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Europeístas, ¿hasta dónde?

Los españoles confían más en la Comisión Europea que en el Gobierno central, pero solo el 28% sabe quién la preside. Desconocemos casi todo de cómo se gobierna Europa

No parece normal que en España el PSOE y el PP no puedan pactar nada cuando las grandes decisiones se toman en Bruselas y es necesario el acuerdo entre las dos fuerzas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo

El martes fue el Día de Europa y el 1 de julio España ocupará la presidencia rotatoria de seis meses de la UE. Y las noticias nos dicen casi cada día que desde la política económica (el euro) hasta la exterior (guerra de Ucrania), o incluso la justicia (euroórdenes), muchas decisiones relevantes no se toman ya tanto en Madrid como en las instituciones comunitarias.

Pero ¿hasta dónde los españoles se sienten europeos y conocen el funcionamiento de la UE? La respuesta a esta doble pregunta muestra una aguda y relevante divergencia. Los españoles se sienten europeos –y europeístas– pero desconocen casi todo del funcionamiento de Bruselas. Somos europeístas, pero desinformados. Alguien podría decir que somos "europeístas no practicantes", recordando la respuesta de "católicos no practicantes" de muchos españoles cuando se les pregunta por su religión. Pero es otra cosa.

Según el último Eurobarómetro (marzo de 2023), el 86% de los españoles se sienten europeos, por encima del 74% de media comunitaria. Y el 66% (contra el 62%) se declara optimista sobre el futuro de Europa. Es más, el 76% cree que se tienen que tomar más decisiones a nivel comunitario, 20 puntos por encima de la media comunitaria del 57%. Somos pues más europeístas que la media europea. Además, según el último estudio del Real Instituto Elcano, la Comisión de Bruselas y el Parlamento Europeo son más apreciados (5,7 y 5,4 de nota) que el Gobierno y que el Parlamento español (4,8 y 4,4). ¿Indica mayor confianza en Europa o un gran recelo respecto al Gobierno y los partidos españoles?

También parece que nuestras preocupaciones son bastante similares. La inflación es ahora el primer problema para un 54% de españoles y el 53% de media de los europeos. Y la seguridad del suministro energético preocupa a los españoles (14%) y a los europeos (19%). Eso sí, los españoles estamos más pendientes del desempleo (22%) que los europeos (10%), lógico pues doblamos su tasa de paro. Por contra, el cambio climático nos atribula menos (7% contra 14%).

Nos sentimos europeos y casi nos preocupa lo mismo que a los europeos, pero desconocemos casi todo de cómo se gobierna Europa. El ejemplo más flagrante es que solo el 28% sabe que Ursula von der Leyen es la presidenta de la Comisión. Un desconocimiento que contrasta con el 65% que sabe quién es el ministro Bolaños. O incluso el 43% que conoce a Luis Planas, el muy discreto ministro de Agricultura. Y solo un porcentaje bajo da la respuesta correcta –la reunión de los gobiernos de los estados miembros– cuando se les pregunta qué es el Consejo Europeo que España va a presidir el próximo 1 de julio, lo que desconoce nada menos que el 44% de los encuestados por Elcano.

Somos muy europeístas, pero sabemos poco lo que pasa allí. Por eso es extraño –o curioso– que una gran mayoría, nada menos que el 71%, se declare favorable a la ampliación de la UE cuando la media comunitaria, quizás porque son conscientes de que la ampliación puede comportar más dificultades en la toma de decisiones, está en un más modesto 52%. ¿Tenemos un desmedido entusiasmo europeísta como consecuencia de que durante la dictadura franquista el entonces Mercado Común, del que estábamos excluidos, era visto como una meta de libertad y bienestar? Además, el funcionamiento de la UE, con muchas instituciones y estados miembros, no es fácil de seguir. Por eso, por ejemplo, un 38% de los que tienen un nivel educativo superior conocen a Ursula von der Leyen, contra solo el 20% de los que han cursado la enseñanza obligatoria.

Un último apunte. La relativa ignorancia de la política europea comunitaria perjudica notablemente a la política interna. En la UE hay diferencias políticas, pero la fuerte bipolarización española entre izquierda y derecha parece poco normal ya que muchas decisiones relevantes se toman a nivel comunitario, lo que exige lograr consensos entre, como mínimo, las dos fuerzas principales, populares y socialdemócratas. Y en la Comisión de Bruselas hay políticos de partidos muy distintos.

¿Pueden el PSOE y el PP no pactar nada en España cuando en Europa populares y socialistas están obligados a tomar juntos las grandes decisiones?

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