ADICCIONES

Tirar de alcohol y pastillas para aguantar la vida: Proyecto Hombre pone el foco en el consumo de riesgo en mujeres

Mujer, de mediana edad, con una vida estructurada, un trabajo (o no), y un estatus socioeconómico medio, que abusa de sustancias y lo hace de manera normalizada y oculta, es el perfil detectado por la asociación

Proyecto Hombre alerta del consumo de alcohol y psicofármacos en mujeres

Proyecto Hombre alerta del consumo de alcohol y psicofármacos en mujeres / Pixabay

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Es un perfil específico. Mujer, de mediana edad, con una vida estructurada, un trabajo (o no), y un estatus socioeconómico medio, que abusa del alcohol y/o de los psicofármacos y lo hace de manera normalizada y oculta, sin ser consciente del riesgo que supone, ya que son sustancias legales y aceptadas socialmente. Sobre ellas ha puesto el foco la Asociación Proyecto Hombre. De acuerdo con el Plan Nacional Sobre Drogas, el consumo de hipnosedantes es el único en el que la prevalencia en mujeres es mayor que en hombres, cerca del doble.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, Proyecto Hombre ha lanzado la campaña de sensibilización #MujeresConProyecto, que tiene como objetivo concienciar a las que dependen del alcohol y psicofármacos para afrontar su vida, así como dar a conocer los programas específicos que tiene la entidad para atenderlas.

La soledad

"Muchas comienzan este consumo tras el abandono del hogar de sus hijos e hijas y, cuando aparecen sentimientos de soledad, de no sentirse útiles o necesarias… Otras para hacer frente a sus malestares, a sus preocupaciones o exigencias laborales… y deriva en relaciones de dependencia y abuso. La culpa, el estrés, el cansancio físico y mental se convierten en factores de riesgo que pueden derivar en el consumo problemático y de riesgo de alcohol, psicofármacos y otras drogas como forma malentendida de evasión", explica Ana Macías, directora técnica de programas de prevención y tratamiento en Fundación Aldaba-Proyecto Hombre Valladolid.

Se trata de un consumo oculto, ligado al desconocimiento y considerado como algo "normal", especialmente entre las mujeres, añade. Dice Proyecto Hombre que a ello se suma el hecho de que no existen campañas generalizadas de prevención y sensibilización, como sí ocurre con otras sustancias y otros consumos de riesgo.

Mayor consumo

Según la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en la población general en España (EDADES, 2022), el consumo de hipnosedantes con o sin receta se ha incrementado de nuevo, continuando con la tendencia creciente iniciada en 2018 (3%) hasta un 23,5%, recuerda esta entidad.

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Medicamentos / EPE

En 2022 el 13,1% de las personas de 15 a 64 años los ha consumido en los últimos 12 meses, y la proporción es mayor entre las mujeres (16,0%) que en los hombres (10,3%). "Son estas mujeres, cuyo consumo está normalizado y que no se considera como un riesgo, a las que queremos llegar con nuestra campaña #MujeresConProyecto -financiada por el Plan Nacional Sobre Drogas-, para que sean conscientes del problema y busquen ayuda y apoyo en nuestros centros", afirma Manuel Muiños, presidente nacional de la Asociación Proyecto Hombre.

Perspectiva de género

Más allá de la campaña, Proyecto Hombre considera que la intervención en adicciones desde la perspectiva de género es algo que se debe abordar en todos los ámbitos de actuación, desde la prevención pasando por el tratamiento, hasta la reinserción sociolaboral. "La mirada de género no es una moda, es una necesidad, es una cuestión de derechos y de efectividad de las intervenciones", afirma Elena Presencio, directora general de la Asociación.

El número de mujeres que acuden a los programas es mucho menor que el de los varones (18,6% de mujeres, frente a un 81,4% de hombres)

De acuerdo con los datos del Observatorio 2022 de Proyecto Hombre sobre el perfil de las personas con problemas de adicción en tratamiento, el número de mujeres que acuden a los programas de esta asociación es mucho menor que el de los varones (18,6% de mujeres, frente a un 81,4% de hombres).

"En general, las mujeres tienden a silenciar o a ocultar su consumo, por lo que tardan más en pedir ayuda (una media de 15 años desde el inicio). La falta de apoyo socio familiar, el temor al estigma y priorizar el cuidado de los demás, suelen ser los motivos para retrasar el tratamiento. En muchos casos tienen miedo a perder la custodia de sus hijos e hijas al hacer pública su adicción y suelen contar con menor apoyo familiar, económico y social. Por eso, cuando por fin deciden acudir, lo hacen física y psicológicamente más afectadas", asegura Presencio.

Para dar respuesta a estas mujeres, en los 28 centros de Proyecto Hombre se desarrollan programas e intervenciones específicas para ellas, profundizando en cuestiones como la gestión emocional, la autoestima o la dependencia emocional.