ENTREVISTA

Javier Lobo, 'Miek': "El grafiti ilegal siempre va a existir"

Javier Lobo 'Miek' es uno de los referentes del arte mural y el grafiti y sus obras decoran muchas paredes de Madrid. El Ayuntamiento le contrató para homenajear a Goya. 

El artista urbano Javier Lobo “Meik” frente a una de sus obras, el homenaje al capitán Alatriste en La Latina.

El artista urbano Javier Lobo “Meik” frente a una de sus obras, el homenaje al capitán Alatriste en La Latina. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Pregunta.- Empezó en la calle pintando con 13 años

R.- Sí, yo veía a la gente que pintaba en mi barrio, y gracias a ellos me animé y empecé a pintar también.

P.- ¿A quién tenían de referencia? ¿ya estaba Suso 33? 

R.- Sí, ya estaba, él es mayor que yo. Es de una generación anterior a la mía que a la nuestra nos sirvió como inspiración. 

P.- Muelle pillaría demasiado lejos, ¿no?

R.- Bueno, para esa generación todo lo que pasaba en Nueva York les influyó bastante y también a los flecheros madrileños, tipo Muelle. Los flecheros es un estilo autóctono de Madrid del que sirve de inspiración Muelle. Todos firman con flechas en diferentes formas. Hay auténticos fieles que siguen pintando así. 

P. ¿Cada vez se da más importancia al grafiti como arte?

R.- Sí, hace como ocho años eclosionó y la gente del grafiti lo hemos vivido de esa manera. Luego se ha unido más gente que no viene de graifti, sino de Bellas Artes, Ilustración y otros Ámbitos. La gente que venimos del grafiti sí hemos visto ese cambio. 

P.- ¿Podría estudiarse como una asignatura ya en Bellas Artes?

R.- [risas] Hay cursos, ya, sí. 

P. ¿Qué eres más, muralista o grafitero?

R.- No sé, las dos cosas, soy muralista, pero también soy grafitero, quedo con mis amigos a pintar grafitis.   

P.- ¿Qué le dices a los que empiezan a pintar en trenes?

R. Bueno, es algo largo del contar... El grafiti tiene dos partes, una ilegal y otra más artística. La ilegal correspondería al sentimiento de rebeldía que tienen las personas, mayormente jóvenes, pero también gente mayor, y la parte artística tiene que ver con tu personalidad y lo que te llama la atención dentro del grafiti. El problema que hay actualmente es que no hay sitios para pintar. Hacen eventos y festivales, pero no hay sitios, muros libres, donde la gente pueda desarrollar sus inquietudes artísticas. Ahora mismo si tú te vas a un túnel de la M-40 que está lleno de basura y, te pones a pintar, si te viene la Policía y te multa, son como 2.000 euros. Eso favorece un poco ese grafiti ilegal, que siempre va a existir, a no ser que vivamos en 'Gran Hermano' y estemos todos vigilados.

P.- ¿Había más libertad antes?

R.- Sí, cuando yo era pequeño te ponías a pintar y los colegios daban permisos. Era más accesible. Además, tampoco había tanta gente que pintara. Ahora hay mucha gente que pinta y muy pocos muros. Es un problema. La solución sería que en cada barrio hubiera muros de hormigón, igual que se hacen pistas de skate o de parkour y se construyan, para pintar. Yo pinto mucho en la calle y casi al 100% le gusta la pintura mural. Que la gente fuera libremente A SITIOS y se pudiera pintar sería la solución. Eso tarde o temprano va a salir [...] Es que hay una incongruencia. Hay gente como yo, a la que el Ayuntamientopaga no sé cuánto por pintar un mural, y si yo mismo quiero pintar algo artístico y que no sea un encargo, que me pongan 2.000 euros de multa no tiene mucho sentido. No solo yo. A gente más conocida que yo le pasa lo mismo. Creo que es una incongruencia. 

Detalle de la pintura frente a la Taberna Alatriste, en La Latina, de Javier Lobo “Meik”.

Detalle de la pintura frente a la Taberna Alatriste, en La Latina, de Javier Lobo “Meik”. / ALBA VIGARAY

P.- Usa muchos diferentes estilos, ¿no?

R.- Sí, como empecé haciendo encargos me he vuelto muy versátil, muy camaleónico. Me llama un poco la atención diferentes estilos [...] por ejemplo, hice un curso de dibujos animados, y sí que mantengo ese estilo de cartoon y sí que me gusta porque al final diseñas tu propia escena y no te fijas en foto, ni nada. También tengo que tener tiempo para dibujar. A veces es más fácil coger imágenes y hacer un montaje o lo que sea. Y el realismo también me gusta. 

P.- ¿Ensayas antes?

R.- Hoy en día, la tecnología ha avanzado bastante, sobre todo en cuestiones de encaje. Hay una aplicación que haces unas marcas, pones la imagen que quieres pintar, y ya la encajas del tirón. Es lo más rápido para pintar fachadas, por ejemplo. Es una manera de ganar tiempo. Si pinto algo más personal siempre meto algunas marcas y ya fluyo, eso es lo más divertido, aunque eso lleva más tiempo.  

P.- ¿Cuál ha sido el encargo más complicado?

R.- Pues, seguramente, por los plazos y adversidades, puede que sea el mural que pinté de 'Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya', en donde está enterrado, por Casa Mingo. Me lo encargó el Ayuntamiento. Es un mural de 300 metros cuadrados. Cuando me dijeron que podía arrancar estuvo lloviendo mucho y los días siguientes seguía la lluvia. Al final, tuve que hacerlo todo perfecto para no fallar y que en ese plazo estuviera listo.

P.- ¿El que más orgulloso le hace sentir?

R.- Pues Goya me ha traído muchas cosas buenas. De ahí me llamaron para ir a su pueblo, Fuendetodos, a pintar un mural. Y me moló mucho. Ya me interesé por su vida y es un tío fascinante.

P. ¿Cómo fue lo de pintar a Alatriste [tiene un mural dedicado al personaje frente a la Taberna Alatriste de La Latina]?   

R.- Arturo Pérez Reverte escribió hace tiempo un libro sobre grafiti y para esa novela se puso en contacto con un amigo mío, que se llama Jeosm, que es fotógrafo, y Félix [dueño de la Taberna Alatriste y La Posada de la Villa] le dijo que quería pintar unos murales, y Jeosm le pasó mi contacto a Arturo y de ahí a Felix. Arturo diseñó un poco el organigrama del mural. Ahí Flandes, luego Madrid... y luego contraté a modelos con traje de época cuando tenía los esqueches. Tengo una amiga que hace esgrima, y estuve en su escuela, y contraté a modelos de esgrima para ponerlos en diferentes posiciones, y luego ya lo pinté. 

P.- Le han llegado a hacer encargos en La Moraleja. ¿De qué tipo?

R.- Trabajo para mucha gente particular y en ese contexto hago un amplio abanico de sitios y de viviendas, pero sí, en este caso, un cliente vive allí y le he pintado tres murales, entre ellos caso un poster de Jordan y un cuadro de Klimt. 

P. El spray entiendo que habrá evolucionado. 

R.- El spray cada vez lo utilizo menos porque estar ahí con la mascarilla... Y luego la gama cromática está muy bien, pero al final con un pincel es mucho más artístico, eliges tú tu propio color. Antes pintaba murales con aerógrafo y ya ni lo utilizo. Lo que más me gusta ahora es a pincel.