REBELDES YEMENÍES

España no ha decidido aún si acudirá a la misión del Mar Rojo y lo debate con la UE, según Albares

El Gobierno de Estados Unidos incluyó unilateralmente a nuestro país como parte de la misión para defender las rutas marítimas de los misiles de los rebeldes yemeníes

Jose Manuel Albares comparece en el Congreso

Jose Manuel Albares comparece en el Congreso / Congreso de los diputados

Mario Saavedra

Mario Saavedra

España aún no ha decidido si participará o no en la misión militar, liderada por Estados Unidos, que pretende enviar barcos de guerra al Mar Rojo para defender a las navieras de los ataques de los rebeldes yemeníes. "Estamos aún hablando con los socios de la Unión Europea y analizando los detalles y todas las implicaciones", ha dicho el ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación. "Todavía no estamos en el momento de la decisión", ha añadido José Manuel Albares, tras un encuentro de balance de la presidencia española del Consejo de la UE en la Fundación Alternativas de Madrid.

Los rebeldes hutíes chiíes de Yemen, un país pobre al sur de Arabia Saudí, han puesto en jaque el comercio internacional marítimo que pasa por el Canal de Suez. Han lanzado misiles y secuestrado barcos para presionar a los países occidentales, especialmente Estados Unidos, por su apoyo a Israel en la ofensiva contra Gaza, que ha acabado ya con la vida de 20.000 palestinos. Los hutíes controlan el estrecho de Bab al-Mandeb, por el que deben pasar todos los barcos que atraviesan el Canal de Suez para llevar o traer mercancías o combustible desde Asia a Europa, o viceversa.

Para responder a la amenaza, Estados Unidos ha formado una coalición internacional que va a llevar buques de guerra a la zona. En la operación Guardián de la Prosperidad participarán barcos estadounidenses, británicos, canadienses, franceses o italianos. En un primer momento, el Pentágono aseguró que también españoles, pero la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha advertido de que eso está por concretarse y que España no participará si no es bajo una misión de la UE o de la OTAN. Otros países, como Alemania, estudia aún su posible participación.

Defensa de los nombramientos políticos

El jefe de la diplomacia española ha defendido los nombramientos que ha realizado en la formación de su nuevo gabinete. A preguntas de los periodistas sobre el malestar que expresan algunos diplomáticos de carrera por la asignación de políticos para puestos relevantes, el ministro ha dicho que nadie le ha transmitido esas quejas.

El Gobierno ha nombrado a Héctor Gómez, anterior ministro socialista de Industria, para uno de los puestos diplomáticos más codiciados, el de representante permanente ante Naciones Unidas, en Nueva York. Tiene también dos secretarias de Estado no políticas: la senadora socialista Susana Sumelzo, que será secretaria de Estado de Iberoamérica, Caribe y Español en el Mundo; y la diputada Eva Granados, que se encargará de la secretaría de Estado de Cooperación.

La Asociación de Diplomáticos de España, mayoritaria en el cuerpo de cerca de 1.000 diplomáticos de carrera, emitió un comunicado afeando el nombramiento de Héctor Gómez, por considerar el puesto como uno de los que requiere más conocimientos profesionales de la diplomacia multilateral.

Balance de la presidencia de la UE

Un día después de que en el Parlamento la oposición criticara la falta de impulso político del Gobierno en la presidencia del Consejo de la UE, el ministro de Exteriores ha defendido la impronta de España en varios de los dosieres clave aprobados en Bruselas.

José Manuel Albares ha destacado especialmente el foco puesto en América Latina y en la celebración de la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, por primera vez en ocho años. "Sin España, probablemente no habría ocurrido", ha dicho José Manuel Albares.

También ha subrayado la impronta española en la toma de la decisión de abrir negociaciones con Ucrania para la adhesión a la Unión Europea.