LA VIDA CONTIGO

Qué fue de… Julián Contreras, el hijo de Carmina Ordóñez que se pudo construir una vida ajena a los escándalos de su familia

El joven, que en su canal de YouTube se define como “un escritor al que le entusiasma la comunicación”, lleva tiempo cuidando de su enfermo padre

Julián Contreras en 'Sálvame'.

Julián Contreras en 'Sálvame'. / EUROPA PRESS (ARCHIVO)

23 de julio de 2004. Carmina Ordóñez, hija del conocido torero Antonio Ordóñez y una de las mujeres más populares del país, es encontrada muerta en el interior de la bañera de su casa en Madrid. Las primeras informaciones apuntaban a un accidente, pero el bajo estado de ánimo y los problemas de adicción a los somníferos de la socialité, de 49 años, despertaron toda clase de especulaciones sobre las auténticas causas de su fallecimiento. "La familia de Carmen, sus hijos, especialmente el mayor, Francisco, decidió que la autopsia no se hiciera pública, lo que alimentó los rumores sobre una posible sobredosis como causa de la muerte. Todos querían que se cerrase la investigación para no alimentar aún más la polémica. Años después, algunos medios de comunicación tuvieron acceso al informe forense, que certificaba que 'la divina' falleció sobre las once de la mañana por una 'necrosis miocárdica'", escribió la periodista Ángela Portero.

Con solo 18 años, Carmina se casó en primeras nupcias con el torero Francisco Rivera 'Paquirri', con quien tuvo dos hijos —Fran y Cayetano, también diestros— antes de su separación. Después contrajo matrimonio religioso en Las Rozas, cerca de Madrid, con el cantautor Julián Contreras, que le daría a su tercer retoño. Nacido en enero de 1986, Julián Contreras Jr. creció en Marruecos, donde su madre decidió instalarse al no sentirse a gusto en España, cansada de juicios y enfrentamientos. Como hijo de una de las mujeres más asiduas en la prensa del colorín, se tuvo que acostumbrar desde pequeño a vivir sometido al escrutinio público y a lidiar con los vaivenes de su madre, un espíritu libre que acaparó las portadas con sus líos sentimentales y sus pleitos. Cuando alcanzó su mayoría de edad, Julián heredó de su abuelo materno 100.000 euros, aunque, según contó en una entrevista, "se lo gastó todo en clínicas de desintoxicación" para su madre. Ante semejante percal es fácil comprender por qué habló siempre como un niño viejo.

Julián contreras fue el segundo marido de Carmina Ordoñez.

Julián contreras fue el segundo marido de Carmina Ordoñez. / EFE (ARCHIVO)

Al poco de quedar huérfano de madre, el muchacho encontró en la escritura la manera de dar forma a su creatividad. En 2006 publicó su primer libro, Querida mamá, con el que quiso sacar a la luz los hechos más relevantes de la vida de Carmina. Después lanzaría varios libros más, haciendo incluso una incursión en el terreno de la ficción erótica, aunque ninguno de ellos ha contado con el entusiasmo de crítica y público. "Me ha perjudicado prácticamente en todos los campos", respondió cuando le preguntaron si apellidarse Contreras Ordóñez había supuesto un hándicap en su carrera literaria. "Esto sirve para que te cojan el teléfono, pero no garantiza nada. La obra se tiene que defender sola. Una vez una señora iba leyendo en el metro un libro mío y lo llevaba con las tapas forradas. Le pregunté por qué lo hacía y me dijo que era para que no vieran que leía un libro mío".

El fracaso del restaurante

Julián dio un giro a su vida en 2013, año en el que decidió montar en Madrid un restaurante, Pura Gula, donde invirtió todos sus ahorros. En su libro Cuando el fracaso es un éxito explicó luego que en aquella época tenía aspiraciones, ganas y motivación: "Mi situación no era fácil, ya que sentía mucha presión social por tener que llevar un tipo de vida que, aunque yo no necesitaba, era la que todos esperaban de mí [...]. No era una necesidad económica, pero sí una manera de mostrarme como las personas esperaban verme: 'con un trabajo de verdad'. Además, de ese modo, al mejorar mi aceptación pública, tendría acceso a otros proyectos profesionales que, sin esa percepción, resultan muy complicados. Porque aquí, principalmente, manda la opinión de los demás". Pero aquel local, que terminó cerrando al cabo de unos meses, acarreó problemas de salud y económicos a Julián, quien se tuvo que enfrentar a la demanda de uno de sus proveedores por una deuda de 13.000 euros.

