CURIOSIDADES E HISTORIA

Plaza de la Independencia de Madrid: cosas que no sabías de este emblemático lugar de la capital

En pleno corazón de la ciudad, es uno de los espacios más frecuentados a diario por madrileños y visitantes

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Vista parcial de la Plaza de la Independencia de Madrid, en la que se ubica la Puerta de Alcalá

Vista parcial de la Plaza de la Independencia de Madrid, en la que se ubica la Puerta de Alcalá / Alba Vigaray

Muchos han admirado, fotografiado, contemplado e incluso dedicado canciones a la celebérrima Puerta de Alcalá. Es un arco de triunfo de estilo neoclásico con cinco vanos. Su fama desborda los confines de la región, pero lo que no muchos conocen es que la glorieta en la que se encuentra tiene otro nombre: la plaza de la Independencia. 

En este punto se cruza la avenida homónima, que atraviesa de un extremo a otro el monumento. También llegan hasta aquí las calles Serrano y Alfonso XII. Además, la plaza se encuentra ubicada a los pies de uno de los principales accesos al parque del Retiro. Solo hay que recorrer unos pocos metros hacia el oeste para toparse con la fuente de Cibeles y con el Palacio de Telecomunicaciones -sede del Ayuntamiento de Madrid-, segmento que pronto se verá transformado en un bulevar. Pese a las diferentes modificaciones, es innegable que esta rotonda ha visto pasar a turistas, manifestantes y paseantes de todo tipo.

En cuanto a los orígenes de la Puerta de Alcalá, su friso revela el secreto: "Rege Carolo III Anno MDCCLXXVIII". Como indica la inscripción fue el monarca Carlos III -que recibió el sobrenombre de "Mejor Alcalde de Madrid" por sus muchas obras de mejora en el trazado urbanístico-, quien encomendó el proyecto y la construcción a Francesco Sabatini en sustitución de una puerta que existía en esa ubicación y se había quedado anticuada. Recibió el encargo en 1774 y en 1778 ya se encontraba acabada con un aspecto majestuoso. Otras ciudades europeas como París o Berlín se inspirarían en ella para llevar a cabo sus propias versiones.  

El friso y la cornisa de la Puerta de Alcalá en la Plaza de la Independencia de Madrid, decorados con estatuas neoclásicas y un letrero grabado con el nombre del rey Carlos III y el año de construcción

El friso y la cornisa de la Puerta de Alcalá en la Plaza de la Independencia de Madrid, decorados con estatuas neoclásicas y un letrero grabado con el nombre del rey Carlos III y el año de construcción / Página oficial de Turismo de la ciudad de Madrid

El mencionado rey había trabajado anteriormente con este arquitecto italiano, porque ya había diseñado para él el Palacio Real de Caserta en la región de Campania. Tras convertirse en la cabeza de la corona española, Carlos III contactó a Sabatini y este se encargó de remodelar y ampliar algunos edificios de Madrid, así como de crear la Puerta de Alcalá. Esta conformaba uno de los cinco accesos a la ciudad, junto con las Puertas de Toledo, Segovia, Atocha y Bilbao. Hasta esta llegaba un camino desde la localidad de Alcalá de Henares y por ello, recibió esta denominación.

La fachada que en aquella época miraba hacia el interior de la ciudad -hoy en día, hacia la plaza de Cibeles- cuenta con representaciones de las cuatro principales virtudes: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza. En la otra portada se exhibe un lustroso escudo de Madrid, que daba la bienvenida a habitantes y forasteros. 

Fue casi un siglo después, al eliminarse el límite de Madrid por el flanco este de la plaza, cuando se esbozó el resto del área que hoy en día rodea al arco en 1869, poco después de la caída de Isabel II con la revolución llamada la Gloriosa. El periodista y urbanista progresista Ángel Fernández de los Ríos fue el impulsor de este cambio, una vez que pudo regresar de su exilio tras el destronamiento de la reina Isabel II, según apunta el historiador del arte Antonio Bonet Correa en un monográfico sobre el urbanista madrileño. 

Entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX se alzaron los edificios de los laterales, en una fase de expansión del parque de viviendas en Madrid, alcanzándose así un aspecto de la plaza similar al actual. 

En 2022, entre los trabajos de conservación del Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2021 comenzó la restauración de la Puerta de Alcalá. Permaneció cubierta durante un año y medio con unas lonas que reproducían su aspecto original mediante una fotografía de grandes dimensiones. En diciembre de 2023 quedaba reinaugurada a pocos días del comienzo de la Navidad. Las labores se apuraron para poder colocar allí un belén que ya es tradición en ese lugar.

Vista nocturna de la Puerta de Alcalá en la Plaza de la Independencia de Madrid con decoración navideña

Vista nocturna de la Puerta de Alcalá en la Plaza de la Independencia de Madrid con decoración navideña / Natalia Montero

Este miércoles, el alcalde de Madrid ha comunicado que, como parte del proyecto de remodelación del Paisaje de la Luz con “respeto a los valores de autenticidad, integridad y universalidad” se creará un amplio bulevar que unirá Cibeles con la Puerta de Alcalá con mayor protagonismo de la zona peatonal. Se eliminarán varios de los carriles existentes destinados a la circulación de vehículos, manteniéndose dos en cada sentido. Si se recibe luz verde por parte de la Comisión de Patrimonio y de la UNESCO, las obras comenzarán a finales este año y, según las previsiones, estarían terminadas a principios de 2026. 

Sea como sea, la Puerta de Alcalá continuará erigida con elegancia, deslumbrando a turistas y residentes y observándolo todo desde sus cinco vanos triunfales con la dignidad de haber sido testigo de la diversidad de la que se nutre Madrid.