ENTREVISTA / PALABRA DE MADRID

Alejandra Pérez, anticuaria: “La pasión por el mueble antiguo no caduca”

Tras abrir su negocio en Zurbano, desde hace cinco años regenta la tienda Verde Gabán en Nuevas Galerías de El Rastro 

Alejandra Pérez, dueña de la tienda de antigüedades Verdegabán, en El Rastro de Madrid.

Alejandra Pérez, dueña de la tienda de antigüedades Verdegabán, en El Rastro de Madrid. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Pregunta.- ¿Cómo empezó en el mundo de las antigüedades?

Respuesta.- Yo trabaja en otro sector y de repente, cosas que pasan, te tienes que dedicar a otra cosa. Toda la vida mis padres han sido grandes compradores de antigüedades. Se fueron cambiando de casa, y tenían un almacén lleno de cosas. Un buen día empezamos a vender y acabamos en un desembalaje vendiendo cosas. Y de ahí una cosa te lleva a otra y al final me dedico a esto.

Pregunta.- Este será un sector con muchas particularidades, ¿no?

Respuesta.- Sí las tiene, pero como siempre he ido a ferias de antigüedades y ferias de arte desde muy chiquitita, a las que te arrastraban tus padres, tú vas oyendo y te crees que no te interesa nada, pero se te queda en la memoria. Lo que les decían. Lo que te han contado. Lo que les querían vender. Las historias de las cosas. Cuando te quieres dedicar a ello no es un mundo desconocido. Ya tienes como un background. Te llega alguien y te dice no sé que sobre un mueble, y tú dices 'pues esas cómodas son italianas'. No sabes por qué, pero igual a un anticuario en su día le escuchaste hablar de las particularidades de las cómodas italianas. No me resultó un mundo extremadamente desconocido. Sí que te mueves por impulso. Tienes que comprar lo que te gusta. Creo que es un error basarte en las tendencias en este negocio en particular. A mí me resulta muy complicado vender algo que no me gusta. Todo lo que hay en la tienda me gusta. Lo tendría en mi casa.

Pregunta.- ¿Qué preferencias tiene?

Respuesta.- Yo soy más clásica que nórdica. Lo nórdico me gusta, pero me gusta lo muy bueno. O sea, como en todo, hay mucha mediocridad en muchas cosas, también en el mueble francés, en el alemán, pero lo bueno es siempre bueno. Lo que pasa es que siempre me he criado en cosas clásicas y tiro a lo francés e italiano.

Inteiro de la tienda de antigüedades Verdegabán, en El Rastro de Madrid.

Interior de la tienda de antigüedades Verdegabán, en El Rastro de Madrid. / ALBA VIGARAY

Pregunta.- Mudó el negocio desde Zurbano y decidió venir aquí, ¿qué tal en El Rastro?

Respuesta.- El Rastro tiene una particularidad con respecto a otras tiendas de Madrid y es que los clientes acuden, no los tienes que buscar. Es muy bueno, cuando empiezas, estar rodeado de otra gente de tu sector. Para mí es buenísimo estar en una galería com otras compañeras que venden también muebles. Para mí no es competencia, sino todo lo contrario. Es que una persona venga y encuentre en El Rastro lo que está buscando. Para mí no es tan importante que me lo compren a mí si la señora de enfrente o de la esquina lo tiene. Lo importante es que la gente se vaya contenta, haya encontrado lo que buscaba o tenga varias opciones.

Pregunta.- Si quedan contentos vuelven, claro

Respuesta.- Exactamente. Además, El Rastro tiene esa particularidad de que viene la gente a buscar cosas. Hay otra gente que se cree que todo el mundo viene al Rastro y eso no es cierto. Hay gente que no va a venir en su vida, porque la da miedo, la da inseguridad, porque no ha venido nunca, no lo conoce. Pero si la gente que viene encuentra lo que busca... El Rastro además tambien está cambiando, es magnífico poder venir aquí y que haya un gran rango de cosas que se puedan encontrar. Yo misma tengo piezas desde el XVIII hasta hoy en día y combinan muy bien. Tengo un mueble danés, una butaca italiana y una cómoda del XVIII, y todo convive. Es cuestión de mezclar bien y saber que las piezas no son únicas para un espacio. Depende de cómo se mezlen.

