TENIS | MUTUA MADRID OPEN

Bernabé Zapata, de no haber ganado nunca en un Masters 1.000 a retar a Tsitsipas en la pista central de Madrid

A sus 26 años, el tenista valenciano ha logrado esta semana en Madrid sus primeras victorias en un torneo de categoría Masters 1.000 y se enfrentará al griego por un puesto en cuartos de final: "Es el premio a todos estos años, jugar aquí es lo que todo niño sueña"

Bernabé Zapata en el Mutua Madrid Open.

Bernabé Zapata en el Mutua Madrid Open. / EUROPA PRESS

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

No había ganado nunca un partido de Masters 1.000 y esta última semana se ha quitado esa espina a lo grande. A sus 26 años, Bernabé Zapata está viviendo en Madrid su esperada consagración en el circuito, acumulando ya tres victorias y asegurándose salir de Madrid, como poco, en el puesto 37 del ránking ATP. Este martes, en el último turno de la sesión nocturna, tendrá la gran prueba de fuego para medir su nivel: se verá las caras con el griego Stefanos Tsitsipas por un puesto en cuartos de final en la pista central, que pisará por primera vez en su carrera.

"He estado todo el día mirando a ver si se vendían las entradas, porque lo que más ilusión me hacía es jugar delante de todos vosotros”, reconocía, casi ruborizado, tras imponerse al ruso Roman Safiullin en tercera ronda. Desde que empezó el torneo, el valenciano se ha convertido en el amo de las pistas secundarias como la Arantxa Sánchez Vicario o el Estadio 3, más pequeñas y recogidas que la central y en la que se genera un ambiente más caldeado.

He de reconocer que esto nunca me lo había dicho un jugador. ¿Cómo no vas a vender entradas? Con la energía que desprendes, lo que transmites”, le respondió un sorprendido Alex Corretja. "Jugadores como tú que estáis tantos años trabajando en la sombra de otros y en torneos tan pequeños. Luego llegáis a estos grandes escenarios y también os merecéis este reconocimiento", le animó

La explosión de la primera victoria

El tenista valenciano, uno de esos obreros del tenis español escondido tras los focos de estrellas como Rafa Nadal o Carlos Alcaraz, comenzó su andadura en el Mutua Madrid Open con una victoria agónica en el tie-break del tercer set ante Mackenzie McDonald (el tenista contra el que estaba jugando Nadal cuando se lesionó en Australia). El número 42 explotó y liberó toda la tensión quitándose la camiseta, en un gesto más futbolero que tenístico, fruto de la liberación que sintió al quitarse, por fin, un peso de encima: ganar en un torneo de esta categoría.

Dos días después no tuvo que sufrir tanto y desmontó a un veterano del circuito como Daniel Evans, dando rienda suelta a una progresión ascendente que confirmó el domingo ante Safiullin, su tercera víctima en un torneo. Una victoria de mucho peso en un partido lleno de alternativas y en el que Zapata supo templar los nervios en un tercer set que decantó en un juego al resto eterno que finalmente cayó de su lado.

Octavos de final en Roland Garros

Llama la atención cómo se han desarrollado los acontecimientos en la carrera de Zapata, que hace una semana rompió con su entrenador en la última década, Carlos Navarro. Acostumbrado a realizar buenos papeles en torneos ATP 250 y ATP 500 -este año ha hecho semifinales en Río-, en 2022 se dio a conocer dando la campanada en Roland Garros llegando a octavos de final desde la fase previa y plantando cara a Alexander Zverev y metiéndose por primera vez en su carrera entre los 100 mejores del mundo.

Bernabé Zapata, en Roland Garros en 2022.

Bernabé Zapata, en Roland Garros en 2022. / Reuters

“Lo que estoy viviendo es muy parecido a lo que viví en Roland Garros, por las emociones y por la conexión con el público (...) Es el premio a todos estos años, jugar aquí es lo que todo niño sueña. Es como volver al niño que empezaba a jugar al tenis, así que muy contento”, dijo Zapata al borde de las lágrimas tras firmar uno de los triunfos más especiales de su carrera.

Tras toda una carrera picando piedra, los focos empiezan a apuntarle. Algo que también tendrá que aprender a gestionar un Zapata que reconoce que "me gusta ir de tapado": "Mentalmente gestiono mejor las situaciones cuando no tengo presión y, sobre el papel, cuando juego contra un jugador con un ránking menor intento quitarme esa presión. En cualquier caso, intento tomar todo como un aprendizaje".