Calentamiento global

El Mediterráneo, segunda zona del mundo más afectada por el cambio climático

Las perspectivas para el agua y la alimentación en estos países son "espantosas", según un informe

Playa de Alicante, atestada de bañistas

Playa de Alicante, atestada de bañistas / Marcos del Mazo (LightRocket Getty Images)

Ramón Díaz

La cuenca del Mediterráneo es la segunda zona del mundo más afectada por el cambio climático. Solo la Antártida presenta peores datos. El impacto en los países mediterráneos es brutal: afecta directamente a la agricultura y a la pesca. Y, por extensión, a la alimentación. Los expertos subrayan la necesidad de buscar soluciones. Creen que es una responsabilidad “internacional y colectiva”. El mensaje común y contundente de todos los analistas es que, dada la complejidad del problema, ningún país por sí solo podrá hacer frente a las amenazas.

El recientemente presentado informe ‘Impactos socioeconómicos del cambio climático en el Mediterráneo’, encargado por la Fundación Partners for Reasearch and Innovation in the Mediterranean Area (PRIMA) y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMeD), revela la delicada situación de la cuenca del Mediterráneo a causa de la crisis climática.

Una cuenca que esuno de los puntos críticos de diversidad biológica del mundo, caracterizada por un alto nivel de endemismo y riqueza de especies, que abarca una amplia gama de ecorregiones marinas, de agua dulce y terrestres.

El estudio se centra en el impacto socioeconómico del cambio climático en el área mediterránea, que ha sido menos estudiado que el biofísico, probablemente debido a su complejidad. Por ello, existen importantes lagunas de conocimiento.

Benidorm, en Alicante

Benidorm, en Alicante / Pixabay

“La región enfrenta graves amenazas que incluyen estrés hídrico, deterioro de la producción de alimentos, seguridad alimentaria, desertificación y contaminación severa, por mencionar solo algunos”, resalta la monografía.

“Estas amenazas se han visto exacerbadas en las últimas décadas por el aumento de la demografía (la región suma más de 500 millones de personas, el doble que hace 40 años), la migración a zonas urbanas, el turismo (es el primer destino del mundo) y, lo que es más importante, el cambio climático”, añade.

El Mediterráneo se calienta un 20% más que la media mundial

Un dato alarmante: el Mediterráneo sufre un aumento de temperatura un 20% superior a la media mundial. Es un verdadero ‘foco’ de cambio climático”, alerta Octavi Quintana, director de PRIMA y coordinador del estudio en su introducción.

Victoria Reyes-García y Esteve Corbera, ambos catedráticos de Investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), centran su participación en el informe en la perspectiva perspectiva socioecológica del cambio climático en la cuenca mediterránea.

Muestran el frágil equilibrio de los ecosistemas de la región, que han estado sometidos a intervenciones humanas durante varios miles de años.Proponen que las amenazas subyacentes exacerbadas por el cambio climático deben abordarse de manera conjunta en toda la región y con un enfoque multidisciplinario.

Alain Safa, fundador y Gerente, Skill Partners,detalla los impactos socioeconómicos del cambio climático en el agua, la agricultura y la alimentación en los países de la cuenca mediterránea. Demuestra que los datos son “espantosos”. Las perspectivas, aún peores. Y señala que es necesario tomar medidas urgentes en el ámbito internacional.

El impacto de la crisis climática en el área mediterránea será “muy importante” y, en consecuencia, “se extenderán las desigualdades y el malestar social”. Apoya una “fuerte cooperación entre los diferentes países con la creación de una estructura institucionalizada”.

Irina Solovyeva y Elena Xoplaki, de la Universidad Justus Liebig de Giessen, Giessen, en Alemania,titulan su aportación “Desafíos y deficiencias de la evaluación de los impactos socioeconómicos del cambio climático: el caso del Mediterráneo”.

Playa de Las Arenas, en Valencia

Playa de Las Arenas, en Valencia / Efe

Analizan los “obstáculos” que enfrentan los científicos para realizar una evaluación adecuada del impacto socioeconómico del cambio climático. Y también los que hallan para transmitir recomendaciones que ayuden “a los tomadores de decisiones en sus decisiones difíciles”.

Objetivo, buscar el mayor consenso posible

Solovyeva y Xoplaki concluyen que la calidad de las evaluaciones de impacto del cambio climático y su aplicabilidad a nivel regional, nacional y local pueden mejorarse “enormemente” cuando todos los desafíos metodológicos y de datosse abordan de manera sistemática y coordinada.

“Para el caso del Mediterráneo, esto subraya la importancia de una mayor colaboración entre los investigadores que estudian todos los aspectos del cambio climático con este enfoque geográfico, teniendo en cuenta las complejidades, inhomogeneidades y gradientes socioeconómicos que caracterizan la zona”, indican.

Joan Subirats, Catedrático de Ciencia Política de la UAB, mira el problema desde otra perspectiva radicalmente diferente. Su análisis toma el punto de vista de los tomadores de decisiones.

Destaca la dificultad que tienen los dirigentes políticos para seguir las recomendaciones científicas, especialmente cuando afectan gravemente a grupos específicos de personas, “incluso si son una minoría”.

El experto en políticas públicas destaca que no hay un consenso social sobre el cambio climático y, por tanto, “hay una gran discusión sobre los instrumentos que se deben utilizar para frenarlo”.

Apunta la necesidad de negociar con diferentes actores para alcanzar “el mayor consenso posible”, lo que significa “no solo tener datos, sino escuchar a una amplia gama de partes interesadas”.

La Manga del Mar Menor

La Manga del Mar Menor / ATLAS

Subirats resalta que el enfoque que ha predominado hasta ahora en la elaboración de políticas medioambientales en Europa y en los países de la ribera sur del Mediterráneo en los últimos años ha sido “básicamente regulatorio, reactivo y jerárquico”. Aconseja buscar otros caminos para “generar visiones compartidas y evitar políticas regulativas”, basadas en “la prohibición”.

Un enfoque ‘panmediterráneo’ contra la crisis climática

“En el caso medioambiental, si se aplica una política regulativa, la gente no verá el beneficio hasta pasado cierto tiempo, pero los afectados saldrán rápidamente a protestar en contra de la medida”, expone Subirats. En el Mediterráneo esaún más complicado aplicar cualquier política por las enormes diferencias existentes entre territorios.

“Sin duda, la situación de emergencia climática requiere una acción rápida, pero también con suficiente acomodación, incentivo y capacidad de construcción de consenso para avanzar y aprender de estos avances y ampliar horizontes”, concluye.

El mensaje principal de la monografía es que existe “un alto grado de consenso sobre el impacto biofísico del cambio climático en la región”. Sin embargo, no existe tal consenso a la hora de establecer cómo abordarlo.

Se necesita “un mejor conocimiento del impacto socioeconómico del cambio climático para avanzar en las decisiones a tomar”. Abordar esta incertidumbre requiere “un enfoque ‘panmediterráneo', estudios multidisciplinarios e imaginar una gobernanza amplia que incluya a muchos actores”, apunta Octavi Quintana.

Porque el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y las diversas formas de degradación de los recursos (contaminación atmosférica, del agua y del suelo, erosión de la tierra, etcétera) “se entrecruzan para afectar las ecologías y el tejido económico, político y social de las sociedades mediterránea”, concluyen los científicos.

Estudio íntegro: https://www.iemed.org/wp-content/uploads/2021/11/Policy-Study-6-PRIMA_IEMed.pdf