ENTREVISTA AL PROFESOR DE CAMBRIDGE

Sir Richard J. Evans: "La amenaza nuclear rusa es creíble"

El profesor de Cambridge, experto en el Tercer Reich y en la historia contemporánea de Europa, cree que Putin está cometiendo un "genocidio" pero duda de que vaya a rendir cuentas ante la justicia internacional

Sir Richard J. Evans.

Sir Richard J. Evans.

Daniel G. Sastre

Sir Richard John Evans (Londres, 1947) atiende a El Periódico, diario que pertenece al mismo grupo que este medio, de forma telemática desde su despacho en la capital británica. El profesor es un prestigioso experto en el Tercer Reich -sobre el que ha escrito una trilogía-, y su última obra, 'La lucha por el poder. Europa 1815-1914', ofrece una interpretación sobre la construcción del mundo moderno. Estos días ha expresado su preocupación por la invasión de Ucrania.

-Las imágenes de cuerpos humillados tras la salida de las tropas rusas de Bucha, ¿evidencian crímenes de guerra?

-Sí, por supuesto que son crímenes de guerra. Si uno mira todas las leyes internacionales de la guerra, la Convención de Ginebra y demás, siempre condenan y declaran como crímenes de guerra los ataques a civiles.

-¿Cree que algún día Putin tendrá que responder por ellos ante la justicia?

-Eso espero. Sin embargo, creo que es poco probable, a menos que la situación cambie radicalmente. Y creo que Putin invadió Ucrania con la ilusión o la creencia errónea de que los ucranianos son rusos y verían con buenos ojos la reincorporación a la Unión Soviética. Y solo lo impedía el hecho de que estaban gobernados por una pequeña camarilla de nazis, lo cual es, por supuesto, absurdo, entre otras cosas porque el propio presidente Zelenski es judío. Pero como, inesperadamente, las tropas rusas han encontrado una resistencia ucraniana muy fuerte, creo que Putin ha decidido ahora que todos los ucranianos son nazis y los está matando. Los rusos están cometiendo un genocidio en muchos lugares, especialmente en las retiradas.

-Putin habla de ‘desnazificar’ Ucrania, pero ¿cuáles cree que son las verdaderas causas de la invasión?

-Como he dicho, creo que tiene la ilusión de que los ucranianos son rusos. Y ha dicho que la ruptura de Rusia, tanto después de la Primera Guerra Mundial como en 1989-90, fue una terrible catástrofe histórica. Cree que Ucrania es rusa. Kiev en la Edad Media era la capital original de Rusia, y Putin se niega a reconocer que Ucrania tiene ahora una fuerte conciencia nacional y un sentido de identidad nacional ucraniana.

-Como experto en el Tercer Reich y en la Segunda Guerra Mundial, ¿ve usted paralelismos entre la masacre de Bucha y el trato que el ejército ruso dio a las ciudades de camino a Berlín en la Segunda Guerra Mundial?

-Este mes de abril se cumple el 80º aniversario del plan general nazi para el Este, con el que planeaban borrar por completo a Ucrania y a los ucranianos. Algunos de ellos iban a ser germanizados y la gran mayoría iban a ser asesinados, dejados morir durante un periodo de décadas por abandono, hambre y demás. Y toda la Europa del Este, unos 45 millones de personas, iba a morir porque Hitler pensaba que eran racialmente inferiores y que debían dejar paso a los colonos alemanes. Afortunadamente nunca sucedió. Las masacres, el genocidio de ucranianos por parte de las tropas rusas no está planificado. Es en gran parte producto de la derrota. Hitler esperaba que fuera muy fácil invadir la Unión Soviética, porque consideraba a los soviéticos subhumanos que no ofrecerían resistencia. Y por supuesto se equivocó. Y Putin esperaba que la invasión de Ucrania, la sustitución del gobierno de Zelenski por un régimen títere, fuera también fácil. Y él también se equivoca. Así que estas ilusiones son comunes a ambos. Las tropas soviéticas, el Ejército Rojo que conquistó Europa del Este y llegó hasta Berlín en 1944-45, cometió ciertamente muchas atrocidades, por ejemplo cientos de miles, si no millones, de violaciones de mujeres alemanas. Pero esto era una venganza, por así decirlo, por lo que los alemanes habían hecho en Europa del Este. El elemento de venganza en la forma en que las tropas de Putin han estado matando a los ucranianos está en que no esperaban que los ucranianos se resistieran.

-Recientemente, el maestro de ajedrez Garri Kaspárov ha dicho que la invasión de Ucrania podría ser el comienzo de una tercera guerra mundial. ¿Está usted de acuerdo con eso?

