MADRID

Comienzan las obras de Atocha a la espera de decidir cómo será el nuevo monumento del 11M

La ampliación de la línea 11 de Metro a su paso por Atocha obligan a desmontar el espacio museístico de recuerdo a las víctimas que hay en el vestíbulo interior y el cilindro de cristal del exterior.

230725 Foto Monumento 11M

230725 Foto Monumento 11M

Elena Marín

Elena Marín

El monumento a las víctimas del 11M que se sitúa a las afueras de la estación de Atocha desaparecerá de la vista de los ciudadanos en las próximas semanas. La prolognación de la línea 11 de Metro que proyecta la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructras de la Comunidad de Madrid conlleva, a su paso por Atocha, una ampliación de la estación que implica a su vez el desmontaje de la estructura cilíndrica de vidreo que recuerda a las víctimas. También levantar el espacio museístico y de recogimiento del interior de la estación que completa el monumento. La Comunidad de Madrid se hará cargo del desmontaje de ambas partes y se ha comprometido con las víctimas a mantener su recuerdo con un espacio cuatro veces más amplio en el interior de la terminal de Atocha.

La línea 11 de Metro, 33 kilómetros que unen Madrid de norte a sur de forma diagonal, pasa a 20 metros por debajo de la superficie en este punto de Madrid y, aunque las obras del tramo entre Plaza Elíptica y Conde de Casal comenzarán previsiblemente este año, no se espera que la línea esté operativa hasta, al menos, finales de 2027. Pero la Consejería aprovechará el cierre actual y temporal de la línea 1 del metro a su paso por Atocha, a solo 8 metros bajo la superficie, para remodelar la estación y la comunicación del vestíbulo, dejando espacio para los 15 millones de viajeros que se estima que pasarán por aquí cuando ambas líneas estén en servicio y se crucen también con los de Cercanías y Renfe, según los datos facilitados por el departamento que dirige Jorge Rodrigo.

Infografía orientativa que facilita la Consejería sobre cómo podría quedar el espacio dedicado a las víctimas en el interior de la estación.

Infografía orientativa que facilita la Consejería sobre cómo podría quedar el espacio dedicado a las víctimas en el interior de la estación. / Comunidad de Madrid

Obras en agosto

Estas obras comenzarán la primera quincena de agosto y afectarán inicialmente al vestíbulo superior de 440 metros cuadrados donde se encuentra el monumento en memoria de las víctimas. Con el nuevo diseño de ampliación, ese espacio pasará a tener 1.900 metros cuadrados y el compromiso adquirido por Rodrigo con las representantes de las asociaciones de víctimas, con quienes se ha reunido este martes, es que "166 estarán independizados mediante una mampara de cristal para servir como zona de recogimiento" y en el "espacio restante", por el que necesariamente pasarán los viajeros de la estación, también se incluirán referencias a los atentados del 11M. El objetivo, según explican fuentes de la Consejería, es que en este proceso de reforma se logre un espacio de "mayor proyección y visibilidad" para ese memorial, así como una mejor accesibilidad, ya que hoy es un lugar poco transitado y visitado por quienes pasan por esta terminal ferroviaria.

Rodrigo ha infornado a las víctimas de los plazos y el proyecto y les ha informado de que "se creará un grupo de trabajo" con ellas para informales del estado de las actuaciones y que puedan participar en el desarrollo y futuro del recuerdo del atentado, del que el próximo mes de marzo se cumplirá el veinte aniversario. El plan, señalan, es que durante el proceso las víctimas puedan aportar sus ideas.

Futuro del monumento cilíndrico

La previsión es que la primera reunión de este grupo de trabajo se produzca en septiembre, una vez que se haya conluido el proceso de desmontaje del interior del actual monumento. Y entonces empezará a hablarse sobre el detalle concreto de cómo será el nuevo espacio de recuerdo de las víctimas bajo la superficie y que quedará a la vista de los viajeros.

En la superficie, las cosas llevan otro ritmo. La Consejería prevé comenzar con los trabajos de desmantelamiento de la estructura cilíndrica de 11 metros de altura en el mes de octubre, pero no hay una previsión de cuándo finalizará el desmontaje por "las grandes dimensiones" del monumento, conformado por ladrillos de vídreo unidos con un pegamento especial y que pesa 160 toneladas. Desde el departamento de Transportes aseguran que no hay de momento un proyecto cerrado sobre cómo quedará esa superficie exterior, cuyo proyecto de urbanización y rehabilitación debe acometer el Ayuntamiento de Madrid. Si el cilindro volverá o no a su sitio es algo que, señalan, estudiarán con las propias víctimas.