REFLEXIÓN DE SÁNCHEZ

Ayuso denuncia que Sánchez se ha tomado unos días “para mover papeles” en la Moncloa

La dirigente madrileña censura el uso de las calles por parte del PSOE por ser un intento para "perdonar" a Begoña Gómez

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Lucía Feijoo Viera

Elena Marín

Elena Marín

Isabel Díaz Ayuso ha atacado este sábado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por haber “parado España para no dar explicaciones” y ha sugerido que la “utilización populista de una calle” se está utilizando mientras lo que “está sucediendo ahora mismo en Moncloa” es que están “reunidos de urgencia” para ver “cómo mover papeles, amenazar contrapesos, y cómo poner en la diana a gente incómoda para no dar una explicación y salir del atolladero en el que se han metido ellos mismos”. “Para eso se ha tomado unos días el presidente líder intermitente”, ha aseverado.

En el cierre de la intermunicipal organizada por el PP de Madrid en Las Rozas, donde aseguran que los alcaldes y concejales se han centrado en asuntos sectoriales, la dirigente madrileña ha utilizado prácticamente toda su intervención para atizar a Sánchez y advertir de que "la democracia está en juego", sí, pero de manera distinta a la que entienden en Ferraz´. El viceconsejero de Administración Territorial, José Antonio Sánchez, empezaba la clausura diciendo que se ha "hablado poco del Gobierno de la nación", sin embargo, el arranque de ayer del número dos de Ayuso, Alfonso Serrano, se centró precisamente en Sánchez y hoy Ayuso ha hecho lo mismo.

De hecho, ha señalado que lo que está sucediendo hoy en las inmediaciones de la sede del PSOE en la capital madrileña es un ejercicio para que toda la izquierda disculpe a la mujer del presidente por lo que pueda haber hecho o dicten finalmente los tribunales: "Hoy tienen el cuajo de convocar una manifestación en Madrid para que los afectados con sueldo público, los que ven que se les puede acabar el negociado y, por tanto, no atisban ni una mínima crítica, ronden a la mujer del líder discontinuo, para que la izquierda perdone a Begoña Gómez".

Y con ironía se ha preguntado si "lo hacen en defensa de la democracia". La respuesta la ha dado ella misma: "Menos manifestaciones y más explicaciones", le ha pedido a Sánchez. Ayuso ha apuntado que "la democracia en España nunca ha estado tan amenazada". Prácticamente, toda su intervención ha sido un intento por poner en evidencia a Pedro Sánchez, advirtiendo otra vez de que está llevando al país a un estado de "paralegal" porque desde el actual Gobierno de coalición se intenta "negar la legitimidad a todo contrapeso y contrapoder", donde incluye al mismo nivel al Senado y al PP como partido mayoritario de la oposición, y también a los jueces y presidentes autonómicos del PP.

"¿Por qué lo llaman democracia cuando quieren decir poder ilimitado?", se ha preguntado una Ayuso que poco antes había dicho que siente "vergüenza ajena" por las portadas internacionales en las que cree que Sánchez ha provocado que se hable de "la situación bochornosa" en la que se encuentra España.

Comparación con el Gobierno de Madrid

Y sobre todo, más allá de censurar los días de reflexión que se ha tomado el presidente del Gobierno y las consecuentes declaraciones y acciones en Ferraz, rodeada de todos sus alcaldes de la región y los concejales que el PP de Madrid tiene en la oposición, ha vuelto a contraponer su gobierno al de Sánchez. Ha criticado el contenido de la carta y las alusiones posteriores de miembros del PSOE y sus socios de gobierno, señalando que "con toda la caradura que le caracteriza" (a Sánchez) haya afirmado que "los gobiernos se eligen en las urnas y se respetan". "¿Se refiere al suyo", al que acusa de haber llegado a la Moncloa con "pactos oscuros" o "al del PP de Madrid" que gobierna "con mayoría absoluta?".

Toda su intervención ha sido una enumeración de críticas al Gobierno de Sánchez por cosas que, analizadas desde Madrid, tienen un efecto boomerang. Desde la crítica "por señalar a los medios por parte del poder", acusación que lanza cuando hace menos de un mes toda la oposición en la Asamblea de Madrid pedía la comparecencia de su jefe de gabinete por hacer lo propio, o las denuncias por el asalto de Sánchez a los órganos fiscalizadores como el Consejo de Estado, los medios de comunicación públicos, el control del Consejo de la Transparencia o el Tribunal de Cuentas, cuando precisamente el PSOE de Madrid ha llevado la última ley ómnibus a los tribunales por considerar que hace esto mismo.