Los oligarcas de Putin (I)

Mijaíl Fridman (dueño de los supermercados Dia) deja a sus hombres al cuidado de su negocio en España

El empresario ruso que tomó los supermercados Dia puede ser llamado a la Audiencia Nacional en plena guerra y teniendo que buscarse nuevos abogados

El magnate ruso Mikhaíl Fridman llegando a la Audiencia Nacional

El magnate ruso Mikhaíl Fridman llegando a la Audiencia Nacional

Juan José Fernández

A estas alturas del drama de Ucrania, es una incógnita en España qué abogado defenderá al magnate Mikhail Fridman, dueño de los supermercados Dia y del banco ruso Alfa Bank, cuando la Audiencia Nacional lo llame a declarar.

Y puede ser en plena guerra, y en plena vigencia de la congelación de activos que la UE le ha impuesto a él y a otros oligarcas rusos próximos a Vladimir Putin, pues sigue su curso la investigación judicial del supuesto vaciamiento de la multinacional española del software Zed Worldwide.

En esa causa, Fridman cambió de letrado en el otoño de 2019 y contrató al despacho Baker McKenzie, fichando para su defensa al exteniente fiscal de la Audiencia Nacional y exabogado del PP en el caso Gürtel Jesús Santos. Pero en el anochecer del miércoles en que se redactaba este reportaje, un portavoz del bufete americano, preguntado por Fridman, ha confirmado a este diario que Baker McKenzie, desde el pasado día 28, “está revisando el trabajo que desarrolla para sus clientes en Rusia a fin de cumplir con todas las sanciones aplicables”. No ha querido citar a ningún cliente concreto, pero sí advertía: “En algunos casos, esta revisión supondrá nuestra desvinculación total de las relaciones existentes”.

Causas abiertas

No solo los supermercados Dia, donde Fridman tiene el 77%, ligan al ruso a España; también una causa penal en el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, de la que parecía librarse con un archivo en 2020 y que ahora se le reactiva en plena tribulación por la invasión de Ucrania.

En febrero de 2021, el juez Manuel García Castellón dio por agotada la instrucción sobre la supuesta actuación como organización criminal de Fridman y sus ejecutivos para vaciar Zed en lo que en el argot mafioso ruso llaman 'raider' (asalto).

Recurrieron la fiscalía y la familia Pérez Dolset, fundadores de Zed. El pasado cinco de julio, la Sala de lo Penal de esa audiencia ordenó a García Castellón reabrir la causa para esclarecer “la verdadera y real implicación del sr. Fridman” en “los hechos falsarios y defraudatorios sometidos a escrutinio judicial”, dice el auto.

También, de paso, para aclarar o descartar si Fridman se benefició o no de algunos espionajes del excomisario Villarejo.

Financiero de Putin

No hay tampoco noticias de la impugnación que los abogados de Fridman iban a presentar contra las sanciones de que está siendo objeto.

El oligarca, dueño de una fortuna que Forbes le cuenta en 11.700 millones de dólares, está en la lista de sancionados por la invasión de Ucrania como “uno de los principales financieros de Rusia y facilitador del círculo más próximo a Putin”, dice el decreto. Putin ha ayudado a la expansión de Alfa Bank en el extranjero, y el banco le financió a María Putina, la hija mayor del mandatario ruso, un proyecto benéfico.

"Prestó apoyo material a los políticos rusos responsables de la anexión de Crimea", dice de Fridman el decreto de sanción de la UE

Pero el castigo de la UE no toma en consideración solo las relaciones sociales; también las políticas: en 2018, Fridman y su socio Pietr Aven “visitaron Washington con la misión extraoficial de trasladar un mensaje del gobierno ruso”: pedir el fin de las sanciones adoptadas contra Rusia tras su primer mordisco al territorio de Ucrania. Fridman “prestó apoyo material a los políticos rusos responsables de la anexión de Crimea y de la desestabilización del este de Ucrania, y se benefició de ello", dice el decreto.

Enroque

Fridman y Aven se han manifestado en contra de la guerra en Ucrania, y el oligarca ha escenificado su apartamiento de Dia dejando el consejo de LetterOne, la instrumental con la que tomó los supermercados en febrero de 2019.

Pero eso ocurre en Luxemburgo, donde la firma inversora tiene su sede. En Las Rozas, la localidad de la periferia de Madrid donde la cadena de distribución tiene su domicilio, sigue mandando Stephane Ducharme, ejecutivo ruso-americano alfil de Fridman, que preside la compañía.

Algunas cosas sí han cambiado en Dia, pero un mes antes de que Putin soltara sus misiles sobre Ucrania. El 28 de enero, Distribuidora Internacional de Alimentación (Dia) dejaba de ser socio único de Dia Retail, su comercializadora en Internet. Ahora lo es Louxemburg Investment Company 320.

Su sede es un anónimo edificio gris de las afueras de la capital luxemburguesa, sin logos ni carteles, a cuatro kilómetros de los barrios nobles del centro, donde LetterOne, en otro edificio gris, tiene su cuartel general.

