TRIBUS DIGITALES

Marido, pasteles y niños: las ‘tradwife’, el movimiento de vuelta al hogar que prende en TikTok

Crece en internet una corriente de jóvenes que promueven la dedicación exclusiva a las tareas domésticas como antídoto contra el mundo laboral y la frenética vida urbana

Estee Williams, uno de los referentes de las ’tradwife’ en TikTok.

Estee Williams, uno de los referentes de las ’tradwife’ en TikTok. / EPC

Abel Cobos

"Mientras el mundo condena a las mujeres tradicionales, yo seguiré viviendo mi verdad”, asegura Estee Williams, 'tiktoker' que, con 80.000 seguidores, sirve de portavoz del movimiento ‘tradwife’, mujeres contrarias a los avances del feminismo y que se proponen volver a la época en la que las señoras eran un complemento masculino. En el vídeo, acompañando el texto, Estee muestra su día a día, dedicado exclusivamente a los cuidados familiares: prepara la comida, plancha la ropa, limpia la casa y hace todos esos quehaceres domésticos que la convierten en una caricatura hollywoodiense de las mujeres de los 50.

En sus vídeos, además, remarca lo feliz que es sirviendo a su marido e, incluso, habla de su vida antes de haber descubierto “las virtudes” de la “mujer tradicional”: era una estudiante universitaria que iba al gimnasio e intentaba cuadrar una agenda repleta de las exigencias de la vida urbana que la iba quemando. Ahora, dice, es feliz y está en paz, fruto de la supuesta tranquilidad que trae consigo la reclusión doméstica.

Aunque su discurso pueda parecer algo marginal o anecdótico, ha llegado a millones de personas -literalmente, sus visitas se cuentan con nueve ceros- y no es la única en apostar por este contenido. Las ‘tradwife’, o aquellas ‘influencers’ con las que comparte valores, aunque no se identifiquen como tales, cuentan con amplias plataformas donde escampar este discurso reaccionario y que coquetea con la ultraderecha. De hecho, en EEUU ya se han convertido en un brazo femenino de la llamada 'alt-right' (derecha alternativa).

De Lidia Bedman a Verdeliss

En España, por ejemplo, tenemos a Lidia Bedman, mujer de Santiago Abascal. “Su cuenta [con 230.000 seguidores] es un poco fantasía ‘tradwife’”, comenta la periodista Noelia Rodríguez, una de las voces de ‘Amiga date cuenta’, de Radio Primavera Sound. También Estefi Unzu, conocida como Verdeliss en sus redes y famosa por su familia numerosa de ocho hijos, cuenta con un millón y medio de seguidores en Instagram y comparte una visión de la vida doméstica que igualmente coquetea con esta ideología.

No solo se trata de ‘influencers’. Columnistas y pensadoras como Ana Iris Simón, autora de ‘Feria’, y la catalana Montserrat Dameson han escrito acercándose, de forma más o menos evidente, a la línea discursiva ‘tradwife’, opinando sobre la fantasía de quedarse en casa, frenar la frenética vida urbana y dedicarse a ser madres y cuidadoras del hogar, como las generaciones anteriores. “Son ‘influencers’, pensadoras y políticas que hacen agenda de este movimiento. Quizá no usan la palabra ‘tradwife’ como tal, pero sí que comparten esos valores tradicionales, conservadores y nostálgicos de volver a dedicarse a los cuidados en casa”, añade Rodríguez.

Reacción al feminismo

Para la periodista, que ahora aparezcan estos movimientos tiene una explicación. “Con la nueva ola feminista, aparece una reacción contraria que quiere recuperar los valores del pasado”. Algo que la feminista Susan Faludi ya documentó en ‘Reacción’, donde retrataba la respuesta conservadora que se activó a raíz de la ola feminista de los años 80.

“La nostalgia, el mirar hacia atrás, hace que el cuerpo descanse, se relaje”, apunta Rodríguez. Y cuando los movimientos progresistas presionan para encontrar cambios y se replantean los espacios que ocupan las mujeres en su vida íntima y profesional, cuando el futuro es tan difícil de imaginar, “aparece gente que se siente a gusto en el pasado, en ese pasado mullido que ofrece un orden”, continúa.

