Bellingham pierde el aura en el momento decisivo de la temporada

 “¡Algo pasa con Bellingham!”. Esa era la inquietud que corría ayer por la zona mixta del Santiago Bernabéu, donde la prensa inglesa preguntaba con preocupación a los periodistas españoles por la situación del joven atacante que ha visto cómo en 2024 se ha desplomado su rendimiento ofensivo. Ante el Manchester City Jude volvió a mostrarse plomizo. Se esperaba con ganas su duelo con Phil Foden, el otro Goldenboy inglés con quien comparte selección. Y el citizen le ganó el pulso con un zurdazo que entró como un obús por la escuadra de Lunin. Al madridista se le vio cansado, andando por el campo, síntoma inequívoco de que atraviesa un momento difícil en lo físico y en su juego.

Real Madrid y Manchester City golean y divierten, pero decidirán el pase en el Etihad

Dinámica preocupante en 2024

Los registros de Bellingham han descendido de forma alarmante con el cambio de año. Si en 2023 salía casi a gol por partido (uno cada 107 minutos), en 2024 necesita cuatro encuentros para marcar (337 minutos). Y eso se extiende a su juego, más denso que de costumbre. Desde la goleada de los blancos al Girona en el Bernabéu (4-0), Bellingham ha caído en una deriva de absoluta intrascendencia. Entonces marcó dos goles, pero se marchó lesionado con un esguince en el tobillo izquierdo. Eso le impidió jugar la ida de los octavos de la Champions en Leipzig, donde su sustituto, Brahim, marcó el gol del triunfo. Y luego fue baja en Vallecas y en el Bernabéu ante el Sevilla, regresando en el controvertido partido de Mestalla. Allí marcó un gol en la última jugada del encuentro que le daba el triunfo a los de Ancelotti, pero Gil Manzano no lo concedió al pitar al final cuando la jugada aún no se había resuelto. Entonces el inglés protestó utilizando una frase que se hizo famosa: “Fucking goal!”, y que le costó la tarjeta roja y una sanción de dos partidos.

Todo ha esto ha provocado que de los 19 partidos que ha jugado el Real Madrid en 20024, el inglés se haya perdido siete por la lesión y la expulsión, sumando solo 3 goles en este año. Carletto esperaba que el regreso de la Champions devolviese la mejor versión de Jude, quien había marcado en sus cuatro primeros partidos de Champions con los blancos (Unión Berlín, Nápoles, Braga y Nápoles). Pero ante los de Guardiola volvió a mostrar un perfil más nervioso e irritable. Bellingham, que no dejó de protestar al francés Letexier, parece haber entrado en una dinámica similar a la de Vinicius con los árbitros, a los que protesta con asiduidad en este 2024 en el que no acaban de salirle las cosas bien. Y Ancelotti ya ha hablado con él sobre este tema, como hizo en su día con Vinicius, aunque con este último haya servido de poco.

La pasada semana ante el Athletic, Bellingham ofreció una imagen pobre y Carletto salió en su defensa en la sala de prensa: “No tenía la frescura habitual, creo que ha pagado un poco los partidos de la selección”. El inglés venía de jugar 67 minutos con Inglaterra ante Brasil y en Wembley, a los que sumó los 90 frente a Bélgica. En esta ocasión, tras otra actuación gris del de Birmingham, el técnico madridista se limitó a elogiar “el enorme trabajo defensivo que han hecho arriba Rodrygo, Vini y Bellingham”.

Jude, que sigue liderado la tabla de máximos goleadores de la Liga junto a Dovbyk, delantero del Girona, debe recuperar su mejor versión para el partido del próximo miércoles en el Etihad. Los mismos periodistas ingleses que preguntaban por su estado en la zona mixta del Bernabéu, insistían en lo que todo el madridismo comentaba al final del empate con el City: “Sin la mejor versión de Bellingham es imposible que el Real Madrid gane en Manchester”. Carletto espera que el inglés despierte al escuchar a las gradas citizens entonar el ‘Hey Jude’ el miércoles antes del arranque de uno de esos partidos para los que le fichó Florentino Pérez.