CUIDADO DE LA PIEL

Rozaduras e irritaciones por el calor: la pesadilla que llega con el buen tiempo

La fricción causada por el sudor en la piel puede provocar irritación, picazón y enrojecimiento en la zona

La barra de Mercadona que elimina las rozaduras y ampollas provocadas por el calzado en verano

Personas paseando en la playa

Personas paseando en la playa / Pixabay

Con la llegada del calor, también llegan las molestas rozaduras en los muslos, un problema común que afecta especialmente a las mujeres. Esto puede complicarnos el día, sobre todo cuando se quiere vestir con pantalones cortos, vestidos o faldas. Pero ¿por qué aparecen y cómo solucionarlo?

La fricción causada por el sudor en la piel puede provocar irritación, picazón y enrojecimiento en la zona. Esto se debe a que no llega a evaporarse del todo en las glándulas sebáceas. Situadas en la dermis y compuestas por células llenas de lípidos, son las encargadas de hidratar la piel.

Acabar con la rojeces

Para evitar que este contratiempo no arruine la salida al aire libre, una de las opciones por las que se puede optar es la aplicación de un spray reparador libre de agua. De esta manera mantendremos la piel hidratada, calmando el daño causado por los roces.

Otro truco que podemos utilizar, es el uso de talco con almidón. Con estos polvos la zona irritada se mantendrá seca y fresca, reduciendo la sudoración excesiva y evitando así la fricción entre los muslos y evitando sentir incomodidad.

En caso de llevar vestidos o faldas, las molestias pueden ser aún mayor. En este caso se puede optar por ligas "anti-fricción" o mallas cortas, que son perfectas para llevar debajo de la ropa en los días calurosos. Con esto se puede evitar que los muslos se peguen y suden, reduciendo así el riesgo de irritación y proporcionando una sensación de comodidad durante todo el día.