España se hace con el liderato y se saca la espina de Clemente en Chipre

Aterrizó España en Chipre para sacarse una espina que tiene clavada desde 1998, con aquella dolorosa derrota (3-2) de la selección de Clemente que manchó la historia de la ‘Roja’ y precipitó la salida del ‘Rubio’. Necesitaba ganar para tratar de asegurarse el liderato de grupo el róximo domingo en Valladolid y entrar en los bombos del sorteo de la Eurocopa como cabeza de serie. Pero, como advirtió Luis de la Fuente, el equipo salió a ‘revientacalderas’: a por los tres puntos y sin concesiones desde el inicio, pese a incorporar una cara nueva por línea para asegurar el hambre en el once: Raya en la portería, Pau y Grimaldo en defensa, Zubimendi en el medio y Joselu en ataque con Oyarzabal y Lamine.

Poco hubo que esperar para que se comenzase a fraguar la esperada venganza. A los cuatro minutos, Lamine Yamal, del que Clemente advertía estos días que “es un chaval que yo no habría llevado a la selección”, recibió un balón al borde del área pequeña y con dos amagos se sacó de encima al portero chipriota y a una defensa para marcar el primero con una parsimonia deslumbrante. Yamal con este suma más goles con España que con el Barça.

Dos goles en seis minutos

No tuvo el partido más aliciente que saber cuántos caerían a los entregados chipriotas, que basculaban tratando de atascar los pasillos interiores a esta España que tiene ese colmillo del que presume su seleccionador. En el minuto 21 Grimaldo filtró un pase a la espalda de la zaga local, donde Mikel Oyarzabal apareció para meter la punta de la bota y marcar el segundo. Y solo tres minutos después Zubimendi cacheteaba al palo una dejada de Gavi. No hubo que esperar para festejar el tercero, que llegó en el minuto 27, cuando Joselu prolongaba su idilio con el gol en la selección empujando un centro en el segundo palo en un córner en el que los chipriotas decidieron que era buena idea dejar libre al 9 de España. El ariete madridista es el único que ha tenido minutos en todos los partidos de la era De la Fuente y además es el máximo goleador en la etapa del de Haro. Al descanso se llegaba con un entretenido (0-3), con goles de los tres miembros de la tripleta ofensiva elegida por el seleccionador.  

Solventado el trámite, De la Fuente dio minutos a los menos habituales, como los García, con debut de Aleix y entrando el osasunista David por Le Normand. España salió perezosa y se dedicó a sestear hasta la hora de partido. Sin rival, sin exigencia y sin ambición tras el descanso, el partido se convirtió en un festival de bostezos. Pudo anotar el cuarto Gavi, que resolvió con habilidad una jugada para quedarse solo ante el portero, pero en el momento del disparo le pegó al aire. El ritmo funcionarial que tomaba el duelo convencía a ambos, ya que los chipriotas firmaban una honrosa derrota y los españoles no estaban por la labor de gastar mucha energía.

Bosteza España, marca Chipre

En el banquillo De la Fuente pedía más a los suyos, pero la efervescencia de Lamine y un Riquelme más voluntarioso que acertado tenían desasistido a Joselu en punta. España no tiró a puerta en los segundos 45 minutos y eso acabó animando a una Chipre que en el minuto 74 se animaba en una contra que arrancaba con una plancha de un jugador local sobre Gavi y que acaba con Kostas Pileas batiendo a David Raya. El VAR llamó al ucraniano Mykola Balakin, quien en un ejercicio de personalidad desoyó a sus asesores y mantuvo el gol en el marcador. Merecida tanto para Chipre ante una España indolente y plomiza que se limitó a ver pasar los minutos para certificar el triunfo y el liderato de grupo.

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Los de De la Fuente cumplían sin brillantez su misión de colocarse líderes después de enderezar el rumbo tras aquella dolorosa derrota ante Escocia que cuestionó la elección del seleccionador. Los resultados posteriores en el grupo y, sobre todo, el título en la Nations League despejaron el panorama para el de Haro y para esta selección con jugadores notables cuya fuerza es el grupo. Sin futbolistas sobresalientes y con mucha juventud, España llega a la Eurocopa obligada a ejercer de candidata ante otras selecciones potentes como Francia, Inglaterra, Italia o Portugal.