GOTERAS

Un piso averiado de la Comunidad de Madrid destroza otro de una señora de Vallecas: "Nadie se hace cargo"

La afectada lleva medio año intentando que la Agencia de Vivienda Social arregle las filtraciones del piso de arriba, sin éxito

El piso afectado

El piso afectado / Cedida

Analía Plaza

Analía Plaza

Todos los meses desde junio, Chus Villarrubia abre la web de la Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid, hace 'clic' en el apartado "reclamaciones y avisos de averías", se loguea y cumplimenta un formulario para informar de las goteras que un piso público, propiedad de dicha agencia, está causando en su vivienda.

La primera vez fue sucinta —"humedades en el techo del baño"—, la segunda usó las mayúsculas —"AVERÍA HUMEDADES AÚN SIN REPARAR"— y la tercera llamó la atención sobre su gravedad —"TERCER AVISO, AVERÍA MUY GRAVE"—. Para la cuarta, Villarrubia no sabía ya qué fórmula emplear, así que puso: "URGE REPARACIÓN, TUBERÍA ROTA, piso encharcado. Propietario: Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid". Tampoco sirvió de nada. Desesperada, acudió a la única otra opción posible: pedir cita para contar su problema en persona, con tan poca fortuna que se la dieron a dos meses vista, de octubre a diciembre.

En lo que va de periplo, una parte del techo del piso se ha caído y el agua en el baño ha empezado a caer con más intensidad.

Goteras en el piso afectado

"Hace unos años pasó algo parecido, pero había un teléfono de averías al que podías llamar. Tardaban un poco, pero venían y lo arreglaban", cuenta. "Esta vez, ni respuesta a mis escritos. Después de varias vueltas me enteré de que una trabajadora social se encarga de la gente que vive en esos pisos: ellos no tienen ni idea de a quién reclamar y ella dice que no puede hacer nada".

Lo que debía ser un trámite más o menos sencillo se ha convertido para esta mujer en un laberinto kafkiano. Hace tiempo que ella no vive allí, así que los daños colaterales los sufren sus propios inquilinos, a quienes ha dejado de cobrar durante un tiempo. "El otro día caía tanta agua que se cortó la luz. Pero me dicen que no se pueden ir a ningún lado, que les piden 2.000 euros al mes por cualquier cosa", relata. "Nadie se hace cargo: se tiran la pelota los unos a los otros y mi casa cada vez peor".

Dos paredes y un falso techo afectados por las filtraciones del piso público

Dos paredes y un falso techo afectados por las filtraciones del piso público / Cedida

El piso de Villarrubia, situado en la calle Monte Igueldo de Madrid y construido en 1970, es uno de los casi 23.000 que tiene en propiedad la Agencia de Vivienda Social (antes, el Ivima), 13.000 de los cuales están en la ciudad de Madrid. Acceden a ellos, en alquiler, personas en situación de emergencia social o con especial necesidad (que se encuentren en situación de desahucio, en un albergue o sufran violencia de género, entre otras casuísticas). Algunos de estos pisos están en promociones enteras construidas ad hoc; otros, como en este caso, en edificios con otros propietarios.

Averías "solucionadas"

Según los datos disponibles en sus memorias anuales, la Agencia de Vivienda Social actúa sobre prácticamente todas las reclamaciones que le llegan. En 2022, por ejemplo, el organismo recibió 5.508 reclamaciones y actuó sobre el 96% de ellas; en 2021, recibió 4.292 y actuó sobre el 99%. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha trasladado varias preguntas sobre cómo se actúa en casos como el relatado al área de Vivienda de la Comunidad, sin haber recibido respuesta al cierre de esta informción.

Villarrubia no es la primera persona que protesta por la gestión de la Agencia de Vivienda Social: vecinos de Carabanchel denunciaron este mismo año que varios garajes de su propiedad llevan veinte años vacíos, abandonados e inundados de aguas fecales.

Por cómo se han desarrollado los hechos, Villarrubia teme que algunas de estas reclamaciones se hayan podido cerrar sin haber sido solucionadas. Una de sus reclamaciones aparece en la web primero como "escalada" y después como "solucionada", si bien el problema sigue presente. Cree la afectada que puede deberse a una visita que Zurich, el seguro de la Comunidad de Madrid, hizo a su piso, no al causante de la avería.

"A los quince días me mandaron un mensaje diciendo que evaluara la calidad del servicio. Me quedé ojiplática. No habían arreglado nada, solo habían ido a mi casa para decir que hasta que no arreglaran lo de arriba no podían hacer nada. Es como si cerraran casos en falso. Cuando mi seguro llamó a Zurich, le dijeron que ellos podrían arreglar mi desperfecto, pero no la avería del piso de la Comunidad, que eso lo tenía que hacer su departamento de obras".

Los inquilinos del piso que causa las goteras llevan allí "unos quince años". Cuentan al teléfono que mensualmente pagan su renta en mano, en una ventanilla del barrio, y que un perito que ha pasado por allí (al parecer, de la Comunidad de Madrid) les dijo que era un problema de la bajante del edificio. Nadie informó a Villarrubia de esto hasta que el mes pasado fueron los bomberos, cuando se desprendió parte del techo, y lo dejaron anotado en su parte de intervención. El seguro de la comunidad de propietarios, por su parte, asegura que el problema lo tiene el piso público. Y el de la afectada cree que el problema podría estar en los dos sitios, tanto en la bajante como ahí.

Y en esas están. Cansada de esperar, la propietaria ha contratado a su propio fontanero para que arregle lo que haga falta en el piso de la Comunidad de Madrid, con intención de reclamar los costes a la agencia pública y demandarla si no se los paga. Y en cuanto pueda, venderlo. "Esto es un dolor", concluye.