"24 horas en la vida de..."

Coincide Janira Planes, directora de comunicación de Wuolah y especialista en cultura digital, que afirma que, “en un mundo con más voz del feminismo, ante la amenaza de que deje de existir el tradicionalismo y sus privilegios, se hacen más visibles los remanentes que quedan de esa sociedad más anticuada, del tradicionalismo que recluye la mujer en casa”.

@twinmelody Cuando sea el tiempo correcto, Dios hará que suceda ❤️ At the right time, God will make it happen! #Diosteama #hagamosviralaJesus #Diostenendiga ♬ sonido original - Tóxico

Las ‘tradwife’, para hacer proselitismo, se sirven de los códigos ya establecidos en las ‘apps’. Por ejemplo, son muy comunes en redes los vídeos de “24 horas en la vida de…”, que enseñan cómo viven personas con todo tipo de orígenes, empleos y posiciones sociales casi a modo documental. En este contexto, muchas ‘tradwife’ han hecho lo mismo, pero proyectando una visión bucólica e idealizada de la vida doméstica, dibujándola como solución a los horrores del capitalismo digital.

Mujeres salvadas del mundo laboral

Ya lo alertaba la escritora y columnista Zoe Hu: “Muchas ‘tradwife’ son mujeres jóvenes que odian el trabajo y celebran esos acuerdos donde los hombres salvan a sus mujeres del mundo laboral”. En un artículo para 'Dissent Magazine' recupera un tuit de una ‘tradwife’ que romantiza la frase que soltó el marido de una amiga cuando empezaron a tener citas: “Quédate conmigo, cásate conmigo, y nunca tendrás que trabajar”. Al final, para Hu, estas ‘influencers’ tradicionales lo que hacen es alimentarse del malestar y la frustración con el objetivo de promover unos valores de ultraderecha.

Es algo que apuntaban Rodríguez y su compañera de ‘podcast’, Begoña Gómez Urzaiz, en ‘Amiga date cuenta’: este tipo de contenido puede resonar en esas jóvenes desgastadas por la rueda del capitalismo, pero que viven desengañadas con el feminismo de ‘celebrities’, ese #girlpower (poder de chicas, en inglés) que solo apela a mujeres ricas como Beyoncé y Hillary Clinton, pero que no se ve capaz de resolver sus problemas cotidianos, sino que es más bien lo usa como elemento pop e incluso comercial.

Altavoz por la polarización

Por supuesto, además de la frustración generacional, las ‘tradwife’ se sirven del algoritmo de las ‘apps’ para escampar sus mensajes. Lo desgrana Planes: “El movimiento ‘tradwife’ es algo minoritario, pero que cuenta con mucho altavoz ya que es fácil que se viralice al generar mucha polarización. Ver a una mujer abogando por volver a los ‘orígenes de la feminidad’ (en casa, siguiendo las normas del patriarcado a rajatabla) provoca comentarios muy a favor o totalmente en contra. En TikTok, que es donde este movimiento vuelve a emerger y a coger fuerza, la polarización es detectada por la plataforma y su algoritmo que, al ver mucho ‘engagement’, le da mucho más ‘push’, para que más gente interactúe”.

Al final, esa es la receta de la proliferación de sus mensajes: desesperación social y polarización que activa el algoritmo. Y no solo es el movimiento ‘tradwife’, también el cristianismo usa las mismas técnicas para evangelizar en el siglo XXI. ‘Influencers’ como las Twin Melody, participantes en el Benidorm Fest de 2023 y que cuentan con 18 millones de seguidores en TikTok, tienen mensajes católicos donde aseguran que Jesús y Dios son la respuesta a ese malestar generacional que viven los jóvenes, perdidos ante la falta de expectativas de futuro.

Como apunta Hu, el movimiento ‘tradwife’ es un paso más en la agenda de la derecha para promover sus valores conservadores, que actúa a través de diversos focos de acción, desde la religión hasta las esposas tradicionales. Y España no es ajena a la popularización de estos discursos: al final, nuestro país no ha logrado desprenderse del tradicionalismo del Franquismo, que todavía pervive. Como concluye Rodríguez: “España es un país de 'tradwifes'”.