Opinión | DESPERFECTOS

Zapatero reaparece

Ni el más atinado de los augures pudo prever que aquel diputado casi desconocido iba a trastocar el transcurso evolutivo del PSOE 

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. / EP

Un millón y medio de jóvenes tienen la posibilidad de votar este domingo por primera vez. Cuando nacieron, Zapatero estaba en la Moncloa. Hace 18 años, la propuesta de Constitución europea quedó maltrecha y la memoria de la Transición se estaba deshilachando. Ahora, en plena campaña, la reaparición de Zapatero tiene el aire de un 'remake' un poco a destiempo, en un mundo muy acelerado en el que chocan radicalidades e inercias, entre inestabilidades de nueva dimensión. 

Rodríguez Zapatero fue elegido secretario general del PSOE en el año 2000, en plena mayoría absoluta del PP de Aznar. Así comenzó la década. Después de la discordancia respecto a Irak, el atentado del 11M en vísperas de las elecciones generales de 2004 fue la máxima tragedia. Entonces Zapatero llega al poder y España ha pasado de la peseta al euro. Ante los primeros indicios de recesión, Zapatero la niega. Al tiempo, apoya un segundo estatuto de autonomía catalán, respalda el pacto del Tinell y prefigura una etapa de concesiones al nacionalismo que dejan el Estado al descubierto. Hizo una política exterior inmadura y contradictoria. 

En unos días, cientos de miles de jóvenes españoles se acercarán por primera vez a las urnas con el covid, la inflación, la guerra de Ucrania, el paro y el abandono escolar tatuados en el DNI. ¿Van a protagonizar un giro significativo hacia la derecha o son una nueva ola de 'indignados'? Los análisis demoscópicos se refieren al componente reactivo del nuevo voto, con una línea de puntos que propende a la derecha. Salvo franjas ideológicamente ancladas, temen la carga fiscal que heredarán de una sociedad que envejece, no mejora su productividad y espera del Estado todas las soluciones y la democracia providencialista. Está ocurriendo en casi toda Europa.

En el PSOE, la 'Nueva Vía' de Zapatero ganó por unos votos a José Bono. Ni el más atinado de los augures pudo prever que aquel diputado casi desconocido iba a trastocar el transcurso evolutivo del PSOE y a convertirse en espectador de un desmoronamiento económico en 2008. Entre otras cosas, Zapatero negaba la crisis y rehusó acometer en su segundo mandato las reformas que en Alemania hizo el canciller socialdemócrata Schröeder.

El socialismo español llevaba mucho trecho desde Pablo Iglesias, de Largo Caballero a Indalecio Prieto. Con la transición democrática y la tutela benéfica de la socialdemocracia alemana, el liderato de Felipe González iría llegando al rechazo del marxismo, la aceptación de la economía de mercado, al sí a la OTAN después del 'no' y a jugar en la cancha de lo que ahora es la Unión Europea. El felipismo gobernó entre 1982 y 1996; Zapatero, entre 2004 y 2011; Pedro Sánchez lleva en La Moncloa desde 2018. Si después del domingo tiene que irse a su casa, ¿acabará sustituyéndole Zapatero al frente del PSOE? Más allá de esta hipótesis, en todos los partidos políticos las sucesiones siempre son traumáticas. Pedro Sánchez apareció, se fue y volvió en uno de esos escenarios dramáticos que parten el corazón a los socialistas con sentido de la realidad. Pérez Rubalcaba no logró cuajar y un político cabal como Javier Fernández no tuvo margen de maniobra. Los pactos de Sánchez han acabado perjudicándole. Aun así, el PSOE está en una posición mucho más sólida que los partidos socialistas en Francia o Italia. Si finalmente Zapatero sustituyese a Sánchez en el PSOE, la situación sería equiparable a un bucle de regreso al pasado inútil.