TRANSPORTES

Las paradas 'fantasma' del Metrosur de Madrid que ideó Gallardón y siguen cerradas 20 años después

Durante el mandato de Gallardón, la Comunidad de Madrid reservó unos tramos del trazado de la línea 12 para acondicionarlos en el futuro en caso de que la población se instalase en esas zonas

El Vivero y La Pollina, en Fuenlabrada; Los Rosales y Móstoles Sur, en Móstoles; y Poza del Agua, en Leganés, nunca se han abierto y no se acondicionarán próximamente: "Ahora mismo no hay una alta demanda"

Dos hombres observan el plano de la línea 12, Metrosur, de Madrid, en el año 2008.

Dos hombres observan el plano de la línea 12, Metrosur, de Madrid, en el año 2008. / DAVID CASTRO

Ana Ayuso

Ana Ayuso

Miles de personas recorren a diario la ruta de Metro entre las estaciones Arroyo Culebro, en Getafe, y San Nicasio, en Leganés, en la línea 12. Lo que no saben la mayoría de estos pasajeros es que en el trayecto pasan por delante de paradas que nunca llegaron a convertirse en estaciones. En concreto, de cinco: dos en Móstoles, otras dos en Fuenlabrada y una en Leganés.

Helio Roque, un joven tiktoker y estudiante del campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid, fue quien recientemente volvió a poner en foco en la red social de que existían estas olvidadas infraestructuras. Hay que afinar mucho la vista en el viaje para encontrarlas. Y aún más el oído. Es por ello que quienes llevan auriculares o el móvil en la oreja nunca se habrán dado cuenta de que existen. "Cuando pasas por allí, cambia el sonido", afirma. El tren pasa de transitar junto a una pared gris con cables a cruzar un vacío, un hueco oscuro que sólo se puede ver durante un segundo. "Como para ir a la universidad tengo que pasar por Arroyo Culebro, me fijé y vi el agujero", recuerda este apasionado del metro, el medio de transporte al que dedica la mayoría de sus vídeos.

Cuando en abril de 2003 Alberto Ruiz-Gallardón, como presidente de la Comunidad de Madrid, inauguró las 28 estaciones que formaban Metrosur, el portavoz del proyecto ya avisó de que había tramos de vía preparados para acondicionarlos "cuando la población se haya instalado en estas zonas". Se trataba de El Vivero y La Pollina, en Fuenlabrada; Los Rosales y Móstoles Sur, en Móstoles; y Poza del Agua, en Leganés. De algunas se conoce la localización exacta, pero la Comunidad de Madrid señala que, "por temas de seguridad, no podemos identificar ni decir dónde están esos puntos".

Plano de Metrosur, en Madrid, con las paradas ocultas de la línea./ NACHO GARCÍA


"Hay un poco de leyenda urbana. Se dice que hay estaciones 'fantasma' y la gente piensa que la estación está ahí y que lo único que pasa es que el tren no para, pero en realidad, no es así", explica Adrián Fernández, responsable de Movilidad de Greenpeace. Lo que se planteó en el proyecto de Metrosur fue crear "una reserva de trazado dentro del itinerario" de los trenes, de cara a que se pudiesen ampliar las paradas y convertirlas en estaciones "si en esos desarrollos urbanos se incrementaba el número de personas que iban a vivir allí", reflejan desde la Comunidad de Madrid. 

Casi 20 años después, no se han ejecutado esas estaciones, porque "ahora mismo no hay una alta demanda" de las mismas. De hecho, ni siquiera se han cumplido las previsiones de uso que planteó el Gobierno de Gallardón para Metrosur. Según informaba El País a principios de siglo, la Comunidad de Madrid planteaba que unos 140.000 viajeros lo usarían cada día, lo que se traducía en unos 51 millones de viajeros al año. La línea 12 es la tercera menos concurrida, sólo por detrás de la ruta 11, Plaza Elíptica-La Fortuna, que también entra en los municipios del cinturón rojo de Madrid, y la 8, que va de Nuevos Ministerios a Aeropuerto T4. El informe de evolución de la demanda a cierre de 2019, el último que se ha publicado, muestran que Metrosur lo utilizaron a lo largo del año 36,5 millones de pasajeros.

