DEPORTES

Agua, hidratos y sal: las tres claves del corte de peso en las Artes Marciales Mixtas

El proceso, que consiste no solo en un déficit calórico sino mayoritariamente en una deshidratación, tiene toda una liturgia alrededor

Un instante del combate UFC 298 entre Volkanovski y Topuria.

Un instante del combate UFC 298 entre Volkanovski y Topuria.

Sin lugar a dudas, la aparición de la figura de Ilia Topuria ha marcado un antes y un después en la popularidad de los deportes de contacto en España. Hasta ahora, eran pocos quienes, más allá de los practicantes, estaban familiarizados con sus particularidades. Una de ellas, quizás una de las más llamativas, es el corte de peso (que no pérdida de peso). Una semana antes del combate por el título mundial de peso pluma de la UFC, Ilia Topuria afirmó durante una entrevista que se encontraba ocho kilos por encima del peso pactado para la pelea, pero que eso no suponía un problema. Algunas personas ajenas a este tipo de competiciones, se echaron las manos a la cabeza. 

Desde hace años, los cortes de peso y las ruedas de prensa que se organizan alrededor de eventos como el pesaje, se han convertido en otro atractivo de este tipo de deportes. Normalmente en esos eventos es cuando se da el ‘show’, los cara a cara y todos esos piques y ‘salseo’ del que viven, en parte, las Artes Marciales Mixtas (MMA). El corte de peso, más allá del espectáculo, no deja de ser una estrategia que empleaban anteriormente los peleadores para ganar envergadura potencia de golpeo frente a su rival, pero que a día de hoy, cuando todos llevan a cabo procesos muy similares no tiene mucho sentido, pero que se mantiene por tradición. 

Este proceso, que consiste no solo en un déficit calórico sino mayoritariamente en una deshidratación, tiene toda una liturgia alrededor y debe ser supervisado por profesionales por los posibles efectos adversos que entraña si no se hace correctamente. “Durante el proceso, sufren las glándulas suprarrenales, los riñones trabajan mucho y puede afectar a la presión arterial, por lo que hay que llevar un control profesionalizado”, afirma David Rojas. El nutricionista deportivo especialista en cortes de peso para peleadores que ha supervisado a atletas de UFC como Joel Álvarez, asegura, que el corte óptimo es del 5 o 6% del peso corporal pero que todo depende de la muscularidad de cada persona. 

'Fight Week'

La preparación física para una pelea va de la mano con la nutricional, por lo que igual que los entrenamientos, el protocolo de corte de peso común para cualquier luchador consta de varias fases. La primera fase es una pérdida de peso natural, como la que podría llevar a cabo cualquier persona. Acostumbra a darse durante el campamento de preparación y se va a ajustando el déficit calórico por semanas hasta la ‘fight week’. Durante esta etapa, el peleador se deshace de hasta 500 gramos semanales de peso graso. 

Unos seis días antes del pesaje se inicia la segunda fase, la de deshidratación, durante lo que se conoce como ‘fight week’. “A mis luchadores siempre les empiezo a reducir los hidratos de carbono desde el fin de semana anterior al pesaje”, asegura. “Pongamos que el pesaje es el viernes. El lunes, martes y miércoles, se quitan los hidratos y se mantiene una buena cantidad de fibra para que se evacúe. Luego también quitamos la fibra, que acumula agua en el intestino. En estos tres primeros días, hacemos un protocolo de carga de agua con sodio”, explica el nutricionista. 

Este proceso hace que durante estos tres primeros días, el sistema nervioso central no perciba como amenaza el cambio, porque el sodio junto a los 6, 7 u 8 litros de agua diarios que bebe el peleador, engaña al cuerpo para que no afecte por ejemplo a la presión arterial. Así, el cuerpo empieza a vaciar los depósitos de glucógeno y se va purgando sin que salten las alarmas. “El sistema nervioso central vela por nuestra integridad, y si le quitas los hidratos y dejas de beber, el organismo va a detectar que la pérdida de agua es muy drástica, bajará la presión y empezará a liberar hormonas antidiuréticas, que es lo que queremos evitar”, afirma Rojas. 

Eliminación del sodio

El tercer día por la noche se corta el sodio, y de golpe la capacidad de retener agua baja, con lo que el cuarto día, ya el peleador se levanta con menos peso que el resto de días. “El jueves, se suele hacer cardio tapado (con trajes sauna) y se llevan a cabo entrenamientos suaves que vayan terminando de vaciar el cuerpo y sudando el máximo posible. Todo lo que no se haya perdido durante el día, se pierde por la noche con saunas o bañeras y normalmente se llega el viernes al pesaje con el peso ya correcto”, explica el nutricionista. 

En el caso de las mujeres, los cortes de peso no pueden ser tan agresivos porque el daño al sistema hormonal es mucho mayor. “Estos procesos pueden causar amenorreas (falta de regla) y si no se consigue revertir en unos meses, pueden darse casos de menopausia a los 25 con los problemas que trae consigo: falta de fijación de calcio en los huesos, sofocos…”, asegura el experto. 

Rehidratación

La última fase, que tiene lugar tras el pesaje, es en el fondo, el proceso inverso. “Empezamos con agua con suero para restaurar la permeabilidad intestinal y que los nutrientes que demos al cuerpo puedan absorberse y llegar en una buena condición física a la pelea, porque sino lo que se ingiera no se podrá digerir”, explica Rojas. Tras el primer protocolo de rehidratación, se puede proceder a la ingesta de nutrientes, pero siempre de carga digestiva baja o poca fibra: “Mejor arroz o patata que avena o pan”. 

Desde este momento, las ingestas se calculan matemáticamente para aportar de nuevo la misma cantidad de peso que se ha perdido. “El rebote es un error. No tiene sentido. Es como si un coche con 150 cv que puede mover 1000 kilos, le sumas 200 kilos de piedras. No va a funcionar igual de bien”, explica el nutricionista.