Pregunta.- ¿La pasión por lo antiguo nunca caduca?

Respuesta.- Yo creo que no y efectivamente es una pasión. Estos negocios son pasionales. Tú realmente tienes mucha emoción cuando compras, cuando vas a ferias, a desembalajes, a casas...nunca sabes lo que vas a encontrar. Siempre hay piezas que el corazón se te encoge, y para mí igual es una maravilla y para el de al lado no. Es un sector cíclico además. Y de reciclaje, porque todo revierte y se vuelve a lanzar al mercado. Igual los arreglas, los pintas, los desbarnizas, pero es el mismo. El mueble va viviendo otras vidas y vuelve a regresar al mercado. Que hay piezas que se pierden entremedias, porque se tiran, se manchan, se rompen, pero es un mercado que es finito, pero no se acaba. Regresa al mismo sitio.

Pregunta.- ¿Se vende igual que antes?

Respuesta.- Se vende más o menos lo mismo. A mí me hace mucha ilusión cuando viene gente joven, que no se va a Hábitat, Ikea, o Maison di monde, que quieran invertir un poco más en algo bueno, que tiene sabor. Y sobre todo es que las piezas no son para siempre. Igual que tú mismo cambias tambien cambia tu gusto por las cosas. Igual eres minimalista y de repente te vuelves muy barroco. O te gusta lo blanco y de repente quieres color. Que lo que tú te compras con 20 años, lo que te gusta hoy en dia, igual con 50 es lo contrario.

Pregunta.- ¿Qué está de moda ahora?

Respuesta.- Bueno, si vuelvo a tapizar una butaca en buclé, que es una especie de borreguito blanco, me muero. Llevamos tres años que solo se vende si está tapizado así. Se vende muy bien, y si es otra tela o color cuesta más venderlo. Es una tendencia que ha perdurado durante muchos años porque se ha tendido mucho a que las casas sean muy blancas, neutras. Yo, esas casas hay que vivirlas para decir que te gusten. Porque visualmente funciona muy bien, pero es muy duro vivir en una casa con todo blanco y muebles de madera. A mí me dicen poco, pero entiendo que funcionan muy bien. Las revistas hacen mucho, y hay gente que se mueven por esas tendencias.

Pregunta.- ¿Qué tal funciona lo antiguo con lo vintage y lo retro?

Respuesta.- Bien. Al final todo depende del uso que quieras darle a las cosas. Hay cosas vintage o retro que son magníficas y tienen un sabor especialismo. Dentro de todo eso ha habido también muebles muy malos, llegan de aquella manera, destartalados, y no todo vale, pero que se pueden mezclar, absolutamente. Gracias a Dios las casas no están encorsetadas, todo vale. De repente hay algo graciosísimo y te da la vida en un rincón.

Pregunta.- Los fines de semana hay mucha más afluencia, pero será importante abrir entre semana, ¿no?

Respuesta.- Somos un comercio abierto al publico. La gente asocia a El Rastro con el fin de semana, pero es de antigüedades de toda la vida. Para nosotros es importante el comercio entresemana. El domingo es un desbarajuste de gente, se les atiende de otra manera, entresemana puedes conversar con el cliente, transmitirle pasión, hay gente que viene buscando unas sillas y al final se lleva una lámpara. Entresemana hay mucho que ganar con el cliente.

Pregunta.- ¿Tendéis a a trabajar el interiorismo?

Respuesta.- Yo no soy interiorista, pero al final, de ver mucho, tú vas creando pequeños espacios, la gente tiene que ver cómo quedan las cosas, si tiene un jarrón y unas sillas.

Pregunta.- ¿Vienen cada vez más extranjeros?

Respuesta.- El Rastro es por defecto turístico, y vienen muchos, se llevan cosas pequeñas que pueden meter en la maleta. Es más difícil venderles un mueble por los portes.   

TEMAS