PERFIL

Quique Pina, el hombre que podía dirigir cualquier club de fútbol

El empresario murciano presidió el Ciudad de Murcia y el Granada, además de ser consejero delegado del Cádiz y trabajar como representante e intermediario

Quique Pina, empresario, agente de futbolistas y ex presidente del Granada CF.

Quique Pina, empresario, agente de futbolistas y ex presidente del Granada CF. / Archivo

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Hay futbolistas que, a lo largo de su carrera deportiva, han conocido menos clubes de los que Quique Pina ha dirigido, bien como presidente, bien consejero. El empresario murciano, al que juez Santiago Pedraz propone sentar en el banquillo por un delito contra la Hacienda Pública, como ha informado en primicia EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, fue el presidente del Ciudad de Murcia, después del Granada y posteriormente ocupó el cargo de consejero delegado del Cádiz.

Una ruta de este a oeste por el sur futbolístico de España que dibuja el trazo básico del perfil de un empresario hecho a sí mismo. También, el de un futbolista que, como tantos, vio como una lesión frustraba su prometedora carrera deportiva cuando jugaba en el Mérida, en la extinta Segunda B. De eso han pasado ya tres décadas largas, pues Pina cuenta ya con 54 años en los que ha hecho casi de todo en el fútbol.

Una lesión le retiró

Herido sin remedio su físico para la práctica del deporte profesional de élite, encontró en la representación de jugadores y la intermediación con clubes la vía para seguir viviendo de la industria futbolística. Participó en operaciones importantes a finales del pasado siglo, como el traspaso de Iván Helguera a la Roma, el de Javier Saviola al Barcelona o el de Turu Flores al Deportivo. Futbolistas como Dani Güiza o Iván Campo también estuvieron vinculados a él.

En 1999, decide fundar su propio club en su tierra natal (es originario del murciano barrio de San Andrés, hace 54 años), al que llama Club de Fútbol Ciudad de Murcia. En cuatro años, propulsó a la joven entidad de la Territorial murciana a la Segunda División del fútbol español. En dicha categoría permaneció cinco cursos, rozando en dos de ellos el ascenso a Primera.

El empresario Quique Pina.

Quique Pina, empresario, intemediario de futbolistas y ex presidente del Granada / Archivo

De Murcia a Granada

Sin embargo, el exceso de deuda fue ahogando al club y Pina usó como coartada el escaso apoyo de las instituciones locales para vender el club al mejor postor... y para deslocalizarlo. En una operación nada habitual en el fútbol español, Pina vendió en 2007 el club al empresario Carlos Marsá (él se quedó una temporada más como responsable deportivo), que se lo llevó a Granada y refundó como Granada 74, club que desapareció solo tres años más tarde.

Granada es, curiosamente, la ciudad que devuelve a Pina al primer plano. En 2009, Gino Pozzo, propietario del Udinese italiano (y posteriormente del Watford inglés) y también investigado por el juez Pedraz, se hace con la propiedad del club nazarí, un histórico ahogado en deudas que no jugaba en Primera División desde 1976. Pina es nombrado presidente de la entidad.

Dos ascensos seguidos

Como en Murcia, logra una progresión meteórica del Granada, gracias a la inversión de Pozzo, encadenando dos ascensos consecutivos que devuelven el club a la Primera División. Una categoría en la que permanece durante seis temporadas hasta su descenso en 2017.

El expresidente del Granada CF Quique Pina celebra el ascenso del club en 2011

El expresidente del Granada CF Quique Pina celebra el ascenso del club en 2011 / Miguel Ángel Molina

Su prestigio como rápido ascensor de equipo provoca que simultanee su cargo de presidente del Granada con el asesoramiento deportivo a Cádiz y Tenerife. En mayo de 2016, deja su cargo en el club nazarí, después de que Pozzo lo vendiera a sus actuales propietarios, de nacionalidad china, por 37 millones de euros.

Su etapa en el Cádiz

Liberado ya de sus obligaciones en Granada, se sumerge de lleno en el Cádiz, club en el que es nombrado consejero delegado en julio de 2016, apenas dos meses después de la venta del club nazarí por parte de Pozzo.

Ocupó ese cargo hasta que en enero de 2018 fue detenido por su presunta participación en una trama de presunto blanqueo de capitales. Ese fue el inicio de un caso que, según ha desvelado este periódico, ha motivado que el juez Pedraz proponga que se siente en el banquillo por un delito contra la Hacienda pública.