Denuncian que la actual modernización de regadíos aumenta el gasto de agua

Las técnicas de modernización y ahorro de agua en los regadíos españoles no ha servido, paradójicamente, para que se consuma menos caudal, sino todo lo contrario. Así lo concluye un informe dado a conocer por la entidad conservacionista WWF.

El objetivo político y técnico de la modernización de regadíos consiste en lograr un ahorro de agua aumentando la eficiencia en los sistemas de riego. “Sin embargo, la realidad demostrada por la ciencia da al traste con dicha pretensión, ya que el aumento de eficiencia en el regadío consume más agua debido al denominado “efecto rebote”, señala WWF en un comunicado.

En opinión de esta entidad, “en la mayoría de ocasiones se atiende a otros intereses políticos y económicos asociados a la cofinanciación de los proyectos, ya que la modernización de regadíos supone a su vez un aumento en la producción y mejora la renta del regante”.

Además, contrarrestar este efecto requeriría, según el informe, una adecuada y estricta reducción del agua suministrada, “algo que no se está haciendo por parte de las autoridades del agua que no la controlan”.

Pero ¿en qué se ha empleado el agua supuestamente ahorrada gracias a las modernizaciones de los sistemas de riego?  “Se ha destinado a los riegos y superficies en déficit, a extender las dobles cosechas, utilizar cultivos más intensivos y productivos; pero no en ahorro de agua para las cuencas hidrográficas”.

Por ejemplo,WWF señala que desde 2004 se invirtieron en España más de 3.800 millones de euros destinados a la modernización de regadíos, que se consiguieron de la UE para el supuesto ahorro de agua. Pero los datos sobre superficie regada en España publicados por el MAPA indican que se ha producido un incremento constante desde hace más de una década (hasta el 11%), al pasar de 3.367.486 hectáreas, en 2002, a 3.605.121 hectáreas en 2014.

Por eso, la modernización de regadíos “no puede plantearse como medio para conseguir los objetivos ambientales y de cambio climático, como pretenden el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC), ni en los Programas de Medidas para alcanzar el buen estado de las masas de agua que contienen los Planes Hidrológicos de cuenca”.

Alternativas posibles

Como alternativa a la modernización de los regadíos consumidores de más agua, el informe pide que se implementen “auténticas medidas de reducción de la demanda” en los Planes Hidrológicos y en la aplicación de la Política Agraria Común.

Algunas de las medidas reclamadas son:

1. Extender el riego deficitario controlado en cultivos leñosos,
2. Universalizar el asesoramiento al regante, para capacitarlo en el ajuste del agua de riego y la fertilización según las necesidades hídricas de las plantas y los recursos disponibles.
3. Reducción de la producción agraria gracias a la mejora de la rentabilidad asociada a la calidad de los productos y la capacidad de organizar y planificar las cosechas con el fin de ajustar la oferta a las demandas reales de los mercados.A las autoridades del agua exigimos:
4. Reducción sistemática a la baja de las concesiones de los regadíos ya modernizados, teniendo en cuenta las perspectivas del cambio climático.
5. Evitar que el ahorro potencial se dedique a vender agua a otros usuarios o a intensificar el regadío.
6. Seguimiento del consumo real de los cultivos y la cantidad y calidad del agua de los retornos de riego.

Informe íntegro: https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/informe_wwf_modernizacion_regadios.pdf?62980/La-modernizacion-de-regadios-no-ahorra-agua-y-empeora-la-sequia

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