Opinión | GUERRA EN ISRAEL

La razón de atacar a Irán

Netanyahu necesitaba una excusa para recuperar legitimidad, por eso nada mejor que ser respondidos para volver a ser víctimas, distraer la atención y alejarla de la ofensiva inhumana en Gaza

Imagen de archivo de la guerra en Gaza

Imagen de archivo de la guerra en Gaza / Abed Rahim Khatib/dpa

A estas alturas nada puede ya sorprender, pero sigamos la traza de todo lo que está pasando y no tardaremos en conceder que la respuesta de Israel a Irán forma parte de una conspiración. El ataque de Hamás del 7 de octubre sorprendió al gobierno de Benjamín Netanyahu, sin embargo, el tiempo ha puesto en evidencia que los servicios secretos israelís estaban al tanto de la posibilidad de un ataque, pero el ejército no recibió instrucciones para pararlo, en un momento crítico donde Netanyahu estaba muy cuestionado.

¿Por qué no se hizo nada para prevenirlo o al menos paliar sus consecuencias? Cada vez hay más argumentos que defienden que la guerra en Gaza era la mejor salida posible para un líder en horas bajas. En todo caso, el dilema aún no resuelto de aquel inicio nos lleva a la situación actual con la implicación de Irán en el conflicto. 

Metidos en la estrategia de acabar con Hamás, -un objetivo improbable aun arrasando Rafah-, la pregunta es ¿Para qué meter a Irán en la ecuación? Todos sabemos que los ayatolás apoyan a la milicia palestina, pero una cosa es apoyar, lo mismo que hace EE.UU. con Israel, y otra muy distinta es considerar que atacando directamente a Irán se avanza con el problema en Gaza ¿Por qué atacó el ejército de Israel la embajada iraní en Damasco?

Netanyahu necesitaba una excusa para recuperar legitimidad, por eso nada mejor que ser respondidos para volver a ser víctimas, distraer la atención y alejarla de la ofensiva inhumana en Gaza. Se atacó a Irán a sabiendas de que su respuesta sería controlable. Ni a Irán ni a Israel les interesa una guerra abierta, como se ha demostrado por las respuestas de cada uno de ellos comunicadas previamente a las cancillerías de Washington, Londres y París. Introduciendo un nuevo actor mucho más peligroso que la población indefensa en palestina, Netanyahu y su gobierno recuperan el apoyo perdido a cambio de tener mano libre para seguir masacrando en Gaza como hasta ahora. Visto así el ataque directo a Irán parece una confabulación, pero es difícil encontrar otra razón.