Algún tiempo después confesó en una entrevista que se sentía "en exclusión social", pues llevaba "dos años en concurso de acreedores" y vivía "con 160 euros al mes. Uno cree que esto solo le pasa a las familias desestructuradas, pero no es así. He pasado hambre, he vivido sin luz, sin agua, sin gas... Te dejan sin margen y te vas ahogando”. Dada su precaria situación financiera, trató de ganarse las habichuelas de forma honrada: fue jardinero, hizo de coach, trabajó como empleado en un túnel de lavado… y también realizó apariciones puntuales en medios de comunicación donde compartió sus alegrías y miserias, previo pago de su importe. Gracias a esas entrevistas, la gente descubrió cosas como que había sufrido un serio problema de adicción a las pastillas ("El proceso de superación fue un infierno. Lo dejé de golpe, cosa que no se debe hacer, y aguanté el síndrome de abstinencia gracias al deporte", dijo), que la desesperación hizo que en un momento dado pensara en quitarse la vida, o que no había tenido pareja, "porque no creo en las relaciones", pero le gusta el sexo y en una ocasión participó en una orgía en la que estuvo solo con otras cuatro mujeres en una habitación de hotel.

Críticas a su hermano Fran

Más morbo aún despertaron sus declaraciones sobre los motivos del distanciamiento con sus dos hermanos mayores. En una ocasión se sometió al polígrafo de Sálvame Deluxe, que determinó que Fran había pasado una temporada prestándole dinero y que, en el momento en que se cansó y dejó de hacerlo, Julián decidió no cogerle más el teléfono. También es un hecho que al torero le sentó como un tiro que su medio hermano apareciera hablando mal de él en varias entrevistas. Según el hijo pequeño de Carmina, el origen del mal rollo estaría en aquel día de 2004 en el que la socialité se despertó en muy mal estado y tuvieron que llevarla al hospital: "La doctora me dice: 'No sé cómo está viva, pero por esta vía le queda poco. La intervención debe ser inmediata’. Ella no quiso quedar ingresada. Ese día nos reunimos en casa y tuvimos una conversación. Fran dijo que estaba harto y que no iba a colaborar más. Ahí empezó todo. Después retomamos el contacto, con sus más y sus menos, y la uptura total fue en la boda de Cayetano [en 2015]. Yo me sentí mal tratado, nadie se acercó a hablar conmigo".

Tampcoo se ha cortado un pelo al asegurar que Fran "es soberbio, clasista y machista", y que el diestro le "vetó" en muchas productoras de televisión, un medio en el que Julián siempre quiso trabajar. De hecho, en 2016 se convirtió en concursante de GH Vip (2016), reality que por cierto abandonó por voluntad propia, y en 2018 participó muy efímeramente en un programa de la televisión pública llamado Corazón. Después de eso, mientras ejercía como relaciones públicas de un bingo en la localidad madrileña de Móstoles, le llamaron para colaborar en el magacín matinal Días de Verano (2021), del que también salió de forma abrupta tras la polémica sobre su fichaje. "Lamento la respuesta que tuvo TVE conmigo", explicó. "Entiendo que Días de Verano nació en plena tormenta por la polémica del cese de Jesús Cintora, pero creo que me hicieron pagar los platos rotos cuando yo no ponía ni la vajilla. Evidentemente, yo no era el responsable de que me rotularan como ‘trabajador de un bingo’”.

Actualmente, el hijo menor de Carmina tiene 38 años y pone bastante esmero en su canal de YouTube, donde realiza entrevistas a los pocos personajes que le dejan hacérselas, comparte sus opiniones sobre temas de actualidad y ofrece a sus seguidores la posibilidad de realizar donaciones que le ayuden a salir adelante. Según las fuentes consultadas, está viviendo junto a su padre, al que una enfermedad degenerativa está dejando ciego, en una casa alquilada en Cuenca. "A mí el día en el que de verdad me cambiará la vida será ese en el que él no esté”, ha señalado. “Será un punto y aparte en mi vida radical que no soy capaz de concebir. Pero mi padre es mi padre. Yo llego a la vida de las personas cuando las personas quieren que llegue a su vida y me voy el día que así lo desean. Y estoy muy contento con esta dinámica".