Metrosur era una buena idea porque unía los municipios del sur, pero quizás el metro no era el transporte más indicado"

— Adrián Fernández, responsable de Movilidad de Greenpeace

Que nunca se hayan puesto a punto esas estaciones desvela las debilidades de una línea 12 que "nunca va a alcanzar la demanda para la que se construyó", manifiesta Fernández. "Metrosur era una buena idea, en el sentido de que se unían los municipios del sur, pero quizás el metro no era el transporte más indicado. De hecho, los trenes de Metrosur son de tres coches, la mitad de largos que un metro normal. Son como de juguete", subraya el responsable de Movilidad de Greenpeace.

"A ciertas horas, es incómodo que los trenes de Metrosur sólo tengan tres vagones porque va el tren verdaderamente lleno", afirma Helio Roque, que destaca que desde el año pasado ha detectado que esta línea, a la que se ha conocido históricamente como 'Lentosur', "va más deprisa". Desde la Comunidad de Madrid sostienen que la línea 12 "cubre las necesidades actuales de los pasajeros". "Ni está infravalorada a nivel de afluencias ni hay una escasez en el servicio".

Alberto Ruiz-Gallardón y el entonces vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte, Luis Eduardo Cortés, presentan en 2001 los nuevos trenes de Metrosur./ EFE


En el área de El Vivero, el Hospital de Fuenlabrada y el campus de Universidad Rey Juan Carlos, vivían, según el Anuario Estadístico Municipal 2019, 9.306 personas. Estos datos no especifican la población de La Pollina. En el barrio de Poza del Agua vivían en enero de 2109 alrededor de 3.700 habitantes. A pesar de que los vecinos de esos distritos, y en alguna ocasión los propios ayuntamientos, han pedido en los últimos años que se acondicionen esas estaciones, no está entre los planes de la Consejería de Infraestructuras y Transportes. "Ahora mismo, no se contempla ese escenario", trasladan desde la Comunidad de Madrid.

"El Consorcio y la Dirección General de Infraestructuras hacen periódicamente un estudio para revisar esa posibilidad. Las estaciones habría que crearlas, dotarlas económicamente y requieren un presupuesto, porque no hay una estación creada", recalcan desde el Gobierno regional. Los tramos de Metrosur se dejaron en "rasante cero", por lo que no tienen ningún tipo de pendiente ni hacia arriba ni hacia abajo, y están instalados en ramales de vía rectos, de al menos 100 metros de longitud, aclara Adrián Fernández. En esos puntos, más allá de algunos servicios básicos, no hay ni escaleras, ni las bocas de metro, ni los accesos a los andenes. "Habría que cimentarlos y son obras bastante caras", agrega.

Lo que ocurre con estos embriones de estación recuerda a Aviación Española. Esta parada contaba únicamente, antes de la ampliación de la línea 10, con un tramo recto de vía reservado, como sucede con las de Metrosur. En la legislatura siguiente, con Esperanza Aguirre, se decide construir casi de cero ese terminal. "Hubo que cubrir todo ese tramo con una especie de coraza metálica, picar el túnel y hacer la estación, mientras los trenes seguían pasando", recuerda Adrián Fernández. Se invirtieron 29,7 millones de euros.

"Un problema que ha habido en todas las ampliaciones de Metro es que ha existido una obsesión por llevar el metro a un sitio sin preguntarse a dónde iba a llevar ese metro. Lo hemos visto en metro oeste y metro norte. Los vecinos se preguntaban: 'Hemos inaugurado el metro, pero, ¿esto adónde me lleva?'. Si la gente de estos barrios no necesita el metro, quizá el autobús sea una opción más flexible", asevera Adrián Fernández.