ENTREVISTA | Channell-Justice

“El batallón Azov es pequeño y probablemente morirán todos defendiendo Mariúpol”

Entrevistamos a la experta en Ucrania de la prestigiosa universidad estadounidense

Advierte de que "si cae Ucrania, es el fin del orden mundial establecido”

Emily Channell-Justice experta en Ucrania de la Universidad de Harvard

Emily Channell-Justice experta en Ucrania de la Universidad de Harvard / Kristina Conroy

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Emily Channell-Justice dirige el programa de Estudios Contemporáneos de Ucrania en la Universidad de Harvard. Es antropóloga social y lleva una década estudiando la realidad social y política de Ucrania. Pide que se permita al país decidir su futuro, incluso si eso implica que entre en la Unión Europea. Occidente, dice, tiene un deber de reconstrucción con Ucrania, cuya industria y producción energética está siendo destruída. Rechaza la idea de un país tradicionalmente dividido en dos, entre prorrusos y proucranianos. Dice que la fuerza de la ultraderecha en el país es mínima. Atiende a

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

por videoconferencia desde Estados Unidos.

¿Cómo ve el futuro de Ucrania?

Es muy incierto, pero hay algunas certezas: los ucranianos se han comprometido con la idea de Ucrania más que nunca antes en la historia. La guerra les ha unido. Las grandes cuestiones geopolíticas sobre cómo quedará el mapa del país están muy abiertas. 

¿Cómo se divide tras la guerra la sociedad ucraniana? Hay rusos étnicos y ucranianos étnicos, y se hablan dos idiomas, ruso y ucraniano… 

No hay correlación entre ser étnicamente ruso y hablar ruso en Ucrania. La gran mayoría de la gente que habla ruso como lengua primaria no son necesariamente étnicamente rusos. Los ucranianos hablan ruso. Y casi todos son bilingües. Se ha asumido erróneamente que como hay muchos rusoparlantes, estos serían prorrusos. Eso es simplemente falso.

¿Ha cambiado la orientación de los que apoyaban a Rusia tras la invasión?

Los ucranianos de origen étnico ruso que yo conozco no son prorrusos para nada, y han estado aprendiendo ucraniano para no depender del idioma de los “opresores”. En las elecciones de 2010, había mapas que mostraban cómo la mitad oeste del país votó mayoritariamente por la proeuropea Yulia Timoshenko, y la parte este del país por Viktor Yanúkovich. Pero él por aquel entonces no se presentaba como un candidato prorruso: promovía una política exterior ucraniana multivectorial equilibrada entre Europa y Rusia.

"Si Ucrania cae, el orden mundial actual, creado tras la segunda guerra mundial, caerá".

Luego fue depuesto tras las revueltas del Maidán…

Desde entonces ya no podemos decir que Ucrania está dividida entre este y oeste, porque las protestas proeuropeas llegaron al este, incluso a Donetsk o Crimea. Luego, los separatistas tomaron el poder en el Donbás y la mayoría de los proeuropeos que vivían en esos lugares se fueron, un éxodo de al menos un millón y medio [de una población de alrededor de cinco millones]. 

¿Qué significa en Ucrania ser prorruso?

Es complicado. En la zona este tienen mucha relación con Rusia, y familiares al otro lado de la frontera. Ambos países han tenido una relación histórica importante. Pero, ojo, si por prorruso queremos decir gente que quiere que Ucrania forme parte de Rusia, de esos hay pocos. Si prorruso lo entendemos en el sentido de “no odio a Rusia”, eso representaba a la mayoría de la gente, al menos hasta la invasión del 24 de febrero. 

El conflicto se originó en 2014. Rusia y algunos analistas occidentales dicen que el Euromaidán [las protestas y el derrocamiento del líder prorruso Víctor Yanúkovich] fue un “golpe de Estado” y que los primeros disparos fueron de los propios manifestantes. ¿Fue así?

Eso es falso, no hay evidencias concluyentes de que ocurriera así y la gente que dice eso hace mucho daño, porque no tiene pruebas. Es una narrativa muy problemática que sirve a los intereses rusos. Es una teoría de la conspiración basada en un solo politólogo, que además no ha publicado su trabajo en ninguna revista revisada por pares. 

Volodímir Zelenski fue elegido presidente con tres de cada cuatro votos. ¿Sigue teniendo el apoyo popular ahora?

Probablemente haya aumentado. La gente está más unida que nunca. Aunque preveo que surgirán divisiones. Zelenski fue más votado que ningún otro presidente antes en la historia de Ucrania. En noviembre de 2021, su popularidad había caído hasta su mínimo. La incógnita es hasta dónde subirá, sobre todo después de que se negocie un acuerdo de paz. En función de en qué ceda, subirá o bajará. Mi impresión es que los ucranianos no están dispuestos a entregar ninguna parte de su territorio. Si Zelenski tiene que entregar Crimea de forma oficial y para siempre, quizá perderá apoyos.

