Innovación sostenible

¿Cómo es la bomba hidráulica que funciona sin combustible ni electricidad?

Es un artefacto hidropropulsado que sirve para regar en lugares apartados

bomba hidráulica Barsha

bomba hidráulica Barsha / Barsha

Joan Lluís Ferrer

Bombear agua desde un río o un canal ya es posible sin necesidad de utilizar combustible de ningún tipo y sin realizar una gran inversión. Ello es posible gracias a la invención, por parte de la empresa holandesa aQysta, fundada por Pratap Thapa, de una bomba hidráulica e hidropropulsada que cumple este cometido con gran eficacia. Tras varios años demostrando su validez en numerosos países, también ha llegado a España.

El artefacto consiste en una rueda hidráulica que se coloca encima de una plataforma flotante en un río o un canal y que bombea el agua mediante la propia energía cinética del caudal. Es un diseño muy simple, basado en tecnologías utilizadas en el antiguo Egipto, que ahorra muchos problemas de costes.

Dado que para funcionar usa la propia fuerza generada por el agua en movimiento, la bomba Barsha, como así se la denomina, no necesita tampoco electricidad para mantenerse en funcionamiento.

Funcionamiento de una bomba hidráulica Barsha

Funcionamiento de una bomba hidráulica Barsha / barsha

Cada vez que la rueda gira, recoge agua y aire. Es la presión que ejerce ese aire la que permite luego expulsar el agua a través de mangueras hasta el campo. Se trata de un mecanismo que, según su fabricante, es adecuado para pequeños agricultores que dispongan de pocas hectáreas de terreno y situados en zonas alejadas de la electricidad o puntos de suministro de combustible.

La bomba hidropropulsada puede puede bombear hasta 45.000 litros de agua al día, y a una altura de hasta 25 metros. El caudal es de 1,79 m3/h.

Es capaz de regar entre media y tres hectáreas y puede funcionar las 24 horas del día.

Este rendimiento se incrementa mediante la instalación de varias bombas para atender una misma explotación.

La inversión, afirma aQysta, se amortiza en solo dos o tres años, ya que el ahorro alcanza hasta el 70% del coste total del riego, sobre todo por los combustibles, que han entrado en una espiral de precios de impredecible desenlace.

Dos bombas en un río

Dos bombas en un río / pinterest

La bomba ganó el primer premio de la Climate-KIC 2014, una iniciativa de innovación climática de la Unión Europea.

En la actualidad existen ya muchas de estas bombas funcionando en el mundo, sobre todo en zonas remotas sin acceso a electricidad.

Pero también se ha instalado en España: la primera fue adquirida por el Ecocortijo de San Rafael, en el municipio de Villanueva de la Reina, en Jaén, a donde llegó en 2016.

La bomba allí instalada está situada en una acequia de 0,6 metros de profundidad y un caudal de 300 litros/segundo. Con la bomba Barsha que han instalado, el ecocortijo riega actualmente dos sectores de un total de 70 olivos, que esperan que sean 250 con la sectorización adecuada.

“Es un sistema muy fácil de acoplar”, explicaba en el momento de su estreno Javier de la Brena, gerente del ecocortijo. El peso total de la bomba es de 90 kilos, lo que la hace transportable entre cuatro personas y la instalación y acople al goteo se completa en dos días sin utilización de maquinaria.

Con posterioridad a esta primera experiencia, se ha ido implantando en más lugares y se puede adquirir por internet en varias webs comerciales de nuestro país.

En

alguna de estas webs

se puede adquirir por menos de 1.200 euros.