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‘La Fashionaria’ de Yolanda Díaz o el 'look' de cazador de Abascal: ¿qué nos dicen los políticos con su ropa?

La indumentaria es una forma de comunicación no verbal con la que los candidatos pueden expresar seguridad, confianza, fuerza o agresividad

Ilustración de Yolanda Díaz con el look que llevaba durante el desfile de las Fuerzas Armadas.

Ilustración de Yolanda Díaz con el look que llevaba durante el desfile de las Fuerzas Armadas. / Nacho García

Marta Alberca

Marta Alberca

Una de las cualidades que nos separa a los humanos del resto de seres vivos es nuestra capacidad para comunicarnos con palabras (o signos), algo indispensable para relacionarnos con nuestro entorno. Pero más allá de la comunicación verbal, existen mil maneras de expresar lo que somos. Una de ellas es a través de la ropa. No es que seamos lo que vestimos, pero la moda sí que puede ser un vehículo de expresión, tanto en las pasarelas de alta costura como en los pasillos del Congreso de los diputados. Porque sí, los políticos también nos quieren vender su programa a través de su vestimenta.

Pero, ¿qué nos quieren decir realmente? Pues buscan desde lanzar mensajes que expresen seguridad y cercanía, hasta mostrar poder y fuerza. Esto varía según cada perfil, tal y como explica en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Anitta Ruiz, consultora, divulgadora de moda y creadora del hastag #LaRopaHabla. "Cuando comenzó Podemos, una de las cosas que vendían es que eran diferentes al resto, que no eran la casta. La casta estaba representada por los hombres de chaqueta y corbata", explica. Entonces vimos cómo, por primera vez, los vaqueros y las sudaderas irrumpían en el Congreso, buscando decir que por fin el pueblo entraba en Hemiciclo. "Ellos entendían como pueblo a la gente que no trabaja de chaqueta y corbata", añade.

Desde entonces, la imagen de los políticos de izquierda se a aparejado a la del look informal y desenfadado, pero esto cambió con la llegada de Yolanda Díaz al Gobierno. En contadas ocasiones, la gallega ha optado por ponerse un vaquero para hacer alguna comparecencia, pero es más usual verla con trajes de chaqueta en tonos neutros, camisas y blusas que, en muchas ocasiones, se han convertido en objeto debate. Esto le ha llevado al punto de tener apodos como 'La Fashionaria', impuesto por el periodista Federico Jiménez Losantos en uno de sus editoriales radiofónicos.

Yolanda Díaz durante el desfile de las Fuerzas Armadas 

Yolanda Díaz durante el desfile de las Fuerzas Armadas  / Agencias

Lejos de ofenderse, el equipo de Díaz ha usado este término y le ha sacado partido con el merchandasing que se repartió durante la puesta de largo de su proyecto Sumar en Madrid. "Esto surge de la petición de mucha gente en redes. Hay perfiles en Twitter de gente anónima que lleva 'La Fashionaria' y nos reclamaban camisetas, chapas, pegatinas…", explican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑAfuentes de Sumar. De hecho, ya están trabajando para hacer más después de que se agotaran durante los primeros minutos del acto. "Fue una decisión de última hora, se hicieron pocas, ni siquiera el equipo pudo quedarse con una pegatina de recuerdo", añaden.

Incluso hay quienes ya hablan de lo que se conoce como 'efecto Yolanda'. "Se aleja de la imagen más 'perroflauta' de la izquierda, porque ella se viste como una política que en otro tiempo hubiéramos considerado de otro espectro político", explica Anitta. Esto le ha generado una gran ventaja porque ha conseguido ganarse la simpatía de grupos más amplios de lo que era la izquierda del 15M. "Una política puede ser muy de izquierdas y puede gustarle la ropa, no va separado. De hecho, la moda es una de las industrias más potentes de nuestro país, y ella siempre defiende la marca España y en especial la de Galicia", añaden fuentes de Sumar.

