Opinión | GIRA DE PEDRO SÁNCHEZ

Latinoamérica como oportunidad

El nuevo mapa político en la región facilita las relaciones con la Unión Europea que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere impulsar

EEUU ha advertido que las inversiones chinas pueden desplazar al capital europeo en la región

Pedro Sánchez con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, de viaje oficial.

Pedro Sánchez con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, de viaje oficial. / Raúl Arboleda

La gira latinoamericana de Pedro Sánchez acompañado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y un nutrido grupo de empresarios, ha tenido el objetivo oficial de aprovechar el nuevo mapa político de muchos países de la región para atraer inversiones a España y adelantarse así a otros competidores. El Gobierno quiere ser la avanzadilla de las nuevas relaciones de la UE con América Latina y Sánchez erigirse en un referente de la nueva izquierda latinoamericana. De ahí que su viaje haya abarcado Colombia -que cuenta por primera vez con un presidente de izquierdas, Gustavo Petro-, Ecuador -donde gobierna el liberal conservador Guillermo Lasso-, y Honduras, cuya presidenta desde hace un año es Xiomara Castro, del izquierdista Partido Libre.

Las relaciones de España con la América hispana no son una opción. El hermanamiento es más histórico y social que político y la amistad se ha mantenido siempre, incluso en las etapas más negras a un lado y otro del Atlántico. Una amistad que también debe ser pragmática porque la digitalización acelerada provocada por la pandemia y los retos medioambientales abren un gran abanico de posibilidades en una región potencialmente muy dinámica. Es cierto que, según un reciente informe del Banco Mundial, las cicatrices del covid tardarán en desaparecer y, aunque se esperan crecimientos superiores al 2% en 2022 y 2023, los resultados regionales siguen estando entre los más bajos del mundo. Sin embargo, América Latina y el Caribe contribuyen con solo el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y tienen enormes ventajas comparativas en la economía verde y energías renovables.

Pero no hay que olvidar que en la última reunión del G-7 en Alemania, el presidente norteamericano, Joe Biden, advirtió que China está convirtiéndose en un importante inversor en América Latina y que el gigante asiático terminará desplazando a los capitales europeos y norteamericanos de los países en desarrollo. Por eso, los asistentes al foro se comprometieran a crear un fondo de 600.000 millones de dólares para infraestructuras sostenibles con el fin de plantar cara a China, que, con su nueva ruta de la seda está estableciendo vínculos de dependencia económica con grandes zonas alejadas hasta ahora de los intereses occidentales.

"La gira de Sánchez se enmarca igualmente en el papel primordial que el Ejecutivo le quiere dar a América Latina durante la presidencia española de la UE"

La Unión Europea, mientras, prepara el desembarco en América Latina con un proyecto del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que impulsa un plan de inversiones de 8.000 millones de euros. La gira de Sánchez se enmarca igualmente en el papel primordial que el Ejecutivo le quiere dar a América Latina durante la presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023. En este sentido, y aunque el eje del encuentro que Sánchez mantendrá mañana con el canciller Olaf Scholz sea el chantaje energético de Rusia y el proyecto MidCat para llevar gas a Europa, sería una buena oportunidad para plantear que Latinoamérica sea un objetivo preferente de la UE.