Palestina quiere jugar el Mundial de fútbol y ni la guerra les va a parar

El fútbol es una parte indispensable de la cultura de Palestina. A pesar de los continuos estados de excepción, la pelota no ha dejado de rodar en Gaza y Cisjordania. En ambos territorios existen torneos que los ataques de Israel han sumido en el enésimo parón. Fuera de las temblorosas fronteras, la considerada como mejor generación del fútbol palestino promete luchar hasta sus últimas energías por clasificarse para el Mundial de 2026, en el que estarán ocho selecciones de modo directo y una jugará la repesca.

"En la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) existen 46 selecciones. En los últimos años Palestina ha estado siempre entre el 'top 15' y el 'top 20' (16º lugar actualmente). Creo que tenemos esperanzas, en la fase del Mundial de Rusia estuvimos muy cerca de llegar a la tercera ronda. Para Qatar no tuvimos suerte en el grupo. Sin embargo, en la fase para el Mundial de 2026 entramos en el sorteo, por primera vez, en el bombo del segundo grupo de favoritos (quedaron encuadrados con Australia, Bangladés y Líbano)", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Bassil Mikdadi, periodista deportivo palestino.

Yaser Hamed, el jugador vasco-palestino

Mikdadi habla un español perfecto. Dice que es por haberse criado en California (EEUU). Este hijo de emigrantes palestinos reside en Países Bajos, desde donde gestiona el proyecto 'Football Palestine'. Nació como un blog en 2008 y se ha convertido en una referencia para seguir la actualidad del fútbol de su país. "La mayoría de los palestinos de mi generación no tenían la capacidad para leer en árabe. Por lo que este espacio nació en el momento y el lugar perfecto", explica un profesional cuya última actualización de su medio es una entrevista con Yaser Hamed Mayor.

La historia de este jugador nacido en Leioa (País Vasco), de padre palestino y madre española, es representativo del salto de calidad que ha dado el combinado nacional palestino. El exseleccionador Noureddine Ould Ali contactó con este futbolista, formado en el Athletic y con pasado en varios equipos vascos. Es internacional desde 2019. Su hermano Jamal Hamed Mayor también está en el radar del equipo asiático.

Yaser Hamed, que actualmente milita en el North East de la Superliga india, es central y uno de los futbolistas más valorados de Palestina. De acuerdo a las tasaciones de Transfermarkt, Oday Dabbagh, que milita en el Charleroi belga, es el futbolista con una mayor tasación de mercado. Bajo la batuta del tunecino Makram Daboub tendrán la responsabilidad de llevar a Palestina a un Mundial por primera vez en su historia.

Sin jugadores de Gaza desde 2021

Con todo, Mikdadi recuerda que la Asociación Palestina de Fútbol es una de las antiguas de Asia. Originalmente, se fundó en 1928 y fue reconocida por la FIFA al año siguiente, durante el Mandato de Reino Unido sobre Palestina. Contaba solo con británicos y judíos. Sin embargo, según cuenta el periodista deportivo, la oficialidad se dio gracias a que al federación contaba con un árbitro palestino.

"Después del horror que vivimos en Israel, no podemos coexistir en la misma tierra que los palestinos"

Tras la creación del estado de Israel, perdió un estatus que recuperó en 1998. Durante las décadas en el limbo siguieron existiendo combinados palestinos, "porque la cultura del fútbol está muy asentada. En todos los callejones se juega, también en playa. Por eso históricamente siempre hemos tenido jugadores talentosos".

Mikdadi reconoce que "está claro que no es una situación ideal, con un campeonato local que no está activo. Esto impide dar oportunidades a jugadores que podrían ser titulares". Con todo, de media ocho o nueve futbolistas militan en equipos de fuera de Palestina, "lo que ayuda mucho en tiempos difíciles", analiza Mikdadi, quien recuerda que todos los componentes que están en equipos nacionales son de Cisjordania. "La última vez que se convocó a un jugador de Gaza fue en diciembre de 2021", recuerda.

Balah: "No tengo energía para hablar"

La Liga de Fútbol de la Franja de Gaza empezó a disputarse en 1984 y desde entonces ni una decena de ediciones se han podido completar con normalidad. A esta competición regresó en julio Mohammed Balah, delantero centro gazatí que participó con la selección olímpica y formó parte de la plantilla que se clasificó para la Copa Asiática de 2019. Lo hizo tras militar en el Al-Masry egipcio, entre otros equipos.

"Estoy bien, pero siento que en cualquier momento perderé la vida. La destrucción, las matanzas y los bombardeos israelíes nos están machacando todo el tiempo. No tengo energía para hablar", comenta a este diario. Tal y como cuenta el periodista deportivo Bassil Mikdadi, en mayo de 2021, la casa de Balah fue demolida en un ataque aéreo israelí. "Puede en que unas horas nos quedemos aislados del mundo debido a un corte de energía. Los israelís han bombardeado la empresa de telecomunicaciones", explicaba Balah a través de Instagram.

"Estamos vivos", actualizaba en una de sus últimas comunicaciones, en la que aparece en un coche haciendo el símbolo de la victoria. La de Balah es una de tantas historias que evidencian cómo el deporte palestino ha sido devorado. En la Asociación Palestina de Fútbol hay una persona encargada de cuantificar las bajas definitivas que se producen en los clubes y que afectan a cualquier tipo de convocatoria.

Kuwait, escenario neutral para la selección

Y a pesar de todo, Mikdadi destaca la resiliencia de su pueblo para crecer a través del balón. "En la Segunda Intifada (2000-2005) no existía la capacidad para tener un campeonato activo. Ahora es mucho más avanzado. Tenemos jugadores locales muy fuertes, como Rami Hamada, uno de los mejores porteros de Asia. Disputar más partidos de modo continuo nos ha hecho mucho más fuertes que hace 20 años", explica Bassil Mikdadi.

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Aunque el fundador de 'Football Palestine' todavía ve deficiencias, como que los campeones palestinos no jueguen la Liga de Campeones de la AFC y se ven relegados a la AFC Cup, el equivalente a la Europa League para el que se ha clasificado el Jabal Al-Mukaber Club. Su continuidad en el torneo está en cuestión por la situación actual.

Por su parte, la selección de Palestina ya ha pactado un escenario neutral para su próximo partido como visitante. Será frente a Australia en Kuwait (21 de noviembre, 15:00 horas), país elegido como territorio para este encuentro de la fase de clasificación. Mientras que los 'Socceroos' se desplazarán en avión privado, el cuadro palestino, como siempre, tendrá que ingeniárselas para reunirse en el lugar de destino.

Pero como reivindica Bassil Mikdadi, "ser palestino no es fácil, vivir bajo una ocupación es muy difícil". Sin embargo, el periodista defiende que "con esa mentalidad han crecido la mayoría de los palestinos. Siempre dicen que nada es normal para ellos. Lo normal es sobrevivir. Por eso podemos hacer cualquier cosa. Vivir cruzando 'checkpoints' forma de nuestra existencia". Con unas fronteras que no dejan de menguar, Palestina busca superar cualquier límite territorial a través del fútbol, una que sirve de escudo y derriba todos los muros.