Comportamiento animal

Descubren que los anfibios usan ultrasonidos para ahuyentar a sus depredadores

Es la primera vez que se documenta este tipo de llamadas de socorro por parte de estos animales

Descubren que los anfibios también se comunican por ultrasonidos

Descubren que los anfibios también se comunican por ultrasonidos / Pxhere

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Por primera vez, un estudio científico ha demostrado que los anfibios emiten ultrasonidos para defenderse de sus depredadores. Las conclusiones, publicadas en la revista ‘Acta Ethologica’, describe las llamadas de socorro, inaudibles para los humanos, pero ensordecedoras para otros animales, que lanzan los anfibios para esquivar a sus enemigos.

"Algunos potenciales depredadores de anfibios, como murciélagos, roedores y pequeños primates, son capaces de emitir y oír sonidos a esta frecuencia, cosa que los humanos no podemos hacer. Una de nuestras hipótesis es que la llamada de socorro se dirige a algunos de estos depredadores, pero también podría darse el caso de que la amplia banda de frecuencias sea generalista, es decir, que asuste al mayor número posible de depredadores", explica Ubiratã Ferreira Souza, primer autor del artículo.

Otra hipótesis es que el grito pretende atraer a otro animal para que éste, a su vez, ataque al depredador que amenaza al anfibio, en este caso, la rana de hojarasca (Haddadus binotatus), una especie endémica de la selva atlántica brasileña.

Ejemplar de la rana en que se descubrieron los ultrasonidos

Ejemplar de la rana en que se descubrieron los ultrasonidos / Henrique Nogueira

Los investigadores grabaron la llamada de socorro en dos ocasiones. Cuando analizaron el sonido con un programa informático especial, descubrieron que tenía una gama de frecuencias de 7 kilohercios (kHz) a 44 kHz. Los humanos no podemos oír frecuencias superiores a 20 kHz, que se clasifican como ultrasonidos.

Mientras emite su llamada de auxilio, esta rana realiza una serie de movimientos típicos de defensa contra los atacantes. Levanta la parte delantera del cuerpo, abre mucho la boca y echa la cabeza hacia atrás. A continuación, cierra parcialmente la boca y emite una llamada que oscila entre una banda de frecuencia audible para el ser humano (7 kHZ-20 kHz) y una banda de ultrasonidos inaudible (20 kHz-44 kHz).

"Teniendo en cuenta que la diversidad de anfibios en Brasil es la mayor del mundo, con más de 2.000 especies descritas, no sería sorprendente descubrir que otras ranas también emiten sonidos a estas frecuencias", afirma Mariana Retuci Pontes, coautora del artículo.

Otras especies harían lo mismo

El uso de esta estrategia por parte de otra especie puede haber sido descubierto accidentalmente por la propia Pontes. En enero de 2023, durante una visita al Parque Estatal de Turismo de la Alta Ribeira (PETAR) en Iporanga, estado de São Paulo, Pontes vio en una roca un animal que probablemente era una rana cabezona de Hensel (Ischnocnema henselii), aunque no recogió el animal para identificar la especie con precisión.

Sujetó la rana por las patas para fotografiarla y se sorprendió al ver que sus movimientos defensivos y su llamada de socorro se parecían mucho a los de la H. binotatus. A pocos metros había una víbora de fosetas (Bothrops jararaca), lo que parecía confirmar la hipótesis de que este comportamiento era una respuesta a los depredadores.

Ejemplar de 'Haddadus binotatus'

Ejemplar de 'Haddadus binotatus' / herpeto.org

Pudo grabar un vídeo, pero no pudo analizar la banda sonora para confirmar la presencia de ultrasonidos.

"Ambas especies viven en la hojarasca, tienen un tamaño similar [entre 3 cm y 6 cm] y depredadores parecidos, por lo que es posible que I. henselii también utilice esta llamada de socorro con ultrasonidos para defenderse de sus enemigos naturales", explica Luís Felipe Toledo, último autor del artículo y profesor del IB-UNICAMP. Es investigador principal del proyecto ‘De la historia natural a la conservación de los anfibios brasileños’.

La primera vez que Toledo sospechó que el H. binotatus emitía sonidos a frecuencias demasiado altas para que los oyeran los humanos fue en 2005, cuando era doctorando en el Instituto de Biociencias de la Universidad del Estado de São Paulo (IB-UNESP), en Río Claro. Sin embargo, no pudo comprobar frecuencias superiores a 20 kHz, debido a las limitaciones del equipo disponible en aquel momento.

También existen grabaciones de llamadas ultrasónicas de tres especies de anfibios asiáticos, pero las frecuencias en cuestión se utilizan para la comunicación entre individuos de la misma especie.

En los mamíferos, el uso de ultrasonidos es común entre ballenas, murciélagos, roedores y pequeños primates. Su uso por los anfibios para defenderse de los depredadores era desconocido hasta el estudio de Souza y sus compañeros.

Los investigadores planean ahora abordar una serie de cuestiones suscitadas por este descubrimiento, como qué depredadores son sensibles a la llamada de socorro, cómo reaccionan ante ella y si la llamada pretende asustarlos o atraer a sus enemigos naturales. "¿Podría darse el caso de que la llamada esté pensada para atraer a un búho que atacará a una serpiente que está a punto de comerse a la rana?", se pregunta Souza.

Estudio de referencia: DOI: 10.1007/s10211-023-00435-3

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