PIONERA EN MADRID

Cierra Crisis Comics, la primera librería 'friki' que llegó a la calle de la Luna

Miguel Rodríguez, el dueño de este emblemático establecimiento, se inició en el oficio vendiendo cómics con 12 años en el Rastro

Abrió en 1988 y ha vivido la separación de sus socios, el nacimiento del manga y el mejor momento de la calle del cómic

Un cliente observa los objetos de colección que vende Miguel Rodríguez en Crisis Comics.

Un cliente observa los objetos de colección que vende Miguel Rodríguez en Crisis Comics. / Alba Vigaray

Crisis Comics llegó a la calle de la Luna, el actual epicentro de la zona conocida como el ''barrio del cómic', en 1988. Desde entonces, vivió su propio divorcio, presenció la llegada del manga y disfrutó del momento más dulce de esta vía plagada de librerías especializadas.

Fue la primera en llegar y, ahora, en tan sólo 90 metros, le acompañan otros cuatro locales del mismo tipo. Miguel Rodríguez, el dueño de este emblemático establecimiento, se inició en el oficio vendiendo tebeos con 12 años en el Rastro.

"Yo me iba todos los domingos con mi padre a comprar y todo lo que me daban lo invertía en los cómics. Tenía un cajón y, cada vez que había un tebeo fuera, mi madre lo tiraba a la basura. Yo le decía que ya lo tenía lleno y que no quería tirar ninguno, pero me di cuenta de que podía empezar con el ciclo de comprarlos y venderlos", relata para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Cuando llenaba el cajón, le pedía a su padre que le llevase al mercadillo de segunda mano más conocido de la capital para tratar de despachar los cómics que ya había leído y ganar unas cuantas pesetas para adquirir nuevos números.

Un vendedor de cómics que no posee ninguno

"Echaba una manta y me peleaba allí con alguno. Las cosas que me sucedieron en el Rastro con 12 años eran para flipar. Y así empecé", dice con la sonrisa que le brinda ese recuerdo de su primera adolescencia. Desde entonces, ha sido un "lector empedernido", pero no un coleccionista.

Estanterías repletas de tebeos de DC y Marvel de Crisis Cómics.

Estanterías repletas de tebeos de DC y Marvel de Crisis Cómics. / Alba Vigaray

"Yo he leído millones de cómics y no tengo ninguno, porque empecé con ese ciclo y Scarface me dio la clave: 'No consumas la droga que vendes'. A mí me entran cosas increíbles que me llevaría a casa, pero, entonces, ¿qué vendo aquí? ¿Los truños? No, todo lo que sea cojonudo va para los clientes. Yo me lo leo, pero no me lo quedo", explica Rodríguez.

Liquido el local porque me jubilo dentro de cuatro meses. Llevo aquí 37 años, ya cumplo la edad y hay que retirarse"

Miguel Rodríguez

— Dueño de Crisis Comics

Cuando ya era algo más mayor, se enamoró también de los clásicos franceses y rusos, hasta que generó "un amor por la lectura" que le persigue desde los 18 años. Dentro de cuatro meses, se jubila. "Liquido el local. Llevo aquí 37 años, ya cumplo la edad y hay que retirarse", zanja.  

La primera de la Luna

Miguel Rodríguez inauguró Crisis Comics en 1988 con su entonces socio Ricardo, actual dueño de Metrópolis, una tienda de la misma temática que se ubica a unos pasos de la suya. "Nos separamos dos años después, justo antes de irse nuestra proveedora de cómics americanos, que es Elektra, que decidió montar una tienda a nuestro lado. Hubo sus más y sus menos y decidió irse a otra tienda", señala.

"Cuando yo empecé existían tres tiendas de cómics en Madrid: Madrid Cómic, en los bajos de Plaza de España, que luego se mudó a la calle de Silva, ARTE9 y nosotros, que fuimos los terceros en abrir en Madrid; ahora, hay 60" negocios de este tipo, apunta Rodríguez, que durante años se dedicó al cine, desde la proyección de películas a la promoción de festivales de cintas de ciencia ficción y fantasía.

Los primeros años de Crisis eran muy diferentes a los actuales. "Cuando llegaban aquí los clientes, poníamos cuatro tebeos, porque no se editaba prácticamente nada y en los paneles teníamos que poner cuatro y cinco ejemplares del mismo para llenar una pared. Salía un Astérix y llenábamos tres filas de Astérix, porque no había producto. Luego eso fue evolucionando, vinieron editoriales y empezaron a publicar", resuelve. 

Entre cómics, postales, pósteres y figuritas de personajes americanos y de protagonistas de los tebeos franco-belgas, vio llegar desde Asia el manga. "Ha habido un intercambio generacional. El manga ha generado una ola nueva que no enganchó a los de atrás. Es otro mundo diferente y nosotros nos estamos extinguiendo", advierte. 

Rememora los años en los que sólo "estábamos cuatro", cuando "nos iba bien". Actualmente, compite con varias tiendas que se dedican al mismo sector y "los cuatro primeros nos morimos de inanición, los que estamos ya viejos y con ganas de jubilarnos, ante los nuevos, que vienen con capital, fuerza y empuje", indica con cierta resignación. Madrid Comics también cerró. Fue en febrero de 2022, poco antes de cumplir su 40 aniversario. Crisis será la segunda decana en bajar la persiana.