En este caso, entra en juego un nuevo factor: el del compromiso social de la moda. Es una forma de poner en valor la ropa que se fabrica aquí, es decir, de kilómetro cero. "Ella tiene muy claro quién fabrica y dónde se hace lo que lleva", apuntan. Esto también es una forma de comunicar y mostrar puntos de su programa político, ya que "quiere hablar de la industria de la moda, un sector que ha estado mucho tiempo lejos de los debates políticos. Su objetivo no es solo enseñar el trabajo de los grandes diseñadores, sino de los hombres y mujeres que trabajan en la industria del textil, y en especial de Galicia".

Una de las firmas que más suele llevar es la también gallega Purificación García. De ella era el conjunto de dos piezas que lució en el acto de presentación de Sumar, y el vestido en color champán que la vicepresidenta escogió para el último desfile de la Fiesta Nacional, muy aclamado en redes sociales.

Sánchez opta por trajes más modernos, Feijóo no se aleja del clásico

No solo Díaz es la que comunica con su vestimenta. También lo hace Irene Montero, que suele optar por prendas de color morado muy asociado al Ministerio de Igualdad, o el propio presidente Pedro Sánchez. El presidente también ha creado su marca personal porque siempre suele lucir el mismo tipo de traje: chaqueta con solapa muy estrecha y corbata estrecha. "Su objetivo es alejarse del traje clásico", explica Anitta.

Sin embargo, la especialista señala que no es el que más le favorece. "Con su altura le quedaría mejor un traje de solapa más ancho, pero sería una pieza más clásica y esto es precisamente lo que se quiere evitar. Otro dato llamativo es el color. "Siempre suele llevar un tono azulón, que se aleja del azul marino clásico y resalta más. De hecho, siempre sobresale en las fotos oficiales, como ocurrió con la de los líderes del G20 o de la Cumbre de la OTAN", sentencia.

Pedro Sánchez durante la OTAN

Pedro Sánchez durante la OTAN / Agencias

En el lado opuesto estarían el líder popular, Alberto Núñoz Feijóo, y el del Vox, Santiago Abascal. El primero suele llevar trajes clásicos en color azul, a excepción de casos aislados como su última aparición en la revista Yodona, donde vestía un look más informal en tonos claros que derivó en numerosos comentarios en las redes sociales. "Estamos acostumbrados a ver a Feijóo vestido de colores azules, pero esta vez lo diferente es que apareciera vestido en tonos beige. Si ese mismo look hubiera sido azul no habría llamado la atención", argumenta Anitta.

Del lado más conservador está Santiago Abascal, cuya vestimenta suele caracterizarse por trajes más clásicos que los de Sánchez y Feijóo. "Suele llevar las chaquetas más justas, quizás para expresar fuerza", añade. Además, destaca el cambio que hace cuando visita alguna provincia relacionada con el campo o el sector primario. "Para esas ocasiones apuesta por ropa verde que se relaciona con el campo o con el trabajo", finaliza la experta.

La política y la ropa

A pesar de todo ello, la política y la moda no siempre han ido de la mano. Ha sido en estos últimos años cuando se ha trabajado más en ello, pero todavía queda mucho por hacer. Como señala en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Consol Vilar, especialista en Imagen personal y comunicación corporativa, "hemos evolucionado pero falta que se trabaje con un equipo especializado, es decir, que dentro de los gabinetes de comunicación haya un consultor de imagen, como ocurre en Estados Unidos".

Si nos fijamos en la Casa Blanca encontramos muchos ejemplos. Uno de ellos Barack Obama, que "reflejaba autenticidad", apunta Vilar. En el lado femenino apuesta por Alexandria Ocasio-Cortez, que "en cada momento ha sabido elegir el look perfecto para lo que ella quería decir".

Todavía quedan unos meses de campaña en los que, además de los discursos, los focos estarán pendientes de lo que no se dice. Y la vestimenta pasa por ser una parte más de la estrategia de la comunicación no verbal. "Hay que saber integrarla para que refleje nuestro discurso y nuestra cualidades pero con naturalidad, como si fuera una cosa que ya llevas incorporada" , sentencia la especialista.