Ha habido un cambio interno en Dia Retail con el traspaso de poder de España a Luxemburgo, pero no en el motor de su web de ventas: entre sus engranajes se siguen moviendo para observar a los clientes y hacer perfiles comerciales las cookies de mail.ru y vandex.ru, con sede en Moscú. 

Influencias

Un oligarca ruso de los tiempos de Putin se define no solo por sus millones, también por formar parte de lo que el Departamento del Tesoro americano, en su lista de sanciones, llama “entramado paraestatal” de hombres y empresas. De hasta qué punto la entrada de un oligarca ruso en la economía de un país supone también la entrada de una parte del poder putinista dan idea las pesquisas de la Fiscalía y la Policía Nacional sobre la ruina de Zed.

Alexander Kolokoltsev, socio de Fridman en la aventura española de Zed, es hijo del ministro del Interior ruso

Datos, por ejemplo, sobre cómo pudo influir en la quiebra el lucro de Alexander Kolokoltsev, dueño de la proveedora moscovita de contenidos Funbox, premiada con sobrepagos supuestamente ordenados por Fridman.

Puede que al magnate no le faltaran razones: Alexander es el hijo del general de la policía rusa Vladimir Kolokoltsev, que va a cumplir diez años de ministro del Interior con Putin. Tres periodistas de investigación rusos sufrieron el verano pasado detenciones y registros en sus casas cuando investigaban la fortuna del hijo del ministro.

Pero el stablishment putinista en torno a Fridman no solo se ha asomado a España con esos hoscos rostros. Ha habido también una vía de relación glamourosa y sonriente, relatada por una de las propietarias de Zed, Patricia Pérez Dolset, a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. La firma rusa de telecomunicaciones VimpelCom, según ha contado, entró en Zed en 2010 “a través de la hija del presidente de Uzbekistán, que reside en Madrid”, considera uno de los autos que ordenaron retomar el caso.

Y no solo en las fiestas de Madrid, también en los eventos de Barcelona, se paseaba Gulnara Karimova, ex´lotica atracción del momento, hija de Islom Karimov, mandatario uzbeko al que Juan Carlos I y la diplomacia española mimaban en cada visita.

Fichaje político

Pero ya han quedado atrás los tiempos en que Fridman y sus lugartenientes fueran presentados por Gugusha, como la llaman sus amigos, en buenos ambientes de España. Fridman se movió por sí mismo al fichar para el consejo de Dia a un exalto cargo político español. El economista murciano Jaime García.-Legaz, que fue secretario de Estado de Comercio de diciembre de 2011 a noviembre de 2016, y uno de los jóvenes asesores liberales de la FAES de Aznar y los gobiernos de Rajoy, se sienta en el consejo de Dia desde abril de 2019, al poco de hacerse Fridman el amo.

Llamado por este diario, García-Legaz ha declinado comentar nada acerca del ruso y su proximidad a Putin. Sí que ha desmentido el ex secretario de Estado la rusofilia que le atribuyen en la competencia.

Ciertamente, en 1999, en los inicios de su carrera, se especializó en el sector de las telecomunicaciones rusas como consultor de la OCDE. Pero el único viaje que hizo a Rusia siendo parte del Gobierno –más adelante también iría a San Petersburgo en una delegación de apoyo a la candidatura española para los Juegos Olímpicos- fue una visita coorganizada por su secretaría para expandir la Marca España y buscar negocios.

En aquel viaje a Rusia había que aprovechar las "excelentes relaciones" del Rey Juan Carlos con Putin, decía Exteriores

El 18 de julio de 2012 aterrizaban en Moscú Juan Carlos I, los ministros de exteriores, José Manuel García-Margallo, e Industria, José Manuel Soria, García-Legaz y dirigentes de Indra, Talgo, CAF, FCC, Técnicas Reunidas, Repsol, Iberdola OHL y Maxam. Los habían atraído a Rusia los planes –incumplidos- de un AVE más allá de los Urales por 17.000 millones de euros, y también 165.000 millones en inversiones previstas para la ampliación urbanística de Moscú.

Había que aprovechar “las excelentes relaciones” del Rey con Putin, dijo entonces una nota de Exteriores. El mandatario ruso entregó al monarca en esa gira el Premio Estatal de Rusia por su papel en la Transición.

Las relaciones del Gobierno de España con Putin no son las que eran, y García-Legaz no prevé volver a la política, ahora que se acerca a Madrid Núñez Feijóo. Como Ducharme, también permanece en el consejo de Dia como uno de los hombres de Fridman, pese a que el ruso, oficialmente, se ha ido de LetterOne.

Una mayoría tan amplia en el capital no se esfuma de un plumazo, por más que lo requieran las consecuencias de una sangrienta invasión. Máxime si en la causa que investiga García Castellón se acredita esa habilidad de Houdini que le achaca una de las acusaciones: “Mikhail Fridman es el “hombre de atrás” que, por un lado, niega el control efectivo de la compañía por no ser el administrador, cuando está palmariamente acreditado que no solo es el dirigente y propietario mayoritario, sino que emplea maniobras de ocultación”, recoge uno de los autos de la Audiencia Nacional.