La cuenta atrás para los semáforos de cuatro colores

Junto al paso de peatones, la señal de STOP o de ceda el paso, el semáforo es uno de los elementos de tráfico más importantes a la hora de dirigir la movilidad en las ciudades, tanto para coches como para personas y otros vehículos como las bicicletas o los patinetes.

Aunque los semáforos han sufrido muchas modificaciones desde que se implementaron en las carreteras de todo el mundo hace ya casi dos siglos, siempre han mantenido un patrón que hace que sean fácilmente interpretables en todas partes del mundo: los tres colores, verde, rojo y ámbar.

Sin embargo, ahora parece que este lugar común en torno a los semáforos está a punto de cambiar con la llegada de un nuevo color. Según ha informado el Diario de Navarra en un artículo sobre un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU), la próxima irrupción de los coches autónomos en las vías urbanas e interurbanas habría creado la necesidad de incorporar un nuevo código al semáforo de toda la vida.

El semáforo de cuatro colores

La propuesta del grupo de ingenieros que ha desarrollado la investigación, que plantea la necesidad de introducir un nuevo color, aboga por emplear el blanco para hacer más eficiente el control del tráfico cuando comiencen a proliferar los coches autónomos.

Los ingenieros que han elaborado el estudio creen que la luz blanca servirá para mejorar el tiempo de paso por las intersecciones y reduciría el consumo de combustible. Funcionará de tal forma que cuando un número elevado de coches autónomos se acerquen a estos semáforos, se encenderá la luz blanca y los conductores solamente deberán seguir a estos vehículos automatizados.

Hasta ahora, el único semáforo con luz blanca que había en España era el que incluía una línea blanca sobre un fondo negro, que se limitaba a los tranvías y a los autobuses en según que momentos y condiciones. Aunque no es inminente la modificación de los semáforos, estos cambios podrían darse en el futuro debido al avance continuo de las tecnologías.