Opinión | LA NEWSLETTER DEL DIRECTOR

La ficción de gobernar

Sánchez trata de escapar de una realidad incómoda a lomos de la política exterior y con golpes de efecto en el interior 

Pedro Sánchez recientemente en la visita al laboratorio forense del valle de Cuelgamuros.

Pedro Sánchez recientemente en la visita al laboratorio forense del valle de Cuelgamuros. / MONCLOA

La política española está llena de mitos y dos de los más extendidos son el denominado síndrome de la Moncloa, que aísla a sus moradores de la realidad del país que gobiernan, y la apuesta de los presidentes por las relaciones internacionales cuando las cosas van mal en el interior. Veremos en los próximos meses si en Sánchez hay indicios de lo primero, pero no hay duda de que ya le está sucediendo lo segundo.

Este mismo viernes, inicia una gira para reunirse con los primeros ministros de los gobiernos europeos más proclives al reconocimiento del Estado de Palestina, una bandera que ha decidido enarbolar en el contexto de la guerra de Gaza. La semana pasada, ya centró su visita a Oriente Medio en la defensa de los dos estados al calor de la decisión de la ONU de abordar la petición palestina.

El Gobierno ha estrenado hace sólo unos meses la nueva legislatura, pero ya da señales que apuntan a una fatiga de materiales ante la dificultad de gobernar de forma efectiva por la falta de apoyos en el Congreso y el cerco del PP por los presuntos casos de corrupción. Sánchez trata de escapar de una realidad incómoda a lomos de la política exterior y con golpes de efecto en el interior.

El anuncio de que el Gobierno recurrirá al Tribunal Constitucional y a organismos internacionales las leyes de concordia de los ejecutivos regionales de PP y Vox para proteger la de Memoria Democrática, aun sin contar con textos aprobados en los que sustentar la ofensiva, o la visita al laboratorio forense del valle de Cuelgamuros, que provocó el enfado mayúsculo de los familiares de las víctimas del franquismo, son fogonazos con los que se pretende deslumbrar a los ciudadanos.

Algo similar sucede con la derogación de las golden visa, de la que en una década apenas se han beneficiado 10.000 extranjeros con recursos para adquirir viviendas de medio millón de euros. Sólo el año pasado, en España se registraron casi 600.000 operaciones de compraventa de pisos. Difícilmente los jóvenes y las familias, como sostiene el Gobierno, tendrán más fácil su acceso a la vivienda gracias a esta medida.

Después de defender que no hace falta tener Presupuestos Generales del Estado, -"No supone ningún freno", dijo el ministro Cuerpo-, el Ejecutivo se aferra a la ficción de que está gobernando.

HOY LES RECOMIENDO:

Y UN ‘BONUS TRACK’:

Los criterios de Criteria, por Albert Sáez