Opinión | VENGA, CIRCULE

Uno, dos, tres, calma

Con la patronal y con los empleados públicos más inútiles del archipiélago -esos que se autodenominan políticos por Canarias- solo habríamos de lidiar por medio de la Corte Penal Internacional

Uno, dos, tres, calma

Uno, dos, tres, calma

No pasa una semana sin varios casos de este tipo, si se tratara de una enfermedad estaríamos hablando ahora mismo de epidemia. Pilló la policía este miércoles a una familia de turistas alemanes circulando en coche por un sendero peatonal en un volcán de Lanzarote. Quién sabe si los multaron o no, yo la fe la tengo en Dios, no en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La patronal nos dice que recordemos cuál es nuestro sitio y dejemos tranquila a «la vaca que da leche», a mí lo que me interesa saber más que nada es dónde está la leche y quién se la llevó. ¿Alguien lo sabe? Si la vaca es un modelo turístico como este que padecemos en nuestras carnes por mí que reviente todo por los aires. Los adultos no necesitamos consumir leche, podemos prescindir de las migajas esas que nos tiran a la cara a ver si nos callamos. Calma, calma, respiremos hondo. Pobres turistas, por un perro que mataron… los llamaron mataperros. No sabían que no se podía ir por ese sendero peatonal en coche, las advertencias están hechas para los tontos, no para ellos. Será ese uno de los poquísimos sitios en las islas que está señalizado solo en español. Digo para los tontos porque así se siente mucha gente, un poco tonta, un poco loca, cuando lee a Fernando Clavijo pedirles sentido común a los canarios mientras el presidente de la patronal hotelera Ashotel nos insulta a todos. No es novedad, ya nos llamó subnormales Tom Smulders en su día y aquí nadie pidió calma ni sentido común.

Bueno, keep calm and carry on o no sé qué. Hablemos de sentido común: "Los canarios son cada vez más pobres pero más felices", "Un 36% de la población canaria está en riesgo de pobreza", "Los aeropuertos canarios baten récord histórico registrando cerca de 40 millones de pasajeros en lo que va de año", "Los canarios pagan el alquiler más alto con el sueldo más bajo del país", "La compra de viviendas por parte de extranjeros residentes sube en Canarias como en ninguna otra autonomía". Tiene que estar a punto de parir la vaca esa, ojalá llueva sentido común en el campo en vez de café. A los críos les enseñamos alemán en el colegio y en el instituto y luego salen a la vida real y a ver quién les pide que hablen el idioma más horrible y cuadriculado del mundo. Más allá de los hoteles a nadie le importa ni el alemán ni el sueco y muchísimo menos el danés o el noruego, esta es la verdad. Trade offer: nosotros pedimos sueldos dignos, moratoria turística, ley de vivienda. Ellos nos mandan… Den un paseo por Maspalomas o por Puerto Rico una noche cualquiera si quieren descubrirlo si no lo han hecho ya. Con la patronal y con los empleados públicos más inútiles del archipiélago -esos que se autodenominan políticos por Canarias- solo habríamos de lidiar por medio de la Corte Penal Internacional. Ellos a un lado, al otro lado el pueblo. Tiempo al tiempo, ojalá estos ojos vean el día en el que las consecuencias de unos determinados actos no las padezcamos nosotros viendo nuestros mares y playas convertirse en lodazales ni el agua desaparecer de los grifos de las casas mientras sigue corriendo en campos de golf y en hoteles. Siempre creí en los milagros. Alcé las manos al cielo y le recé a Dios, amén.

Esta semana perdieron los papeles los británicos con las pintadas de Tourist Go Home en Tenerife, no se creen lo que están empezando a ver. A saber cómo de ciegos van normalmente que solo les impactó ahora. Se dieron cuenta de pronto de que los macroproyectos, los atentados medioambientales y las olas de "nuevos residentes" que convierten nuestros barrios en cementerios de Airbnb no nos entusiasman ni nos hacen gracia. De paso nos recuerdan, indignadísimos, que "Nosotros pagamos vuestros sueldos". Me da a mí que la poquita leche que da la vaca se la quedan tres o cuatro personas que impiden que los demás puedan vivir con dignidad en su tierra. Ahora debaten sobre nosotros y nuestro súbito hartazgo en programas de televisión matinales y en la prensa británica y se preguntan si estamos seguros de nuestras protestas porque quizá se revieren y nos castiguen dejando de venir. No, por favor. En un año o así se enterarán de que Clavijo está dispuesto a vendernos a todos con tal de que sigan viniendo y se tranquilizarán.