ESCENA INESPERADA

No lo creerás: lo que ha pasado en este pasillo de un Mercadona se viraliza

Los visitantes de un Mercadona graban una escena totalmente inesperada en los pasillos del establecimiento

Así es el sueldo de los trabajadores de Mercadona.

Así es el sueldo de los trabajadores de Mercadona.

EPE

EPE

Las pedidas de matrimonio son (o deberían ser) momentos muy especiales que se recuerdan para siempre. Hay quienes prefieren que sea un acto íntimo, que quede en la memoria únicamente de la pareja, y, por el contrario, hay quienes prefieren proclamar su amor a los cuatro vientos y hacer una declaración por todo lo alto y delante de mucha gente. Esta última opción es por la que se ha decantado el protagonista de esta anécdota, quien le ha pedido la mano a su novia en el pasillo de un Mercadona.

El hombre en cuestión entra en el establecimiento, se dirige a la zona de perfumería donde se encuentra su prometida trabajando cuando le sorprende con una banda de la tuna y comienzan a cantar. Ante la expectación de la multitud, el hombre saca el anillo y se arrodilla. La mujer se queda atónita y se lleva las manos a la cara, pero seguidamente se lanza a los brazos de su futuro marido y todo parece indicar a que le dice que sí quiere casarse con él.

"¡Oh, qué bonito!", decían algunos de los presentes durante la pedida. Otros, en cambio, no daban crédito y repetían: "No veo esto normal, no veo esto normal". Mientras tanto, la tuna seguía cantando y todos exclamaban: "¡Vivan los novios!".

Surrealista performance para pedir matrimonio

Hay escenas de la vida cotidiana donde la realidad supera a la ficción, y esta es una de ellas: la pedida de mano grabada ayer en Fortuna (Murcia) podría estar dirigida por José Luis Cuerda, pero es fruto de la imaginación de un joven anónimo, que ingenió junto a unos amigos una performance sin precedentes para pedirle matrimonio a su pareja.

En el vídeo que registra los sucesos, se observa cómo un grupo de hombres carga un ataúd por las calles de Fortuna sobre las 21:00 del 13 de octubre. Cuando llegan al acceso a la Avenida Salvador Allende, comienzan a sonar los tambores de una marcha procesional que toca en directo la banda municipal de Fortuna (de la que el joven es miembro), y desfilan solemnemente hasta la terraza del bar donde se encuentra la pretendida. Durante la marcha, los amigos del novio van acompañados de curiosos y conocidos que graban la escena con sus teléfonos y caminan al compás de la música.

Pero es al posar el féretro en el suelo, frente a la novia y los comensales del local, cuando ocurre la escena más absurda de la secuencia: del cajón sale el novio vestido de Darth Vader (un conocido personaje de la saga Star Wars) mientras la banda toca la 'Marcha Imperial' y empieza a desfilar y bailar frente a la terraza del bar.

Tras exhibir una pizarra que reza "Espero que me diga que no", el enamorado se quita la máscara ante los ojos de su pareja, entre sorprendida y emocionada, y la besa para dar comienzo al siguiente acto: una interpretación a capela de 'Can't Help Falling In Love' de Elvis Presley acompañado por la banda en directo que descorcha la emoción de la novia.