ELECCIONES GENERALES

¿Aciertan Feijóo y Sánchez con sus estrategias para llegar a la investidura?

Politólogos y expertos en comunicación política analizan los pasos dados por ambos líderes tras el 23J

ESPAÑA PODER JUDICIAL

ESPAÑA PODER JUDICIAL / EFE / Sergio Pérez

Elena Marín

Elena Marín

Sean cuales sean las opciones, "hay que escenificar y marcar agenda". Marta Rebolledo, profesora de Comunicación Política de la Universidad de Navarra, tiene claro que estas dos cuestiones son fundamentales para los dirigentes políticos que aspiran a presentarse a la investidura. Cuando el desenlace no está claro, como en esta ocasión, "hay que seguir ganándose a la opinión pública".

Desde que se conocieron los resultados electorales el pasado 23 de julio, la estrategia que han seguido Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, que tienen un mismo objetivo pero parten de circunstancias distintas, han sido divergentes. Más allá de la euforia que se trasladaba desde la sede del PSOE la misma noche electoral y el desconcierto que se leía en las caras del balcón de Génova, los pasos siguientes han sido opuestos. Sánchez decretó unos días de silencio. Feijóo quiso trasmitir la idea de actividad. "Desde el minuto uno Feijóo quiso mostrar iniciativa, recordar que había ganado las elecciones y visibilizarlo. Reflejar que ya se había puesto a trabajar para que la investidura fuera posible", relata Rebolledo. Y así informó a su junta directiva, con un mensaje difundido también a los medios, que había comenzado su ronda de llamadas. Pero la complejidad de sus aspiraciones se dejó ver inmediatamente, con el primer portazo del PNV.

Aislar a Feijóo

Para Javier Lorente, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos, la estrategia marcada por Sánchez de "no hacer nada" en los primeros días ha sido "inteligente" para lograr sus fines, que desde su punto de vista ha sido "visibilizar la soledad de Feijóo", intentar mostrar "que siembra mucho pero recoge poco", dice en referencia tanto a las expectativas creadas antes del 23J como a los apoyos que recibe de otros grupos, una vez que Coalición Canaria se ha abierto a negociar también con el PSOE y que sus dos socios preferentes, Vox y UPN, verbalizan en público que al PP no le dan los números.

Tras una semana sin apariciones públicas y un intercambio de cartas que todos los expertos consultados apuntan que fue contraproducente para el líder del PP por la respuesta que le dio Sánchez, este pasado lunes ambos partidos se activaron. El PP quiso mostrar iniciativa con una rueda de prensa de la secretaria general, Cuca Gamarra, en la que afeó la "falta de respeto" mostrada por el presidente en funciones en esa misiva. Pero la agenda política la marcó el mensaje posterior de Sánchez a través de las redes sociales, un vídeo en el que mostró por primera vez en persona su disposición a presentarse a la investidura.

Lorente tiene claro que el efecto principal de esa iniciativa iba dirigido a situar en el debate la ronda de consultas del Rey. "Es un mensaje relevante a efectos constitucionales" porque abiertamente le está mostrando al jefe del estado que puede haber otra opción distinta a la de la lista más votada, explica, y Felipe VI "tendrá que decidir" a quién propone para la investidura.

Alianzas conocidas

Edu Bayón, consultor de comunicación política, cree que el PP ha tenido una estrategia y una comunicación más bien "precipitada que por momentos se le ha vuelto en contra", dice en referencia a la posición que han tomado otros partidos cuando el PP ha informado de sus conversaciones, como el PNV o CC, o el intercambio de cartas con Sánchez. "Intenta controlar el relato", apunta, "repitiendo que es el partido más votado" y volviendo a la idea de un "gobierno Frankenstein". El problema, según Bayón, es que está “jugando con ese relato como si el contexto fuera similar al de 2015 y 2016”, donde tampoco hubo una mayoría clara de ningún partido pero “las posibilidades eran más abiertas”. Ahora, en cambio, estamos en una era “de bloques” y "ya se conocen las capacidades de acuerdos parlamentarios" de PP y PSOE.

El PSOE ha tenido, en su opinión, una estrategia "más templada, controlando los tiempos y ritmos con intencionalidad". En esto coinciden todos los consultados: la estrategia de Sánchez no ha sido otra que intentar "que Feijóo se cueza en su propia salsa".  

Marcar agenda

Rebolledo apunta también que a Feijóo le ha faltado estar más presente. "La escenificación es importante porque cuando tú no estás en los medios, desapareces", dice. Entiende esta analista que "Feijóo ha estado desaparecido para no desgastarse, que es lo que pretende Sánchez", pero que en el caso del líder del PP "dejar que sean sus segundos quienes vayan lanzando los mensajes" no ha funcionado tan bien. La carrera de "la escenificación y la agenda la está ganando el PSOE", asevera. Y hoy en día, con las redes sociales y la cantidad de formatos al alcance de la comunicación, hay muchas formas de hacerse presente, explica.

Este último viernes, sin embargo, Feijóo ha entrado en escena tras varios días de silencio, y lo ha hecho para poner de relieve a través de las redes sociales que Pedro Sánchez ha bloqueado las negociaciones entre PP y PSOE para formar gobierno en Ceuta. Él y prácticamente toda la dirección del partido han salido en tromba a criticar a Sánchez por este portazo y a resaltar que el componente fronterizo con Marruecos debería tenerse en cuenta para afrontar estas negociaciones y que su partido sí ha sido capaz de ceder en Barcelona y Vitoria para que los independentistas no accedieran al poder. En contraste con las imágenes de las vacaciones de Sánchez en Marruecos, Feijóo ha publicado imágenes suyas fotografiándose con ciudadanos de una localidad de la costa gallega.

Investidura

En cuanto a lo que pueda pasar en adelante, Lorente y Bayón dudan de cómo puede beneficiar a Feijóo presentarse a una investidura sin tener el resultado amarrado. Con lo que se sabe hoy, apunta Bayón, corre el riesgo de "evidenciar" que sus pactos territoriales con Vox le impiden alcanzar acuerdos con otros grupos parlamentarios. Puede ganar "visibilidad" y al activar el reloj presentándose a la investidura, ejercer presión sobre Sánchez para que sus posibles acuerdos tengan que cerrarse con mayor rapidez.

Pero Lorente sostiene que "la estrategia de enfriamiento" que ha marcado Sánchez tiene que ver también con que "nadie está en estas fechas pendiente de las negociaciones". Una vez pasado el 17 de agosto, cuando se constituyen las Cortes y se verá a qué acuerdos han llegado los grupos para la conformación de mesa del Congreso, y entrando ya casi en el inicio del nuevo curso, Sánchez puede volver a manejar los tiempos, dice. "Ahora no es el momento, pero todos los políticos juegan con variables que no vemos: relaciones personales, el avance o no de las negociaciones... Hay muchas incógnitas. De momento, la opinión pública ha visto que las expectativas del PP parecen frustradas y a Génova le interesa cambiar ese relato", analiza. Añade que en unas semanas Sánchez puede "capitalizar las negociaciones" en función de sus intereses en ese instante, como por ejemplo con "un no a Puigdemont".