia socialista es sin duda él. 

Zapatero ha entendido con claridad la sensación de estupefacción que la decisión de Pedro Sánchez dejó en el PSOE, entre las bases y en la cúpula. Incluso entre sus allegados y más cercanos colaboradores, que insisten en que no hay ninguna estrategia maquiavélica diseñada para reforzarse políticamente sino la decisión, tomada más con el corazón que con la cabeza, de un presidente del Gobierno que les ha trasladado que hay un coste personal en su vida privada que no piensa pagar. Sánchez escribió la carta, reunió a su núcleo duro y los dejó estupefactos. “Si lo piensas es Pedro en estado puro”, resumía alguien próximo esta mañana. Él, su corazón, por encima de todo lo demás. 

Es la misma sensación en la que quedó el PSOE. Congelado. Estupefacto. Pasmado. En shock. Cualquiera de esos calificativos recorrieron de boca en boca entre los cuadros medios orgánicos del partido este miércoles. Todo el partido se preparó para cualquier escenario. Una cuestión de confianza, como el más anhelado, como la salida menos dañina, como la opción estratégicamente menos costosa. Una dimisión y una convocatoria de elecciones para finales de julio como otra pirueta política de riesgo que convence a medias a muchos dirigentes que se consuelan con el “hay que tener fe porque siempre le sale bien”. Una dimisión definitiva y una retirada de la escena política nacional como el escenario más disparatado pero igualmente posible, que dejaría al partido en una situación imposible. Con la vicepresidenta primera María Jesús Montero como candidata más posible y en la tesitura de tener que someterse a una nueva investidura en mitad de una aritmética parlamentaria endiablada. 

Zapatero ha sabido tocar el botón otra vez. Lo lleva haciendo desde las elecciones autonómicas y municipales de hace un año. Ha tocado esa tecla moral que le da a la militancia socialista un motivo para salir del momento de pasmo y pasar a la acción. Les ha encomendado la tarea de convencer a Pedro Sánchez de que se quede, de que lo necesitan. Es el sentimiento mayoritario pero, desde luego, no el único que ha recorrido al partido desde que estalló la bomba en forma de carta con tintes de confesión. Si se pulsaba a muchos dirigentes socialistas tras la decisión del presidente había prudencia, respeto a su dolor y respaldo, sí. Pero había también una crítica velada, una red de seguridad desplegada por si nadie puede convencer a Sánchez de que entre en razones y se olvide de sus sentimientos y de los de su familia: “El PSOE es mucho más que Pedro Sánchez, que no se nos olvide”. Dicho en boca de un dirigente socialista de peso cobra mucho significado. 

Lo que cabría preguntarse es si es verdad, si en estos momentos el PSOE es más que Pedro Sánchez, quién tomaría las riendas si de verdad da un paso al lado, quién asumiría el control del partido, quién sería candidato en unas elecciones generales si es cierto que esto acaba en retirada, quién está preparado para conquistar el corazón de una militancia socialista que hace ya muchos años que se acostumbró a un partido jerárquico y presidencialista, con aires cesaristas, donde Sánchez lo es todo. Cuando despliegas esta tanda de preguntas ante los dirigentes del partido todos acaban diciendo lo mismo: “No, no, no se puede ir”. 

El PSOE se queda en el abismo si Pedro Sánchez se marcha y eso lo debía saber el secretario general antes de publicar su carta. “El único ahora mismo que nos puede salvar es Zapatero”, concluyó alguna voz autorizada. De nuevo, el expresidente con la capa de Superman con las siglas socialistas. A ver qué pasa.