-Sí, ¿quién sabe? Pero creo que hay diferencias. La Segunda Guerra Mundial la empezó Hitler, y Hitler quería conquistar toda Europa. De hecho, quería seguir adelante y conquistar el mundo. Los objetivos de Putin son mucho más limitados. Quiere, en la medida de lo posible, reconstituir la Rusia que recuerda de sus primeros años antes de 1989. Pero esta Rusia, por supuesto, incluía partes de Europa, Europa del Este, que ahora son miembros de la OTAN. Ucrania no es miembro de la OTAN, por lo que la OTAN ha tenido mucho cuidado de no entrar en guerra abierta con los rusos. En particular, la zona de exclusión aérea, que muchos exigen, significaría que los aviones alemanes o estadounidenses de la OTAN derribarían aviones rusos sobre Ucrania, y eso sería un acto de escalada.

-¿Qué pasa con Georgia, por ejemplo, que no es miembro de la OTAN?

-Bueno, Rusia ya invadió Georgia hace algunos años. Otros países que no son miembros de la OTAN, como Moldavia, corren un gran riesgo, pero la OTAN sólo se involucrará si un estado miembro es invadido por los rusos. Y eso incluye a los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania. Si Rusia los invade, y estuvieron bajo control ruso hasta 1989-90, eso sería una grave escalada.

-¿Por qué cree que Rusia está cambiando su estrategia? ¿Cree que es creíble que ya no quiera conquistar Kiev?

-Sí, creo que Putin se ha dado cuenta de que no puede conquistar Kiev. Si pensamos en hace unas semanas, había una columna de 40 millas de largo de blindados rusos avanzando hacia Kiev que ahora se ha dispersado. No logró rodear Kiev por los ataques ucranianos, la baja moral y los problemas de abastecimiento de las tropas rusas. Creo que ahora Putin ha abandonado la idea de apoderarse de todo el país e instituir un cambio de régimen para, en cambio, consolidarse en las provincias del Este.

-Las alusiones rusas a su arsenal nuclear, ¿son una amenaza? ¿Es creíble?

-Por supuesto que es una amenaza. Se supone que es un elemento de disuasión. Hay muchas maneras en las que Putin podría haber escalado el conflicto. Podría haber utilizado armas químicas, como hizo en Siria. Podría utilizar armas biológicas, lo que ya ha hecho contra individuos en Gran Bretaña, envenenándolos. Podría utilizar armas nucleares tácticas, que tienen una aplicación y un alcance limitados. No está claro si va a intensificar el conflicto. Pero es una amenaza creíble, ya que Rusia posee armas nucleares, químicas y biológicas.

-¿Qué tipo de líder es Putin? ¿Se parece a algún líder histórico soviético?

-Bueno, Putin viene de trabajar durante mucho tiempo para el KGB, para los servicios de inteligencia rusos, y esa es la mentalidad que tiene. Comenzó en la era soviética, pero, al igual que Stalin, que era comunista, se convirtió, por así decirlo, en un líder patriótico ruso en la Segunda Guerra Mundial y dejó de utilizar la retórica bolchevique y comenzó a hablar de la Gran Guerra Patriótica, Putin encarna el mismo tipo de cambio desde sus primeros años como comunista hasta ahora como patriota ruso en estrecha alianza con la Iglesia Ortodoxa. Así que es un conservador. Es un cleptócrata. Tiene un régimen en el que muchos de sus compinches se han enriquecido esencialmente mediante el robo y la extorsión. Por eso ahora Occidente está adoptando sanciones contra Rusia y en particular contra los llamados oligarcas.

-Pero Putin parece que busca compararse con grandes líderes soviéticos, como Lenin. ¿Hay algún punto en común?

-Bueno, no en términos de su ideología. Putin es un nacionalista ruso, no es un comunista.

-¿Está funcionando la respuesta diplomática occidental basada en las sanciones? 

La respuesta occidental ha sido inesperadamente fuerte y unitaria. Solo hay unos pocos países que no han participado en ella, notoriamente Hungría. Creo que la UE tiene que abordar el problema de Hungría, que ya no es una democracia y ha estado apoyando a Rusia. Pero con esa excepción, creo que la reacción ha sido muy fuerte. Como he dicho, Occidente no debe arriesgarse a enviar tropas o a intentar crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. Eso sería una escalada muy grave. Hay algunas sanciones económicas más y que occidente puede aplicar. Además, Occidente está suministrando armas y municiones a los ucranianos, y creo que eso también se está intensificando. Pero eso es todo lo que Occidente puede hacer. Creo que estas sanciones económicas están empezando a tener un efecto muy serio en la economía rusa. Y la esperanza es que, por supuesto, eso creará un descontento popular que llevará al derrocamiento de Putin. Pero eso es una apuesta a largo plazo.