Opinión | GUERRA

Plan Marshall para Ucrania

La redención de Ucrania debe lograrse por la ayuda de las sociedades libres

Tanques Leopard

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Frans Timmermans es un prestigioso diplomático socialdemócrata holandés que ocupa el cargo de vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea desde 2014, nombrado por Juncker y confirmado por Von der Leyen. Jefe de misión de su país en Moscú, experto en el país, habla ruso fluido y sus opiniones sobre la guerra de Ucrania tienen gran influencia. Y acaba de publicar un artículo titulado 'La única manera de terminar la guerra' en el que, aunque seguro de que Putin no será el vencedor, expresa su temor de que el conflicto se prolongue indefinidamente. Y para evitarlo, realiza una propuesta muy razonable, que los europeos deberíamos aceptar.

Timmermans argumenta que ese riesgo de que la guerra se enquiste y se estanque será tanto menor cuanto mayor sea la ayuda que reciban los ucranianos para expulsar de su territorio a los rusos y obligarles a permanecer dentro de sus propias fronteras. Pero el conflicto no cesará del todo si la paz que se logre no es justa. Y para que lo sea, es necesario que Ucrania recupere, además de sus fronteras internacionales, su condición íntegra de Estado y su derecho a elegir su propio destino. “Eso es crucial, porque la justificación de Rusia para su agresión se basa en la negación del Estado ucraniano. Tales afirmaciones nacen de una ideología nacionalista e imperialista rusa que descarta la idea misma de una identidad ucraniana distinta. Rusia define al pueblo de Ucrania como lo que el jurista nazi Carl Schmitt llamó un "enemigo total que no solo debe ser derrotado, sino también borrado, no por lo que hace, sino por lo que es”. Esta actitud sería la que justificaría, a ojos de la autocracia rusa y del sátrapa Putin, la comisión de crímenes de guerra, como sirvió a Hitler para impulsar el Holocausto.

La redención de Ucrania debe lograrse por la ayuda de las sociedades libres"

Aunque, como es lógico, cuando cese el conflicto habrá que pedir cuentas a Moscú por los estragos —con independencia de las responsabilidades jurídicas y políticas que hayan de asumir los agresores—, la redención de Ucrania debe lograrse por la ayuda de las sociedades libres. Timmerman propone un Plan Marshall que combine “la reconstrucción y la transformación económica con las reformas legales, administrativas y sociales necesarias para permitir que Ucrania funcione plenamente como un estado miembro de la UE”. Occidente debe renacer cuanto antes mientras los rusos reconsideran qué hacer con su destino.