Opinión

El empuje del periodismo plural

Periodistas de ‘El Periódico de España’, en la redacción de la cabecera.

Periodistas de ‘El Periódico de España’, en la redacción de la cabecera. / José Luis Roca

Les cuento una experiencia personal en este artículo con la que pretendo que entiendan la diferencia entre dirigir un diario como EL PERIÓDICO DE ESPAÑA a responsabilizarse de cualquier otro. Les pongo en situación: noche electoral. Autonómicas o generales, elijan ustedes, porque el orden de los sumandos no alterará la conclusión.

En la redacción de un diario digital, como es el nuestro, que además tiene una versión impresa, la tensión es máxima. Hay un flujo de mensajes y llamadas constantes con los redactores y fotógrafos destacados en las principales sedes de los partidos. En las administraciones. En las calles. Hay un flujo de mensajes y llamadas constantes también entre nuestro diario y el resto de periódicos del Grupo Prensa Ibérica.

Cada cabecera tiene unos objetivos cercanos, pero sin descuidar los que nos son comunes. Todos pensamos en las necesidades de todos. El periodismo plural. La coordinación máxima. Trabajamos en ‘hub’. Redacciones de todo el país informando en red. Sumamos recursos y potencia. Y multiplicamos por mucho, por muchísimo, la calidad del producto final. El formato y su consecuencia resulta y resultará imbatible.

Pero volvamos a la evocación de los detalles de esa noche electoral a la que les he llevado de la mano. Se acerca la hora de cierre en imprenta y falta alguna página por pasar... hay alguna carrera que otra de una zona a otra de la planta, pero parece que llegamos. Sí, como siempre, llegamos para cumplir con nuestros lectores. Es nuestra responsabilidad. Nuestro compromiso. Su derecho a estar informado en tiempo y forma. Portadas para web y papel, listas. Todo en orden.

Hay quien entonces estira las piernas por fin y quien busca el último trozo de la tortilla que nos ha acompañado en la jornada. Es el momento en que la respiración y las pulsaciones bajan y hay espacio para la valoración del trabajo hecho (el análisis sobre el que han protagonizado los políticos queda plasmado en piezas digitales y el papel). Pero repasar el enorme esfuerzo que ha realizado el equipo aquí no es, a diferencia de lo que ocurre en otras cabeceras, sencillo. Ni rápido.

En nuestro caso no basta con medir cómo se han volcado cinco, seis, siete o una decena de periodistas de un magnífico equipo propio, que lo es... no. Porque en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el equipo no son solo los compañeros de la casa, sino los del conjunto de las 26 redacciones de los diarios que conforman Prensa Ibérica. El número de profesionales que han llegado a participar en la cobertura de las campañas electorales es complicado de calcular. 

Aún así, en el repaso sosegado y nocturno que hacemos en la redacción recordamos muchos de sus nombres, habituales ya de nuestra web y nuestras páginas en papel, y el lujo que supone contar con sus firmas. Con sus miradas. Con sus acentos. ¡Con su humor en días tan complicados de trabajo! Nos congratulamos de ser uno de los pocos periódicos ubicados en Madrid, si no el único, que jamás caerá en la tentación de mirar a España -en el ejemplo que nos ocupa una España que acaba de votar- con gafas centralistas: los ojos del más del millar de compañeros de Prensa Ibérica repartidos por todo el país son nuestros ojos. Sus manos son nuestras manos. Sus análisis llenos de sabiduría acumulada y cercanía extrema son los nuestros. Los rincones y secretos que conocen gracias al oficio son también nuestros. Los nuestros, por supuesto, son suyos. Sobre todo, de sus lectores.

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ya es una realidad informativa con gran capacidad de influencia y capilaridad

Todo es valor añadido: en una noche como la electoral, hemos jugado cada cual para nuestro club, pero sin olvidar que tenemos el orgullo y el privilegio de jugar al mismo tiempo para una gran selección: la de Prensa Ibérica. Las campañas electorales de este año y sus noches electorales han servido para comprobar el músculo informativo que tiene este grupo al que pertenecemos. La satisfacción del trabajo bien hecho se ha compartido en 26 redacciones, 26 sedes ubicadas en todos los rincones del país repletas de periodistas con garra. Recuerden que hablamos de periódicos completos, no de delegaciones ni de corresponsales territoriales. El impulso es imparable. Y se puede comprobar.

Les he llevado con intención a lo concreto, priorizando la descripción de la práctica sobre la teoría, porque EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ya no es un proyecto por hacer o una buena y novedosa idea: es una potentísima realidad periodística que se ejerce en grupo, desde la periferia hasta el centro del país, reforzada por las numerosas exclusivas y primicias que a lo largo de sus ya dos años de vida ha protoganizado la redacción de Madrid. Somos en estos momentos una de las propuestas informativas nacionales con mayor capacidad de influencia y de capilaridad en este país. 

Al mismo tiempo, hemos decidido apostar por aportar serenidad a una España demasiado acostumbrada en los últimos años al exceso de ruido y las trincheras político y mediáticas. Nosotros nos comprometemos con nuestros lectores a poner sobre la mesa la mejor información nacional, internacional, económica, social, cultural, de investigación y ahora también, de Madrid. Podría pasarme horas y horas contándoles, pero se lo pongo fácil y les facilito unos contenidos multimedia que les llevan a sumergirse en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Adelante.