Opinión | CASTILLA Y LEÓN

Una nueva visión de futuro

Siempre es motivo de satisfacción saludar el nacimiento de un nuevo medio de comunicación social y, por ello, me complace dar la bienvenida a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, que llega hasta nosotros para enriquecer nuestra oferta informativa nacional.

Todavía hoy, pese a las alternativas que ofrecen las modernas tecnologías, sigue siendo imprescindible esa labor diaria que la prensa escrita realiza, seleccionando los datos de mayor interés y completándolos con el imprescindible poso de la reflexión para tener una opinión pública formada y responsable. Así, contar con una prensa escrita plural y variada es uno de los mejores indicadores del dinamismo y la madurez de una sociedad.

Como el nombre de este nuevo medio señala, España y su futuro quieren ser el elemento central de su actividad. Por ello, recaba un amplio número de opiniones sobre cómo puede ser ese futuro tras una etapa tan dura como la del Covid-19 y que supuso una enorme prueba de estrés. Tras ella nos espera el desafío de poner en marcha a España. De reconstruir su economía, su sociedad, sus instituciones, su forma de afrontar la vida, aprendiendo de las duras experiencias vividas y que van a implicar múltiples cambios en prácticamente todos los sectores. 

Nos espera el desafío de poner en marcha a España: reconstruir su economía, su sociedad, sus instituciones..."

Lo haremos con la ayuda imprescindible e inestimable de Europa, desde donde nos ha llegado la esperanza de las vacunas y de donde proceden los fondos de recuperación, que deben alcanzar todo el territorio. En primer lugar, el ámbito sanitario y social. Hemos visto la solidez de nuestro sistema y la calidad de la preparación de nuestros profesionales. Aquí, Castilla y León puede ofrecer unos servicios sanitarios y sociales a la cabeza de España, que han contribuido decisivamente para aportar atención y tranquilidad a todos nuestros ciudadanos.

Debemos aprender de las consecuencias derivadas de esta crisis. Por ejemplo, para convertir el ámbito de la asistencia sanitaria y social no solo en sector preferente por parte de los poderes públicos -en Castilla y León destinamos el 83% de los presupuestos al gasto social- sino también en uno de los motores para transformar nuestro tejido productivo.

Tenemos una sólida base en infraestructuras, de servicios y de excelencia en calidad asistencial desde la que podríamos convertirnos en referente mundial si potenciamos adecuadamente la investigación avanzada -la farmacéutica y vacunal son claros referentes- y potenciamos la calidad en la atención sociosanitaria, para la que contamos con unos profesionales sobradamente preparados.

No cabe duda también de que, por otro lado, nos encontraremos con una economía diferente. Según Guy Sorman, los efectos de la pandemia deberían interpretarse de manera similar a como se interpreta el impacto producido por una innovación técnica, como cuando la electricidad reemplazó a la máquina de vapor o tras la aparición de internet.

Especialmente, ha demostrado que resistirán mejor las economías que más avancen en la digitalización de la información, la producción y la prestación de servicios. Ciudadanos, empresas y administraciones se han visto forzados al uso masivo de las oportunidades digitales en estos momentos y la necesidad de afrontar y acelerar la transformación digital se ha mostrado crudamente.

Para ello se necesitan unas infraestructuras digitales de alto nivel en todos los rincones de España. El despliegue de la fibra óptica, internet de alta velocidad y el 5G es algo indispensable y requerirá importantes inversiones, que en Castilla y León hemos asumido y estamos acometiendo en colaboración con otras administraciones.

Modernidad, digitalización y sostenibilidad contribuyen también a un nuevo modelo de sociedad, en el que la vida rural recuperará protagonismo

También somos conscientes de otros desafíos de futuro contemplados por la Agenda 2030. En el Gobierno que presido estamos embarcados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y dando pasos firmes en la implementación de la Agenda 2030, en el ejercicio de nuestra responsabilidad, siendo pioneros en la aprobación de los ejes de acción e implicando a la sociedad de Castilla y León.

Modernidad, digitalización y sostenibilidad contribuyen también a un nuevo modelo de sociedad, en el que la vida rural recuperará protagonismo. Los núcleos pequeños ofrecen numerosas ventajas que se han potenciado notablemente en los últimos meses: no tienen inestabilidad política, hay paz social, hay mayor relación directa entre empresarios y trabajadores, tienen servicios públicos de calidad y hay muchos recursos medioambientales y mayores posibilidades para conciliar la vida personal y laboral.

Junto a ello, la actividad agraria y la industria agroalimentaria han cobrado un renovado impulso, no solo por su importancia económica, sino como garantes últimos de una cadena de suministros que contribuyó a aportar tranquilidad y certeza a una sociedad afligida en los duros tiempos de la pandemia. 

Son estos elementos muy importantes para Castilla y León -pero también para muchas otras comunidades-, que tiene en la lucha contra la despoblación una de sus prioridades, algo compartido por España y Europa. Y que quiere aprovechar su importante oferta en todos estos instrumentos de futuro para asentarse como tierra propicia para vivir y trabajar.

Deseo que se cumpla para Castilla y León, pero también para nuestra Patria y que lo pueda narrar en su próxima andadura EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, al que deseo el mayor de los éxitos.