GASTRONOMÍA

Estos son los platos más típicos de Madrid: ¿seguro que los has probado todos?

La gastronomía madrileña es muy variada y, en ocasiones, desconocida por muchos

La guía definitiva de 'brunch' en Madrid: estos son los cuatro mejores locales para desayunar tarde

Las patatas bravas son uno de los platos típicos de Madrid

Las patatas bravas son uno de los platos típicos de Madrid / Alba Vigaray

Madrid es una ciudad afamada por la vida social alegre y festiva, por su larga trayectoria histórica y por su apertura a personas de muchas culturas diferentes. Pero, sin duda, la capital española también es popular por su amplia oferta gastronómica. Según los datos de 2023 del Censo de Locales y Actividades elaborado por el Ayuntamiento, hay 18.700 bares y restaurantes en Madrid.

No es de extrañar entonces que la variedad sea infinita. Hay locales especializados en gastronomía italiana, china, japonesa, peruana, tailandesa, griega, argentina, etc., así como todo tipo de propuestas innovadoras de alta cocina o de recetas más populares. Y, por supuesto, comida típica española o procedente de una de las regiones del país en concreto, como tabernas gallegas o andaluzas, por ejemplo.

Sin embargo, hay locales emblemáticos de Madrid, que llevan décadas sirviendo platos típicos tanto a clientes habituales como a visitantes, en una pequeña muestra de las tradiciones madrileñas y como homenaje a las tascas originarias. Este tráfico constante permite recibir influencias de otros lugares, lo que lleva a que la cocina madrileña haya recogido elementos variados y los haya adaptado a su modo, en una mezcla entre lo popular y lo refinado. Las calles de esta Villa han visto pasar a millones de personas, pero no todas conocen estos guisos.

Cocido madrileño

Este plato de cuchara es uno de los platos célebres de Madrid. Se trata de una sopa muy contundente acompañada de garbanzos, carnes de diferentes tipos y verduras. Hay quienes recuerdan que con frecuencia se alimentaban a base de cocido madrileño cuando eran niños, ya que es muy nutritivo y sacia el apetito, pero eso no exime de que hayan seguido tomándolo con el paso de los años. Incluso, hay restaurantes especializados en el cocido madrileño.

El cocido madrileño lleva sopa, garbanzos, carne y verduras

El cocido madrileño lleva sopa, garbanzos, carne y verduras / Marta Jordi

Bocata de calamares

Resulta paradójico que los calamares formen parte de uno de los platos más icónicos de Madrid, puesto que carece de mar. Hay poca información al respecto, aunque hay algunos indicios. Hay registros históricos de que desde el siglo XVI, cuando la Corte Real se trasladó a la ciudad, Madrid recibía un gran suministro de productos del mar. Con el paso de los siglos y el desarrollo de las infraestructuras, el transporte del pescado sería cada vez más veloz. Además, personas procedentes del norte de España emigraron durante los siglos XIX y XX a Madrid en busca de empleo, lo que también contribuyó a que trajeran más productos de su tierra, incluidos platos con pescado.

Por otra parte, en el siglo XIX se comenzaron a rebozar muchos alimentos porque así se podían conformar más raciones y también llenaban más el estómago, según se explica en el blog Mercado Calabajío, repleto de artículos con todo tipo de curiosidades gastronómicas y recetas.

Hubo que esperar hasta los años 60 para la ocurrencia de introducir los calamares rebozados entre dos panes y venderlos de forma masiva. Eran baratos y tuvieron mucho éxito. El núcleo es la Plaza Mayor y las calles que emanan de ella, donde aún hay locales en los que se puede conseguir un buen bocadillo de calamares. También perdura el Bar El Brillante, de largo recorrido en Madrid y conocido por estos bocatas, situado en la Plaza del Emperador Carlos V, en pleno Atocha.

Callos a la madrileña

La casquería protagoniza muchos platos en la capital. Las clases más humildes aprovechaban todas las partes de los animales de los que se proveían. Así, esta carne acabó convirtiéndose en uno de los emblemas gastronómicos. Se trata de tripas de vaca mezcladas con una salsa picante preparada a base de cebolla, ajo y guindilla. Se suele servir acompañado de pan y, a veces, con garbanzos. En otras variantes también se añaden rodajas de chorizo y morcilla. Uno de los restaurantes más venerados por sus callos a la madrileña es Zalacaín, que lleva más de 50 años afincado en la capital.

Otros platos de casquería típicos de Madrid son las mollejas, los entresijos y las gallinejas, aunque poco a poco ha ido decayendo su popularidad y son ya menos establecimientos los que las ofrecen, como por ejemplo, el Bar Trafalgar, en el barrio de Chamberí.

Patatas bravas

Esta ración contiene patatas cortadas en taquitos de formas irregulares y fritas en aceite. La salsa brava es la gracia del plato: cada casa prepara su propia versión, con diferentes grados de picante. Esta tapa ha alcanzado tal fama que concede su nombre a la taberna Las Bravas, situada en el mítico Callejón del Gato, un local que, incluso, ha patentado su receta. Los clientes adoran su salsa, por lo que es posible pedirla con otros platos, como con la oreja a la plancha.

Laa patatas bravas son típicas de Madrid

Laa patatas bravas son típicas de Madrid / Archivo

Potaje de garbanzos

Se prepara en una gran olla y lleva garbanzos, espinacas y otras verduras. El potaje de garbanzos se suele tomar caliente en invierno y supone un plato muy reconstituyente. Incluye los garbanzos, una legumbre muy típica en la cocina madrileña. Incluso, los Garbanzos de Daganzo recibieron el Premio al Producto de Madrid en los Premios de Gastronomía regionales en esta edición de 2023.

Chocolate con churros

Este desayuno o merienda es muy afamado entre los madrileños de todas las edades y se toma sobre todo en época invernal, porque permite entrar en calor. Hay quienes lo toman a primera hora de la mañana para comenzar el día, pero... ¡también hay quienes lo toman antes de entrar en la cama, tras una noche de fiesta! La Chocolatería San Ginés, situada en el pasadizo homónimo, lleva sirviendo estos churros desde 1894. Por aquel entonces y durante la centuria siguiente los vendía a los espectadores que salían del teatro aledaño y, aunque este local se ha reconvertido para otros usos, este establecimiento mantiene esta tradición y atrae a cientos de personas.

Rosquillas de San Isidro

El 15 de mayo se celebra la festividad del patrón de Madrid, San Isidro Labrador. En torno a esa fecha se comercializan en las pastelerías varias rosquillas muy típicas confeccionadas con harina, huevo, azúcar y levadura. Hay varios tipos, como las rosquillas tontas, las rosquillas listas o las rosquillas de Santa Clara. Se pueden tomar en su versión clásica que contiene únicamente el rosco o cubiertas con azúcar solidificado blanco, amarillo o de otros colores.

Otros productos típicos

La Comunidad de Madrid es nicho, además, de varios vegetales recolectados en las huertas de las vegas de los ríos Jarama, Tajo y Henares o en otros cultivos repartidos por la región. Así, son famosos los espárragos y el fresón de Aranjuez y también los mencionados garbanzos de Daganzo.

Además, se han creado distintos dulces que son toda una delicia, como los caramelos de violeta, las palmeritas con o sin chocolate de Morata de Tajuña y los bartolillos, que son unas empanadillas triangulares rellenas de crema pastelera.