Bruselas intenta sellar la ciudad para impedir la llegada del "convoy de la libertad"

Las autoridades belgas están preparadas para impedir que el denominado "convoy de la libertad", que protesta contra las restricciones de los gobiernos contra el coronavirus, llegue al corazón de las instituciones europeas y paralice la capital comunitaria este Iunes como ha ocurrido en Ottawa (Canadá). Para ello han puesto en marcha un dispositivo policial desplegado estratégicamente en la frontera con Francia y en las autopistas para vigilar y filtrar los accesos a Bruselas, cuya autoridades locales también han prohibido las manifestaciones aunque, según ha reiterado el alcalde, no se ha presentado hasta el momento ninguna solicitud. 

La intención de las autoridades es filtrar todos los acceso a la capital, particularmente los vehículos con matrícula francesa, y dirigir a los vehículos participantes en la protesta al aparcamiento C de Heysel, a las afueras de la ciudad y con capacidad para 10.000 vehículos, el único lugar donde están dispuestos a tolerar una “acción estática” de protesta. Desde allí, los manifestantes podrán "negociar con la policía una ruta para expresar su descontento”, ha explicado el alcalde, Philippe Close, a la cadena RTL Info. “Si la gente quiere venir a manifestarse, somos una capital con libertad de expresión. Pero es imposible tomar como rehenes a la ciudad, a sus habitantes y a sus comerciantes”, ha avisado.

Con tiempo al aeropuerto

Según la policía, unos cuarenta vehículos estarían concentrados en un ambiente tranquilo aunque se han detectado “pequeños grupos” de manifestantes en las autopistas en dirección a Bruselas. Esto ha hecho que las autoridades cierren directamente algunos accesos a la capital a través de la autopista como el que lleva directamente al barrio europeo. El aeropuerto de Zaventem también ha aconsejado a los viajeros que tomen precauciones y que si tienen algún vuelo previsto acudan con tiempo y en tren ante el posible bloqueo de la autopista.

Las protestas coinciden con la decisión el pasado viernes de relajar un poco más las restricciones impuestas en Bélgica para frenar la propagación del coronavirus a partir de este 18 de febrero. Por ejemplo, a partir del viernes los bares y restaurantes no tendrán hora de cierre. También desaparecerá el límite de seis personas en la misma mesa, las discotecas podrán reabrir, el teletrabajo no será obligatorio ni los menores de 12 años tendrán que llevar mascarilla en clase aunque se mantiene el uso del certificado covid contra el que protesta también el llamado "convoy de la libertad".