Hay preocupación sobre qué va a ocurrir con las armas que se han entregado a Ucrania y a su población civil, o a grupos ultranacionalistas. ¿Puede haber problemas si hay un acuerdo con cesiones y esos grupos no están dispuestos a aceptarlo?

No quiero asumir que eso será un problema antes de que realmente ocurra. En el Euromaidán vimos a batallones luchando en el este de Ucrania, que luego fueron integrados en el Ejército ucraniano. Algunos eran de ultraderecha, y fue una de las críticas al anterior presidente Petro Poroshenko: sus conexiones con la extrema derecha. Me preocupa que haya intentos de grupos de extrema derecha de tomar una buena parte del poder. 

¿El batallón Azov?

El batallón Azov es muy pequeño, y con el ascenso de Zelenski han perdido todo el poder político que tenían. Ahora están concentrados en Mariúpol, donde son menos de mil personas, y están defendiendo una ciudad que está siendo dejada a ras de suelo. No están en una posición de poder. Tendrán suerte si salen de esto como un batallón siquiera: creo que van a morir todos. Me preocupan más los nazis rusos que están matando ucranianos, con total sinceridad. No creo que Ucrania tenga un problema con la ultraderecha. Especialmente tras la elección de Zelenski, la ultraderecha está en sus mínimos históricos de poder. Pero sí, habrá que lidiar con ese material bélico en manos de civiles tras el final de la guerra. 

"Si los ucranianos deciden aceptar una posición de neutralidad, perfecto, hay que respetarlo"

¿Cómo será el día después de esta guerra en términos económicos y políticos?

Ucrania va a necesitar mucha ayuda. Ha estado invirtiendo miles de millones en el desarrollo de infraestructuras, como puentes o carreteras, que ahora han sido destruidas. Europa va a ser responsable de dar mucha de esa ayuda. La industria agrícola ucraniana va a sufrir un gran golpe, no solo por los daños que han sufrido los agricultores durante la guerra, por la ausencia de cosecha, sino por la falta de fertilizantes provenientes de Rusia. Mariúpol ha quedado destruido, y era uno de los productores industriales más importantes del país. El daño para la infraestructura energética del este de Ucrania, de donde provenía la mayoría de la electricidad, también está siendo duro. Además de perseguir los crímenes de guerra rusos, debemos prestar atención a la ayuda para la reconstrucción.

¿Qué hay de la deuda ucraniana?

Hay quien pide que sea cancelada para poder ayudar a la recuperación del país. Eso sería un cambio sustancial para la economía del país. Si no, será difícil sacar a Ucrania de la destrucción tras la posguerra. El PIB va a caer casi un 50% antes de que termine el año, según el Banco Mundial.

¿Cómo cree que terminará la guerra?

Creo que mi obligación con los amigos que están luchando en Ucrania es decir que Ucrania va a ganar y que, por ello, se merece sin duda entrar en la OTAN y en la Unión Europea. Espero que los países que pueden ayudar al país tengan eso en la cabeza. 

Pero, ¿es eso realista? 

Sí. En Europa solo hay un país que veta la entrada de Ucrania, que es Hungría. Depende de lo que quiera la UE. Y sobre la OTAN: el mundo se lo debe a Ucrania, que es en estos momentos la frontera que nos separa de una tercera guerra mundial. Ellos dicen que están defendiendo de hecho a la OTAN, y lo están haciendo. Si Ucrania cae, el orden mundial actual, creado tras la segunda guerra mundial, caerá. 

Muchos analistas dicen que el único acuerdo de paz posible incluye la neutralidad de Ucrania. ¿Hay una forma en la que puedan unirse a la OTAN?

Sí la hay, sin duda: incluye sacar a Vladímir Putin del Kremlin y una reorganización total de la estructura rusa de poder. Es algo muy a largo plazo, desde luego. Zelenski ha dicho que cualquier acuerdo se votará en referéndum. Si los ucranianos deciden aceptar una posición de neutralidad, perfecto, hay que respetarlo. Es muy fácil entrar en la dinámica de la realpolitik y considerar que Rusia es poderosa y Ucrania no lo es. Pero no es tan complicado para nosotros, en el confort y la seguridad de nuestro hogar, ponernos en la piel de los ucranianos, y pensar qué pasaría si Ucrania consigue todo lo que quiere. Rusia ha invadido un país que no era una amenaza, ha matado a un número aún por conocer de civiles y ha destrozado el país más allá de lo aceptable. Al menos deberíamos considerar la opción.