Opinión | GAFAS PLURALES

Bajo el asfalto está Madrid Río

En la capital de las fronteras barrionalistas y la mutación constante, Madrid Río es un espacio Schengen de libre circulación y confluencia

Vista panorámica de Madrid Río.

Vista panorámica de Madrid Río. / AYUNTAMIENTO DE MADRID

Los ríos democratizan el ocio en las grandes ciudades, desestresan su urbanismo y las oxigenan. Una ciudad con río tiene una identidad especial. Las primeras civilizaciones se originaron a la orilla de grandes ríos y la ciudad de Madrid descansa sobre los primeros asentamientos humanos en las terrazas del Manzanares. En la capital de las fronteras barrionalistas y la mutación constante, Madrid Río es un espacio Schengen de libre circulación y confluencia. Un reducto de permanencia y naturalización que algunos poderes públicos se empeñan en amputar a base de talas. De recuperar para el asfalto parte del terreno que la naturaleza reconquistó no hace mucho.

Cuando llegué a Madrid para instalarme como estudiante, hace algo más de dos décadas, me topé de lleno con las obras de soterramiento de la M-30 de las que brotó Madrid Río. La estampa que se me apareció tras casi cinco horas de viaje desde mi Celanova natal, en Galicia, fue impactante. Era una oscura noche de domingo y las faraónicas obras obligaban a desviar la circulación por unas precarias rutas alternativas de gravilla. Aunque mal iluminadas, se intuían alrededor montañas de arena y una actividad colosal de camiones, excavadoras y gran maquinaria. Gallardón, el faraón.

La renaturalización del Manzanares llegó unos años después. La transformación de un canal desaliñado en un río que fue abriéndose paso con su fauna y flora. Para disgusto de los practicantes del remo que repitieron aquello de “no te lo perdonaré jamás, Carmena” y el disfrute de la patria fluvial. Mi vínculo con Madrid empezó con aquel movimiento de tierras que tanto me impresionó cuando llegué hace 20 años. El mismo lugar donde ahora corretea mi hijo Uxío detrás de patos y gallinetas. “Sous les pavés, la plage!”.